Cuando hablamos de qué es el albinismo, generalmente se nos vienen a la mente esas personas de piel, cabello y pestañas blanquísimas, con su extrema sensibilidad al sol. Pero la realidad es que este raro trastorno no solo aparece en los seres humanos, sino también en los animales. De hecho, son muy variadas las especies que lo han padecido. Entre todas ellas, especial atención merece el gorila Copito de nieve, quien durante su vida fascinó a los visitantes del Zoológico de Barcelona. Ya de por sí, los gorilas son animales imponentes, que con su fisionomía capturan el asombro de todo el que tiene la posibilidad de verlos en persona. Pero… ¿Te imaginas lo extraordinario que puede haber sido ver con tus propios ojos al único gorila albino que ha existido? Hoy en Supercurioso te contamos su historia.

El Albinismo en animales

En primer lugar, entendemos el albinismo como una enfermedad que genera alteraciones genéticas del sistema de pigmentación o de la melanina de la piel, en los folículos pilosos y en los ojos (iris y coroides). Los animales albinos sufren de una diferenciación que muchas veces los condena a vidas cortas o a ser aislados de sus manadas. Entre las especies que lo sufren, tenemos los tigres, los mapaches, los cocodrilos o las serpientes. En el caso de los primates también han existido referencias de albinismo. De hecho, nuestro gorila albino no es el único entre primates. Alba, la orangutana albina, también es una alucinante referencia de este trastorno en el mundo animal. Pero la historia del gorila Copito de nieve es sin duda especial. Acompáñanos a conocerla.

La historia del gorila Copito

El Zoológico de la ciudad de Barcelona fue el hogar en el que el gorila Copito de nieve vivió su vida entera. Allí se convirtió en la atracción principal y en uno de los gorilas más célebres de todo el mundo. Pero su nacimiento ocurrió muy lejos de aquellas tierras. Fue el primero de octubre de 1966 cuando un grupo de agricultores, asediados por la pérdida de sus cultivos de plátano y café, mataron a una hembra de gorila que se los comía. Aquello ocurrió en la selva de Nkó, en la provincia de Río Muni, Guinea Ecuatorial, entonces Guinea Española.

Entonces, una vez se acercaron al cadáver, hallaron a un gorila albino, una pequeña cría aún abrazada al cuerpo de la madre. Uno de los agricultores, llamado Benito Manié, se llevó al pequeño a su casa. Le puso por nombre Nfumu Ngui, que significa gorila blanco en lengua fang. El siguiente paso en la historia del gorila Copito de nieve fue su llegada al centro del Ikunde. La adaptación del gorila albino a la vida en cautiverio fue bastante buena. Pronto empezó a relacionarse con los humanos de manera amistosa. Entonces fue enviado al Zoológico de Barcelona, desde donde sería presentado a la prensa local.

1. La vida del gorila albino en Barcelona

Muchos dicen que los animales no deberían estar en cautiverio, pues no hay mejor vida para ellos que la que les ofrece el entorno natural. Pero en el caso de animales exóticos como el gorila albino, el cautiverio puede ser la única oportunidad de vida. En especial cuando se enfrentan a cazadores desmedidos, que buscan su cabeza como trofeo. La vida del gorila Copito de nieve en el zoológico fue bastante apacible. Durante los 11 primeros meses de estancia en Barcelona, Copito de Nieve vivió en el piso del Eixample del doctor Roman Luera i Carbó, entonces veterinario del Zoo.

Allí era atendido por la esposa del doctor, que se encargaba de todas las crías de gorilas. La vida social y reproductiva del gorila albino también fue rica. Durante los 36 años que Copito vivió en el Zoo de Barcelona, llegó a tener veintiún hijos con tres hembras diferentes. Tuvo siete crías con una hembra llamada Ndengue. Nueve más con la gorila Bimvili. Y por último, cinco con Yuma. En sus años de existencia, también llegó a ser abuelo de dos crías, llamadas Nimba y Batanga. Ninguno de sus descendientes heredó el albinismo.

2. Su reconocimiento mundial

Para todo el que visitaba el Zoológico, ver al gorila albino era el punto más importante. De hecho, el ejemplar ya se había convertido en toda una celebridad regional. Pero la explosión de su fama a escala internacional ocurrió en marzo de 1967. Fue entonces cuando se publicó un artículo en la reconocida revista científica National Geographic, que se titulaba «Copito de Nieve, el primer gorila blanco del mundo». Desde entonces, nuestro amigo albino pasó a ser una referencia mundial del reino animal exótico.

3. ¿Por qué Copito de nieve era albino?

Ya hemos visto que el albinismo se produce cuando falta la melanina en las células que dan pigmentación a la piel y a los ojos. El que sufría el gorila albino era parecido al de los humanos. Se trataba del albinismo oculocutáneo, subtipo 1A, que afecta al tejido cutáneo y ocular y provoca una especial sensibilidad a los rayos ultravioleta solares. Este es un rasgo hereditario y recesivo. Las parejas con las que Copito tuvo crías siempre fueron no albinas, por lo que la probabilidad de tener descendientes albinos es baja, como, en efecto, nunca sucedió que tuviese una cría albina.

Entonces, según científicos del Instituto de Biología Evolutiva, la Universidad Pompeu Fabra y el Centro Superior de Investigaciones Científicas en España, la causa del albinismo del gorila Copito de nieve habría sido la endogamia. Para que se produzca el albinismo en un individuo, ambos progenitores deben ser portadores de la mutación del gen SLC45A2, y la única forma de que esto ocurra es cuando se produce el cruce entre miembros de una misma familia. Esto les hizo pensar, después del estudio de varias posibilidades de cruce genético, que los padres de Copito eran tío y sobrina.

Finalmente, el entrañable gorila albino murió en el año 2003, a consecuencia de una afección de la piel muy grave. Aunque ya no está entre nosotros, su nombre y alucinante estampa permanecerá en el recuerdo. Y si tú eres también un declarado amante del mundo animal, no te pierdas esta selección de las más encantadoras frases de animales. ¡Nos encontramos en un próximo artículo supercurioso!