El planeta está lleno de paisajes asombrosos. Océanos infinitos, costas de ensueño y llanuras que parecen no tener fin. Pero entre todas esas riquezas, ninguna se iguala a la de la cultura humana. Cada pueblo tiene una identidad propia, que se deja ver en sus costumbres, rituales y formas de relacionarse. Ya en Supercurioso te contamos en una oportunidad sobre las tribus con costumbres más raras del mundo. Nos paseamos por la tribu de los Vodoma, con sus raros y enormes pies de solo dos dedos. O por los temidos Korowai, que practican el canibalismo. Hoy te queremos presentar a una tribu que mantiene la tradición de la reducción de cabezas. Se trata de los Shuar, la terrorífica tribu de las cabezas humanas reducidas. ¿Quieres conocerlos? ¡Pues empecemos!
¿Por qué los Shuar practican la reducción de cabezas?
Cuando hablamos de las tribus indígenas más sorprendentes del mundo, solemos pensar en grupos humanos con coloridas vestimentas, con preparaciones herbarias particulares, con ritos espirituales y de batalla que les distinguen. Pero pocas alcanzan el nivel de excentricidad de los Shuar. Este pueblo, también conocido como Los Jíbaros, tiene la costumbre de practicar la reducción de cabezas. El resultado son espeluznantes cabezas pequeñas y ennegrecidas, rostros espantosos y miniaturizados suspendidos en una mueca de cera, cubiertos a su vez por una espesa mata de pelo.
En efecto, las cabezas humanas reducidas son parte de los rituales que acostumbran los miembros de la tribu. Estos hombres y mujeres habitan en el altiplano del Ecuador, muy cerca de las fuentes del Amazonas. El nombre de Los Jíbaros les fue dado por los conquistadores españoles, en virtud de su ferocidad. Pero, ¿Por qué los Shuar encogen cabezas? Pues se trata de uno de los principales rituales de guerra, con el que el guerrero vencedor obtiene su trofeo y sepulta al vencido en la oscuridad. Es en definitiva un ritual cargado de simbolismo.
¿Qué simbolizan las cabezas humanas reducidas?
La reducción de cabezas no es más que el cierre perfecto a un enfrentamiento bélico. Cuando un guerrero alcanza la victoria luchando contra su enemigo, no duda en cortarle la cabeza para obtener su trofeo. Decapitar al vencido es la mayor de las recompensas de la lucha. Pero más allá de ello, las cabezas humanas reducidas tienen otro simbolismo. Cuando la testa del vencido se reduce, su espíritu -al que los Shuar llaman el muisak- no va a osar volver del mundo de los muertos para vengarse. Su alma, repleta de la oscuridad de la muerte, quedará para siempre encerrada en su propia cabeza.
Para comprender este espeluznante proceso se hace necesario profundizar en las creencias de la tribu. Se trata de un pueblo muy espiritual y fieles creyentes de la vida después de la muerte. Los Shuar creen que cuando matan a un enemigo, su espíritu permanece vivo dentro de su cabeza. Con la reducción de cabezas los jíbaros no pretenden destruir al espíritu del enemigo, sino esclavizarlo, logrando que a partir de la reducción, empiece a trabajar para el guerrero vencedor.
La forma de lograr que el muisak del guerrero vencido se quede encerrado en su cabeza por toda la eternidad, es justamente empequeñeciéndola. La tribu diseñó entonces y ha mantenido por generaciones un procedimiento al que conocen como Tsanta. Se trata de una receta compleja y extraña que, efectivamente, logra la reducción de cabezas y la obtención de esos rostros diminutos que la cultura popular y el cine han traído hasta nosotros. El proceso se extiende a lo largo de varios días, y en su desarrollo se combinan elementos prácticos tanto como mágicos.
¿Cómo se hace el ritual de la reducción de cabezas?
Para aquellos de estómago sensible, quizás sea éste el momento de detenerse. Pero para los que, como nosotros, son unos auténticos curiosos, la siguiente información será de seguro impacto. Las cabezas humanas reducidas se logran, como te decíamos, gracias a un largo proceso al que los Jíbaros llaman Tsantsa, y que se integra por una serie de etapas, que te detallaremos a continuación.
1. La decapitación
El primer paso en la reducción de cabezas es el más «simple». Una vez obtenida la victoria de un guerrero sobre otro, el ganador deberá proceder a cortar la cabeza de su enemigo.
2. La extracción de órganos y tejidos
Una vez que el fallecido ha sido decapitado, con un cuchillo bien afilado se realiza un corte en la nuca, para después, extraer toda la piel, además del cerebro, los ojos, los huesos y cualquier tejido blando.
3. El hervor de la cabeza
El siguiente paso en el proceso de reducción de cabezas es sumergirlas en agua hirviendo. En el líquido se ha agregado previamente abundante jugo de liana y otras hojas especiales de la tierra, que provocan la caída del pelo. Los Shuar dejan la cabeza en el líquido durante aproximadamente veinte minutos, evitando que se pudra.
4. Retirar los restos de carne
En esta etapa del proceso ya pueden apreciarse las cabezas humanas reducidas. Cuando se extrae la testa del agua, ya su tamaño se ha reducido aproximadamente a la mitad. Es el momento entonces en que retiran los restos de carne para evitar el mal olor, frotándola además con aceite de carapa.
5. La costura y el fuego
Ahora viene el paso más artesanal en la reducción de cabezas. Los Jíbaros cosen los ojos y la boca, introduciendo en su interior arena caliente. El siguiente paso será colgarla sobre el fuego para que se deseque, dejando que el humo se introduzca mientras van dándole forma con una piedra caliente… todo esto hace que la cabeza se reduzca aún más y más…
6. La colocación del pelo
La última de las etapas en la reducción de cabezas es la que termina por dar a estos restos humanos un aspecto absolutamente aterrador. La piel ya ha quedado completamente negra, y ahora se le adhiere el pelo, del mismo color. Las hebras se cosen a lo largo de todas las aberturas, consiguiendo que el alma del fallecido no salga jamás para afilar su venganza. Sólo de ese modo la tribu de los Jíbaros puede descansar tranquila, con plena seguridad de que sus enemigos no volverán del más allá a dañarles.
Si eres de esas personas con gustos excéntricos podemos decirte que existe un comercio espectacular por conseguir estas cabezas reducidas. Tanto es así que muchísimos coleccionistas occidentales pagan increíbles cantidades de dinero por estos “objetos”, provocando que se cree un comercio de los llamados “headhuntings”… Bastante oscuro ¿No crees? Si este tema ha llamado tu atención y quieres seguir aprendiendo sobre las excentricidades de las que somos capaces, no te pierdas nuestro artículo sobre los rituales funerarios más extraños de todos los tiempos.