En Supercurioso existe un gran interés por aprender y comprender, y por compartir lo aprendido. Sabemos que para comprender primero hay que conocer, por eso este artículo de hoy tratará sobre el sistema de castas de la India, que quizá conozcas, pero que en general escapa a nuestra comprensión occidental.
Sobre todo, resulta muy curioso que las máximas espirituales de su religión y el camino a seguir para desarrollar el potencial espiritual de cada persona hayan nacido en este sistema social inmóvil que aún hoy se mantiene en muchas partes de la India y en otros países de su influencia.
El sistema de castas hindú, ¿qué es?
Si bien en todas partes del mundo hay clases sociales, en la India es un poco diferente, pues además de las clases existen las castas. Surgidas y desarrolladas dentro de la religión hinduísta, se convirtieron en verdaderas murallas simbólicas para evitar la mezcla racial y practicar la segregación.
Un concepto fundamental, varna, y sus dos significados
Varna, en sánscrito, significa tanto “color” como “dividir”. En cuanto al color, se refieren al de la piel, y según algunos comenzó cuando los arios, probablemente en 1700 a.C., invadieron el valle del Indo. Eran muy blancos, como los europeos. Los drávidas, por su parte, que eran los naturales habitantes de aquellas regiones, eran oscuros.
La llegada de los arios significó la expulsión de los drávidas y su migración hacia el sur de la India, por eso hoy en día los del norte son más claros y los del sur siguen siendo más oscuros de piel. Éstas son las dos razas principales de la India, y conllevan también los idiomas, siendo los del norte de origen sánscrito, mientras que los del sur son de origen drávida.
Varna también significa “clasificar”, “dividir”. Así, la sociedad fue dividida en 4 castas o varnas, claramente separadas y atendiendo a los tipos de trabajo. Al comienzo la cosa no era tan estratificada. De hecho, hay registros donde indican que una persona podía elegir su ocupación según su interés, pero esto cambió cuando el sistema se volvió rígido, y a partir de allí un hijo debía trabajar en lo mismo que su padre, y así estas incipientes separaciones sociales se convirtieron en castas, imposibles de permear.
Una persona, dentro de este sistema, puede pasar de una a otra casta solamente a través de la reencarnación.
Lo que significa, en términos prácticos, que es poco menos que imposible que un brahmán pase a ser un shudrá, o viceversa, en su vida terrenal y de tercera dimensión.
Para la clasificación de las castas se guiaron por los dogmas hindúes que comparaban a la sociedad con el cuerpo de Brahma: unos surgieron de la boca o cabeza, cuya simbología es hablar o predicar; otros de los brazos, que se asocia a la fuerza; los terceros de las piernas y vientre, que es el caminar y hacer comercio; y la casta inferior salió de los pies, la parte más sucia e inferior del cuerpo.
Las castas hindúes
1. Los brahmanes.- Sacerdotes e intelectuales
El primer trabajo, el más importante, era el de la educación, y ésta consistía básicamente en saber leer e interpretar los textos sagrados, escritos en sánscrito, que era la lengua clásica que el pueblo en general no sabía ni entendía. Se requería de un alto nivel intelectual para aprenderlo, y quienes lo hacían formaban el primer estrato, la casta de los sacerdotes, maestros y académicos. Aconsejaban a los reyes, elaboraban la filosofía hinduista, mantenían viva la antigua sabiduría. Ocupaban la posición superior de la sociedad y, según ellos, eran quienes estaban más cerca de Dios.
Por supuesto, ellos fueron creados de la boca de Brahma, y su color era el blanco. Gandhi era brahmán.
2. Los kshatriyas.- Guerreros y reyes
Constituían la casta de los políticos y guerreros. Se dice que Siddharta Gautama, quien luego se convertiría en Buda, pertenecía a ella. Eran los que regían los destinos políticos y militares, y los que se encargaban de defender el estado o impartir justicia.
Claro que eran pocos, como los brahmanes. Su color era el rojo.
3. Los vaisyas o vaishyas.- Comerciantes
Era la casta de los comerciantes, los negociantes, los terratenientes y propietarios, los agroganaderos y los artesanos, y de todos aquellos cuya responsabilidad era producir.
Surgieron del vientre de Brahma y su color era el amarillo.
4. Los shudrás.- Siervos y esclavos
Eran los siervos, los esclavos, los obreros, los campesinos, en general la clase trabajadora que forma la mayoría de la población.
Constituían la única casta no-aria, descendientes de los dasyu sometidos; eran la clase baja, y su color era el negro, pues habían salido de los pies de Brahma.
5. Los dalits.- Los intocables
Por si fuera poco, existía –y sigue existiendo– una última clase, precisamente los que están fuera del sistema de castas: los dalits, o parias, o invisibles, o, y éste es su nombre más conocido, los intocables. Éstos son quienes hacen los trabajos peor pagados y duros, los considerados impuros o sucios, como por ejemplo, limpiar las letrinas, arreglar los cadáveres en los crematorios, recoger la basura…
Son llamados intocables pues los consideran físicamente impuros: tocarlos o ser tocados por ellos es contaminante, y en consecuencia, son intocables. Hay algunos estudiosos que indican que se le daban a ellos este tipo de trabajos para que enfermaran, y así fueran muriendo todos.
En la actualidad, si bien este sistema de castas fue oficialmente abolido por la Constitución de 1950, los miembros de las castas superiores siguen considerando inferiores e impuras a las clases bajas. El matrimonio entre castas, aunque ocurren, no son reconocidos por la ley, a pesar de no ser ilegales.
En las comunidades rurales hinduistas es especialmente notable la lealtad de clases, lo que vuelve virtualmente imposible que las castas desaparezcan. De hecho, el budismo surgió como una rebelión al sistema de castas.
Como podemos constatar, no logró su objetivo.
Un artículo muy revelador es éste de National Geographic, por si te interesa saber más de lo que sufren los 160 millones de intocables que existen hoy en la India.
¿Qué opinas del sistema de castas? Comparte tu opinión, y recuerda que puedes leer también nuestro artículo sobre el curioso origen de la esvástica.