En la Bolonia del en el siglo XVIII, era insólito ver a una mujer liderando investigaciones científicas, pero eso fue precisamente lo que Anna Morandi hizo, ganándose elogios de la realeza europea e incluso del Papa. Descubre su historia.

La impresionante historia de Anna Morandi, precursora del estudio de la anatomía humana

Anna Morandi se encargó de romper el llamado techo de cristal, mucho antes de que comenzara a discutirse el tema. En una época en la que los roles de las mujeres eran tradicionalmente el de madres y esposas, Morandi destacó por ser una estudiosa de la anatomía humana, siendo alabada por el mismísimo Papa por sus esfuerzos dedicados a revelar los secretos de vitalidad y la sensación ocultos bajo la piel.

Anna Morandi

Trabajando en la delicada intersección de la ciencia empírica y la representación artística del cuerpo humano, Anna Morandi ayudó a elevar su ciudad a centro de la ciencia y la cultura.

Como anatomista, Anna Morandi fue a donde ninguna mujer había ido antes, ayudando a introducir una nueva comprensión del cuerpo masculino y el desarrollo de nuevas técnicas para el examen de los órganos. Además, fue el rostro público de una sociedad científica inusual con su marido, un escultor y anatomista. Sin embargo, sufrió el destino común de las mujeres históricas en la ciencia: A pesar de su logro y la aclamación durante su vida, su papel fue borrado de la historia.

Cuando Morandi, de 26 años, se casó con el artista y escultor de cera Giovanni Manzolini en 1740, Bolonia experimentaba un resurgimiento de la ascendencia intelectual. Los políticos de la ciudad y los nobles -es decir, el Papa Benedicto XIV- trabajaban para restaurar la ciudad a su antigua gloria. Con el declive gradual de la universidad de la ciudad y la cultura intelectual, su reputación había decaído ante los ojos del mundo occidental.

Según pensaba Benedicto XVI, la manera de restaurar la fama de la ciudad italiana era invertir en la ciencia médica, particularmente la entonces «nueva» ciencia empírica de la anatomía. Antes del Renacimiento, la anatomía significaba principalmente filosofar y confiar en textos antiguos como los del médico romano Galeno, en lugar de la evidencia medible y observable de la disección humana. En el siglo XVIII, todavía había mucho por descubrir del cuerpo humano.

Anna Morandi la dama anatomista del siglo XVIII

Morandi y Manzolini crearon un camino hacia estos conocimientos. Juntos, diseccionaron cientos de cadáveres y crearon cientos más esculturas anatómicas de cera. También fueron pioneros en métodos novedosos de estudiar el cuerpo, que les permitieron crear modelos de cera detallados de sistemas de órganos individuales ideales para enseñar a los estudiantes de anatomía.

Morandi enseñó a cientos de estudiantes de anatomía con sus modelos de cera y de su propio Cuaderno Anatómico, que contenía 250 páginas manuscritas de instrucción, notas y descripciones de los correspondientes modelos de cera.

Anna Morandi, modelos de cera

A diferencia de otras parejas científicas, Morandi era la cara pública de su operación. Como una mujer que sin esfuerzo manejaba cadáveres y recreaba hábilmente la vida con cera, era objeto de gran intriga en Bolonia y en el extranjero. Morandi atrajo turistas internacionales que visitaban su estudio para ver y oír a la Dama Anatomista, e incluso llamó la atención de la emperatriz Catalina la Grande, quien le pidió a Morandi que formara parte de su corte (una petición que Morandi declinó por razones desconocidas).

Sin duda, una mujer sabia y revolucionaria en su época, cuyo papel por suerte hemos podido recuperar.

¿Qué te ha parecido su historia?

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Imágenes: Wikimedia Commons