¿Acaso existe la reencarnación? A día de hoy desconocemos qué ocurre cuando uno llega a su final, cuando la muerte cubre con su manto de oscuridad nuestros ojos y nos lleva al lado de nuestros seres queridos. En la sociedad del Antiguo Egipto, se creía que las personas comenzaban a vivir otra vida, pero en un nuevo mundo. Ahora, nos preguntamos si empezamos quizá una nueva vida, en otro cuerpo y en otro país. Eso es lo que nos explican las personas que aceptan y defienden la reencarnación, como es el caso de Cameron Macaulay. Un enfoque, para algunos, esperanzador, donde diversos testimonios nos aportan historias tan increíbles como desconcertantes, en Supercurioso te contamos una de ellas. ¡Acompáñanos!
La historia de Cameron Macaulay
Que un niño de solo tres años le hable a su madre de su «otra mamá», no es nada normal. Cameron Macaulay empezó desde muy temprano a explicar a la gente de su alrededor cómo era su otra vida, con tranquilidad y sin contradicción alguna, relataba cómo era esa «otra mamá», una mujer cariñosa de cabellos largos. Incluso, algunas veces, llegaba a describir también cómo era la casa en la que vivía, lejos, muy lejos de Glasgow: blanca, grande y cerca de un lugar donde iban y venían aviones.
Seguro que puedes imaginar lo que algo así puede suponer para unos padres. Aunque en un principio la madre de Cameron Macaulay lo atribuyó a una imaginación desbordante, las dudas se volvieron más inquietantes cuando, a medida que crecía, los detalles se iban volviendo más definidos, más claros… La «otra casa» de Cameron estaba en la Isla de Barra, en Escocia.
El niño decía que le encantaba ir a jugar a la playa, un lugar tranquilo donde el viento solía acariciar el cabello de su madre. En algunos casos, Cameron Macaulay llegaba a ser tan preciso con sus descripciones cuando se trataba de su hogar, que sorprendía a todos. Conocía con precisión cada lugar, describía, por ejemplo, que la casa tenía tres baños y que siempre lo acompañaba un perro blanco y negro al que quería mucho, así como también un coche negro que tenía la familia. Podríamos preguntarnos incluso, si estas no son suficientes pruebas de reencarnación porque justamente su madre se lo preguntó en su momento.
No obstante, había algo que lograba conmover aún más a la madre de Cameron Macaulay; en sus narraciones él tendía a recordar con especial tristeza a su padre, un hombre con el cabello de punta, vaqueros rotos y rostro amable. Un hombre que falleció «por no mirar a ambos lados de la calle», su nombre era Shane Robertson.
Aquello no era normal, la madre de Cameron no podía soportar más aquella situación, en especial porque veía a su hijo sufrir por unos recuerdos que, en realidad, nunca había vivido. Fue entonces cuando llamaron a Jim Tucker, director médico de la Clínica de Psiquiatría Infantil y Familiar de la Universidad de Virginia, un hombre especializado en tratar a niños que recuerdan vidas pasadas. Entre sus obras cabe destacar, por ejemplo, su libro «Vida antes de la vida: Los niños que recuerdan vidas anteriores». Un hombre reputado que no dudó un momento en conocer en persona al pequeño Cameron Macaulay.
El viaje a la vida anterior
Tras hablar durante varios días con el pequeño Cameron Macaulay, el doctor Jim Tucker no lo dudó: debía llevarse al niño y a su madre a la Isla de Barra para averiguar si todo lo explicado por el niño era real; tras contarle el plan a la madre, ella accedió inmediatamente, ambos estaban ansiosos de comprobar si todo lo que decía un niño de tan solo 6 años era real.
Puede que te preguntes de qué modo pudieron empezar a buscar a esa otra familia de Cameron Macaulay… La isla no es especialmente grande, pero existen emplazamientos muy similares al descrito por Cameron: una casa blanca al lado de la playa, y a demás el dato tal vez más preciado, el nombre de su padre Shane Robertson…
Como era de esperarse, al llegar a la costa de la isla encontraron la playa, y la gran casa blanca que tantas veces había descrito Camero Macaulay, no obstante, el niño se llevó un trago amargo al ver que su hogar no estaba en las mismas condiciones en que lo había visto por última vez. La casa yacía al lado de la playa completamente deshabitada, se notaba que los años habían pasado y nadie la había recorrido.
Aun así, el niño pudo enseñarle a su madre y al doctor su habitación, sus rincones secretos, los parajes que solo él conocía. No obstante, a pesar de la excitación por volver a la que había sido su casa, Cameron vivió aquella experiencia con gran tristeza. No llegaba a comprender que el punto temporal donde se situaban sus recuerdos eran los años 60. Habían pasado muchos años. El tiempo había pasado y apenas quedaba vestigios de ese mundo al que él había pertenecido.
Al no encontrar personas allí, se vieron obligados a consultar el registro civil de la isla, y con ayuda de un historiador, lograron al instante dar con los nombres que habitaban aquella casa. Y todo encajaba, desde luego. La casa, el perro, un coche negro de la familia, una pista de aterrizaje cercana… Lo único que no cuadraba en la historia de Cameron Macaulay era lo que más dolor le causaba: allí había vivido la familia Robertson en los años 60, por supuesto, pero no existía ningún Shane Robertson, ningún hombre había fallecido en un accidente de tráfico tal y como recordaba el niño.
Cameron Macaulay volvió a su casa y a su existencia normal, tranquilo por haber demostrado que lo que sentía era real y que, de algún modo, había entrado en contacto con la que fue su otra vida. Los interrogantes que aún permanecen en su mente, tal vez, los resuelva con el paso del tiempo. Una historia increíble que la BBC recogió en varios documentales que te invitamos a descubrir. Ahora cuéntanos: ¿Crees en la reencarnación?, o por el contrario, ¿piensas que es una cosa más psicológica?
Si esta historia te ha atrapado, no te pierdas algunas de las historias más increíbles sobre abducciones extraterrestres, cada una de ellas tiene el toque perfecto de misterio y curiosidad.
Otros casos de reencarnación
Definir si existe la reencarnación no sería posible sin testimonios reales, en los que personas de todas las edades en el mundo cuentan su experiencia. En Supercurioso, hemos trabajado algunos de estos casos, por ello te los dejamos acá para que los puedas consultar. Créenos, cada caso es realmente particular…
- Las gemelas Pollock, la reencarnación de un trágico accidente.
- Shanti Devi, el caso de reencarnación que sorprendió a toda India.
- El caso de Shankar, la reencarnación de un asesinato.
- La reencarnación de Sam, el niño que dice ser su propio abuelo
- Dorothy Eady, la reencarnación de un habitante del Antiguo Egipto.
- Jenny Cockell, la reencarnación de una amorosa madre.
- Luke Ruehlman, el niño que reencarnó en una mujer afroamericana.