Muchas veces decimos que la primera impresión es la que cuenta al conocer a alguien nuevo. Aunque a veces ésta cambia con el paso del tiempo y a medida que obtenemos más información sobre la otra persona, somos muy rápidos cuando se trata de juzgar al prójimo. Descubre qué tan bueno eres analizando la personalidad de quienes encuentras en tu camino.

¿Es fácil ser preciso analizando la personalidad de los demás? Un extenso y fascinante estudio nos da la respuesta

Una nueva investigación que compara los juicios de personalidad que hacemos hacia otros y los que nos hacemos hacia nosotros mismos provee una imagen sobre cómo este proceso ocurre, así como pistas para mejorar sus habilidades de evaluación de personalidad.

Cornelius König de la Universität des Saarlandes (Alemania) y sus colegas investigaron la cuestión de cuán acertadas eran los juicios sobre la personalidad que se hacen a otras personas comparados con las calificaciones que las personas proporcionan sobre sí mismos. El equipo de investigación se centró en los índices de personalidad dentro del marco organizativo, basado en la premisa de que estos juicios ayudan en las decisiones de personal tomadas por los gerentes sobre sus empleados y por el personal de relaciones humanas durante el proceso de aplicación de trabajo.

analizando la personalidad de los demás, dos personas

En particular, dentro de los entornos de trabajo, el atributo de conciencia (o el factor de «voluntad») parece tan importante como la aptitud (el factor «puede hacer»). Por lo general, los solicitantes de empleo completan las pruebas de personalidad de auto-reporte, pero una vez contratados, sus personalidades pasan a ser evaluadas por sus supervisores. En muchos casos, los solicitantes de empleo deben proporcionar recomendaciones de los empleadores anteriores, por lo que las calificaciones de estos observadores también pueden ser tomadas en cuenta durante el proceso de contratación.

Los investigadores alemanes señalan que las calificaciones de los observadores tienen mayor validez que las autoevaluaciones, debido al hecho de que las personas tratan de encubrir sus defectos al completar un test de personalidad. Los observadores deben tener menos parcialidad, aunque pueden fallar en juicio si tienen una buena relación con la persona que están calificando y quieren que esa persona tenga éxito.

¿Eres bueno analizando la personalidad de los demás?

Los juicios de personalidad que hacemos a las personas en nuestras vida pueden ser influenciados por la relación que tengamos con ellos. Si juzgamos a alguien que amamos, es probable que pasemos por alto sus atributos menos deseables. Por otro lado, cuando juzgamos a personas que no conoces muy bien, las características de su apariencia, incluyendo el atractivo, pero también la forma en que se mueven, lo bien que están vestidas y lo que su lenguaje corporal comunica, pueden ser determinantes.

analizando la personalidad de los demás, fijarse

König y sus colaboradores realizaron dos estudios en empresas suizas, en los que los supervisores calificaron las personalidades de los subordinados. En el primer estudio, los supervisores proporcionaron calificaciones de los empleados que, se les pidió imaginar, estaban dejando su trabajo por razones personales, no por problemas con la empresa, una situación a la que llamaron «falso bueno». En esta circunstancia, los investigadores razonaron que los supervisores seguramente se verían inclinados hacia, es decir, estarían motivados a proporcionar evaluaciones más positivas que si el objetivo fuera la precisión. Dos semanas más tarde, se pidió a los supervisores que proporcionaran evaluaciones «honestas» de los mismos empleados. En esta condición, no había ningún incentivo, ninguna influencia, para que los supervisores fueran excesivamente halagadores, creyeron los investigadores.

Como se predijo, los supervisores dieron calificaciones más brillantes de sus empleados bajo la condición de «falso bueno» que en la condición honesta y precisa. Las calificaciones eran consistentemente más altas, pero no por mucho. Sin embargo, los empleados no se clasificaron a sí mismos, por lo que la única conclusión que se pudo sacar fue que los supervisores pueden tener tendencia a distorsionar sus calificaciones de los que trabajan para ellos, tanto como las personas deforman su propia autoevaluación. En el segundo estudio, este problema se corrigió a medida que los participantes (esta vez, estudiantes que trabajan) se clasificaron a sí mismos, al igual que lo hicieron sus supervisores.

analizando la personalidad de los demás, documentos

Los investigadores demostraron que, a diferencia de lo que sabemos acerca del sesgo de autoinforme, los supervisores calificaron a sus subordinados más positivamente de lo que estos se calificaron a sí mismos.

Los investigadores creen que este resultado pudo haberse producido porque el estudio se realizó en Suiza, «un país donde la modestia es considerada un rasgo deseable«. Los participantes no querían darse más crédito de lo que creían merecer.

Los hallazgos de estos estudios sugieren que nuestra capacidad de juzgar a otras personas (y tal vez a nosotros mismos) según la personalidad está sesgada en gran medida por las motivaciones y las circunstancias que nos influencian. Los supervisores en este estudio podrían haber preferido ver a sus empleados en una luz positiva porque hacerlo repercutía positivamente en ellos.

Entonces, ¿eres bueno analizando la personalidad de quienes acabas de conocer o de quienes te rodean?

Si gracias al estudio que te hemos presentado, hemos visto que las circunstancias y las motivaciones deforman claramente la calificación que realizamos sobre las personas, una persona buena analizando las personalidades de otros es aquella que sabe alejarse y abstraerse de todos estos matices.

analizando la personalidad de los demás, mirada
Si eres bueno analizando la personalidad de los demás, serás siempre lo más objetivo posible, abstrayéndote de matices como el atractivo de esa persona, prejuicios…

Olvida qué representa para ti esa persona, su aspecto físico, si crees que te gustará o no, quién será en tu vida… sólo fíjate en cualidades precisas, como son la lealtad, la honestidad y en si parece alguien de digno de confianza. Bucea en los antecedentes de esta persona: ¿qué ha hecho? ¿Cómo ha reaccionado a distintas situaciones? ¿De dónde viene? Trata de ser específico en estas áreas, pregunta y observa.

Es sumamente fácil que nos influencien factores que nublen nuestro juicio. Sé consciente de ello y aparta todas esas capas. Si ya lo haces, ¡eres un maestro juzgando las personalidades de los demás!

¿Eres bueno analizando la personalidad de los otros? ¿O te acabas de percatar de que permites que otros factores influencien tu manera de valorar a los demás? Si es así, practica y analiza, abstráete y juzga con precisión.

Si te ha interesado este artículo, no te pierdas:

– TEST Personalidad inspirado en el «Modelo de los 5 grandes»