En 1976, en una cueva situada en Xujiavao, un yacimiento arqueológico situado al norte de China, se encontraron fragmentos de un cráneo, parte de un maxilar y varios dientes pertenecientes a individuos distintos. Nada espectacular o sumamente llamativo, y tal vez por eso casi pasaron cuarenta años antes de que investigadores chinos y españoles anunciasen el descubrimiento de lo que podría ser un cuarto homínido (u homínino), pariente cercano del homo sapiens, que coincidió con éste sobre la tierra hasta hace unos 60.000 años.

El quinto homínido

Hasta hace pocos años la imagen que teníamos de la prehistoria es que hace más o menos unos 30.000 años hubo dos especies de homínidos compartiendo el planeta: el homo sapiens y el homo neanderthalensis; pero este panorama se ha ido complicando a medida que se han hecho nuevos descubrimientos, especialmente en Asia. Al club de los homínidos se incorporaron hace pocos años un homínido que vivió en Siberia y que ha sido denominado homo denisovano, y otro de pequeña estatura encontrado en Indonesia, el homo floresiensis. Ahora habría que agregar esta nueva especie, aunque todavía hay un debate entre los especialistas sobre si realmente es una nueva o se trata de una descendencia del antiguo homo erectus.

Los dientes hallados en la cueva
Los dientes hallados en la cueva

Una limitación para llegar a una conclusión definitiva la constituye la escasez de las muestras, por lo que tal vez haya que esperar a nuevos descubrimientos.

En lo que sí hay consenso es que esta especie deambuló por el norte de China desde hace 120.000 años y hasta hace unos 60.000.

El estudio                                                                   

La investigación de los dientes de la nueva especie ha sido realizada por el Grupo de Antropología Dental del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH). Los investigadores españoles compararon las muestras con más de cinco mil dientes de todos los homínidos conocidos, y concluyeron que se trataba de una especie nueva, aunque también podría tratarse de un híbrido de humano moderno con un denisovano.

“Nuestro trabajo pone de relieve la gran variabilidad de las poblaciones humanas de Asia durante el Pleistoceno y advierte de la necesidad de reconsiderar la taxonomía de muchos de los fósiles hallados en este continente”.

Así lo señaló María Martinón-Torres en un comunicado del CENIEH.

¿Una nueva cuna de la humanidad?

El creciente número de yacimientos arqueológicos al este de Asia ha llevado a algunos paleoantropólogos a plantearse la posibilidad de que este continente pueda disputarle a África el lugar de nacimiento del humano moderno, pero para ello habría que contar con más muestras y más estudios de ADN.

Un tema sin duda apasionante e inagotable, al menos hasta no tener más datos. La historia de nuestro origen es aún incierto, ¿no crees? Si te gustó el artículo, entonces no te pierdas otro descubrimiento reciente, ¿qué hubo entre el austrolopitecus y nosotros?