El tinte mágico y religioso que evoca en su materialidad refleja algo del lujo que, a comienzos del siglo XX, era tan valorado en Viena. Pero no es únicamente por eso que la historia de El beso de Gustav Klimt ha llegado a nuestros días… La pintura expuesta en la Galería Austriaca no solo es una de las pinturas más hermosas del mundo, es también una de las más divulgadas (junto con la Gioconda). En Supercurioso creemos que ha llegado el momento de develar algunas de las curiosidades más impactantes de El beso que Klimt perpetuó. ¿Quieres conocerlas? Entonces, ¡continúa leyendo! 😉
La historia detrás de El beso de Gustav Klimt
¿Cómo concibió Klimt El beso? ¿Acaso fue un sueño materializado de él con Emilie Flöge?, o tal vez, ¿es la representación de Eros en todo su esplendor? La respuesta aún nadie lo sabe, porque las curiosidades de El Beso junto con la historia jamás salieron de la boca de Gustav Klimt… Han sido los historiadores del arte quienes realmente, tras casi 120 años han sacado a la luz importantes descubrimientos. ¡Descubrimientos que hoy te contaremos!
El inicio de nuestra historia es obvio, El beso es la obra más popular de Klimt y de los cuadros más famosos del mundo. Con unas medidas de 180 x 180 centímetros, hace que su presencia en cualquier lugar sea poderosa. En este momento apenas si se sabía quién era Gustav Klimt que, entre muchas otras cosas, desempeñó un papel clave en aquellos progresistas acontecimientos en la famosa Viena Imperial, ya veremos por qué.
Aun así, lo que nos compete es la historia de El beso que Gustav Klimt reconoció como el punto culminante de su conocido «periodo dorado». Una especie de broche final de los estudios que llevaba trabajando desde hace años, como el Friso Beethoven (1902), el Friso Stoclet (1905-1911) y la industria alegórica de 1895 sobre El amor, dibujada 12 años antes y que constituyó en un fuerte referente para El beso.
No se trata de aquellas pinturas con mensajes ocultos, ni tampoco se cree que tenga los grandes secretos escondidos de las obras de arte; para nada. En cambio, de las curiosidades de El beso que representó Klimt, más bien se puede hablar de una comprensión más profunda, mágica, si así lo quieres ver, de la unión mística entre el amor espiritual y el amor erótico, y la fusión (que muchos han mencionado) del individuo con el cosmos.
Es momento de llevarte a un viaje por la historia que materializó Gustav Klimt a través de El beso, te invitamos a descubrir todas y cada una de las curiosidades que nos dejó apenas perceptibles y que, gracias a la revisión con lupa, hoy podemos encontrar. ¿Preparado?
Curiosidades de El beso, el amor y la pasión
1. La energía femenina y masculina
Gustav Klimt nos presenta a una pareja de amantes sobre un fragmento de césped lleno de flores, un pequeño resto de tierra que funciona como base, pero que tal vez representa la posibilidad de un fracaso en el abismo que se abre en el lado de la mujer. Aun así, unidos se yerguen convirtiéndose en una unidad rodeados por una aureola dorada y un infinito cosmos.
Tan solo sus rostros, las manos y los hombros y los pies de la mujer se pueden apreciar en detalle. Pero… ¿Qué historia nos cuenta El beso de Gustav Klimt? La respuesta está en los detalles, son las figuras ornamentales de la manta dorada la que nos da la pauta.
Por un lado, los círculos expresan suavidad y ternura (que remite iconográficamente a la energía femenina), mientras que, el hombre se encuentra cubierto por estructuras rectangulares blancas y negras que contrastan entre sí y que dan la sensación de fuerza y angulosidad masculina. De todas las curiosidades que podemos resaltar en El Beso de Gustav Klimt, la que predomina como idea creadora es: el principio de los sexos.
2. El origen de una idea
¿Alguna vez te has preguntado qué ver en Italia? Pues si Klimt estuviera vivo te diría sin pensarlo dos veces que fueras a los Mosaicos bizantinos de Rávena en la basílica de San Vital. Para él, esta es una de las pocas maravillas arquitectónicas y pictóricas verdaderamente extraordinarias del siglo VI en Europa. Es por esto que no debes sorprenderte si te decimos que el inicio de la historia de El beso de Gustav Klimt comienza aquí.
De acuerdo con la historiadora Laura Payne, «El Beso fue la respuesta artística de Gustav Klimt a los mosaicos que vio en Rávena, porque son estos no solo los que lo impresionaron sino que también motivaron a la creación de la obra».
3. ¿Quiénes aparecen en la pintura?
Otra de las grandes curiosidades que dejó plasmada Klimt en El beso, hace referencia a la identidad de los protagonistas… Este tema ha sido realmente controversial en especial porque Klimt nunca hizo comentarios al respecto. No obstante, muchos sospechan que es un autorretrato del artista con su pareja de toda la vida, Emilie Flöge.
La pareja de Klimt, Emilie, era una mujer segura y moderna que dirigía un exitoso salón de moda en Viena junto con sus hermanas. Sin embargo, esta teoría es apenas una especulación... ¿Tú qué opinas?
4. Una alusión a la virilidad
Si te fijas bien, hay una cosa que la historia de El beso jamás nos dice sobre Gustav Klimt. ¿Logras adivinarlo? Bueno… Al mirar el cuadro verás detrás de las figuras la aureola, una forma que ha sido descrita como «torreada», «campaniforme» o «apenas comprensible»; no obstante, lo más acertado sería decir que se trata de una forma fálica, lo que en realidad, no es nada extraordinario en las obras de Klimt.
Es entonces, una de las curiosidades de El beso de Klimt que tuviera en la unión del hombre y la mujer, una forma implícita de un pene, el símbolo por excelencia de la masculinidad.
5. No es un cuadro en honor al amor
Pese a todo lo que se ha dicho sobre la historia de El beso de Gustav Klimt, en realidad, muchos teóricos y especialistas aseguran que el cuadro está muy alejado de la idea del amor. Así lo asegura Gottfried Fliedl, quien recuerda que: «el abrazo parece más una metáfora del triunfo de Eros que una imagen de la unión; una regresión petrificada en sí misma en la que ambos sexos han dejado de percibirse a sí mismos y al mundo que los rodea».
Si vemos la historia de Klimt no solo con El beso, sino también con el resto de sus cuadros, nos damos cuenta de que casi siempre muestra a las parejas en un abrazo petrificado y en un estado de ensoñación que los aísla demasiado.
Esperamos que estas curiosidades sobre El beso de Gustav Klimt te hayan sorprendido, pero en especial, te sirvan para explorar un artista innovador y vanguardista de la época. Si quieres conocer más sobre el mundo del arte, te invitamos a descubrir quiénes fueron los protagonistas de El beso de Rodin. ¡No te lo pierdas!