En muchas culturas, tanto antiguas como recientes, se han creado diferentes mitos y leyendas que se componen alrededor de seres místicos y sobrenaturales. Entre aquellas criaturas llaman la atención los vampiros, pues más allá que ser seres fantásticos hay quienes se han preguntado si: ¿los vampiros existen en la vida real? Creas o no en ellos, existen algunos casos alucinantes. Por este motivo, hoy en Supercurioso quisimos indagar sobre los Vrykolakas, que según se dice, fueron vampiros antiguos de Grecia. ¿Quieres conocerlos? 

¿Cómo eran los Vrykolakas o Brucolacos?

Estos vampiros antiguos son una de datos curiosos de Grecia, pues en este lugar se cree en ellos desde el año 4000 a.C. Aunque la mayoría de las leyendas de vampiros se relacionan con mitos y hechos ficticios, existen ciertos registros que hablan de la existencia de los no-muertos. Precisamente, de esto se tratan los Vrykolakas que son semejantes a los vampiros en el sentido de que son criaturas muertas, no-muertas. 

1. ¿Cuál es su origen?

El origen de estos vampiros antiguos

Los Vrykolakas, también conocidos como brucolacos, tienen su origen en el folclore griego  y en todas las áreas donde esta civilización tuvo influencias. En estas regiones existía la creencia de que los muertos podían revivir, pero no del todo. Estos quedaban en un estado especial; ni vivos ni muertos. En todas las áreas de influencia griega se han encontrado tumbas que demuestran esta creencia. En Chipre, por ejemplo, en tumbas del neolítico se han encontrado restos de entierros que hacen pensar en vampiros.

Los cuerpos estaban flexionados en el interior de pozos y, sobre la cabeza o el tronco, habían pesadas piedras de molino para que los difuntos no pudieran revivir y convertirse en Vrykolakas. De igual manera, en Grecia, los pies y las manos de los difuntos estaban cubiertos con trozos de ánforas de gran tamaño y peso con la misma finalidad. Al parecer, estas creencias en los Vrykolakas perduraron a lo largo de los siglos. Varios habitantes de Grecia, especialmente de la Isla Santorini han denunciado los temibles ataques de estas  criaturas.

2. Características de los Vrykolakas

hombre lobo

Específicamente sobre los Vrykolakas, a diferencia de la idea de vampiro que tenemos en la actualidad, no suelen consumir sangre, pues ellos también pueden comer leche o harina indistintamente. De igual manera, no le temen a la luz solar pero sí al agua. No pueden cruzar por encima de ella, en especial si se trata de agua de mar. Además, se creía que los Vrykolakas eran los causantes del extraño fenómeno de la parálisis del sueño y que tenían preferencia por matar primero a sus parientes. Por lo que dicen los habitantes, tienen apariencia humana, aunque a veces se pueden presentar como hombres-lobo. De igual manera, cuentan que estos vampiros antiguos deambulan por las calles (a excepción de lo sábados) buscando drenar la vida de sus víctimas mientras duermen.

Según se creía, estos vampiros antiguos se formaban cuando los difuntos habían sido sacrílegos, cuando estaban excomulgados o cuando habían sido enterrados en lugares no consagrados. Estas eran las principales causas para convertirse en Vrykolakas, pero también se decía que podía deberse a que el difunto comió carne de una oveja que había sido asesinada ya sea por un lobo o por un hombre-lobo. También un error en el rito funerario podía conducir a este estado. Y por supuesto, como sucede en todas las leyendas de vampiros, si los Vrykolakas te mataban, te convertías en uno de ellos. Para comprobar si el muerto se había convertido en un Vrykolakas, se abría la tumba y si el cadáver estaba incorrupto e hinchado se consideraba una prueba de la transformación.

3. ¿Cómo atacaban estos vampiros?

Por otra parte, los Vrykolakas se dedicaban a hacer el mal, causando epidemias y desastres en los pueblos. Las leyendas de estos vampiros antiguos dicen que estos deambulaban por las calles y solían llamar a la puerta de sus víctimas tocando una vez, incluso, en ocasiones, la llamaban por su propio nombre. Si la persona era engañada y abría la puerta o si lo miraba directamente a los ojos, caería en la trampa de los Vrykolakas y moriría a los dos días. Así pues, evitar el ataque de los Vrykolakas era realmente sencillo, pues si no le abres, no ocurre nada. Por este motivo, en Grecia se tenía la costumbre y superstición de tocar dos veces en la puerta, para así asegurarse de que no se trataba de un vampiro. Otro ataque típico era que estos vampiros se sentaban sobre el pecho de su víctima hasta que esta moría de asfixia. De ahí que se relacionan con la parálisis del sueño que te mencionamos más arriba.

4. Los Vrykolakas y la llegada del cristianismo

Vrykolakas y el cristianismo

Más allá del folclor griego, se creía fielmente en la existencia de estas criaturas. Y, de esta manera, con la llegada del cristianismo, la creencia en los Vrykolakas empezó a ser combatida. Sin embargo, lejos de negar el hecho en sí, la Iglesia argumentaba que no eran almas retenidas en la tierra, sino el cuerpo de un difunto poseído por el demonio. 

Según los registros históricos, durante el siglo XVII, los habitantes debían solicitar al obispo local que exhumara al cadáver en cuestión para que le realizara un exorcismo. Para esto, el obispo podía decapitar, desmembrar o colocar un clavo sobre aquel cuerpo, después de esto el cuerpo era cremado y así se evitaba que se convirtiera en un Vrykolakas.

5. ¿Cómo evitar que un difunto se transforme en Vrykolakas?

vampiros antiguos

La única manera de acabar con los Vrykolakas es destruir su cuerpo. Según las leyendas, eso solo podía hacerse en sábado que era el día que descansaban en su tumba. Los métodos para acabar con ellos son variados, pero el más efectivo era quemar el cuerpo.

Además de esto, existieron varios rituales de magia apotropaica. Lo más común era enterrar el cadáver del revés, aunque también, cerca de la tumba, se colocaban objetos como hoces o guadañas que impedían que los muertos escapasen de sus ataúdes. Otra práctica antigua para evitar la transformación en Vrykolakas era colocando en la boca del cadáver un óbolo (antigua moneda griega). Esta última ya se realizaba anteriormente para que los difuntos pagasen a Caronte, el barquero del Hades, que debía llevarlos en su barca para llegar al inframundo.

Lejos de desaparecer, en algunos lugares de Grecia el temor a los Vrykolakas aún persiste, evidenciándose en una tradición que se realiza con los cadáveres: se coloca sobre el difunto una cruz hecha con cera y una placa de cerámica con la inscripción «Jesucristo Vence», con este ritual se impide que los muertos puedan convertirse en los temibles Vrykolakas.

Otras leyendas de vampiros

Ya que hemos cubierto qué eran los Vrykolakas, te queremos contar de forma breve sobre otras leyendas de vampiros para que sigas aprendiendo sobre estas criaturas.

El Conde Drácula

Probablemente la historia del Conde Drácula sea de las leyendas de vampiros más conocidas. Esta combina ficción con realidad, pues Bram Stoker se inspiró en un hombre real para crear su famosa novela. Vlad Tepes III nació en 1413 en Transilvania, fue príncipe de Valaquia y un gran luchador en contra del expansionismo otomano. Su padre, el Conde Dracul (que en rumano antiguo significa “Dragón”), lo entregó a los ejércitos turcos como garantía de su sumisión al Sultán. Así fue que aprendió la técnica del empalamiento y que se volvió un hombre sanguinario. Masacró entre 40.000 y 100.000 personas, a hombres, mujeres y niños por igual. De hecho, configuró macabros «bosques de empalados». 

Los Jiang Shi

Los Jiang Shi, los vampiros de China son menos conocidos pero su leyenda es muy fascinante al igual que todas las curiosidades de China. Jiang Shi quiere decir, literalmente, “cadáver rígido” y alude a quienes han muerto de forma violenta o no natural, o cuya alma no encontró reposo al momento de morir. Se cuenta que estos vampiros antiguos regresan para vengarse por no tener una sepultura correcta, o para que los sepulten junto con sus familiares si han perdido la vida lejos de su hogar. Según se dice,  estos vampiros tienen cuerpos que no se han descompuesto completamente, sus cabellos y uñas siguen creciendo como si estuviesen vivos y su piel es muy pálida, por lo que no soportan el contacto del sol. 

Hasta aquí ha llegado nuestro artículo. Cuéntanos, ¿conocías a los Vrykolakas? ¿Sabes algo más de estos vampiros antiguos que atemorizaban a toda Grecia? ¡Compártelo en los comentarios! Si te gustan las historias de vampiros, te invitamos a leer el post: La leyenda del árbol vampiro.