La guerra psicológica se define como «el empleo planificado de la propaganda y de la acción psicológica orientadas a direccionar conductas, en la búsqueda de objetivos de control social, político o militar, sin recurrir al uso de la armas, o en forma complementaria a su uso». Aunque como técnica psicológica también se utiliza en la actualidad fuera del campo estrictamente militar, nos referiremos a la que se conoce como «guerra sin fusiles». Ésta busca como fin minar la moral del enemigo y tiene dos vertientes: una que afecta a los combatientes y otra, política, que se dirige a la población civil. Acompáñanos a conocer 5 casos de guerra psicológica desde los egipcios a la actualidad.
5 Casos de Guerra Psicológica
Desde la prehistoria una parte de la guerra se ha basado en infundir terror en el enemigo. Si rememoras películas ambientadas en siglos pretéritos, recordarás seguramente que los ejércitos enemigos se insultan, se gritan e intentan hacer el mayor ruido posible entrechocando sus armas con tal de intimidar al adversario, sin embargo, la guerra psicológica no quedó ahí y en cuanto el ser humano comprendió que podía vencer con el terror, en ocasiones sin iniciar siquiera la batalla, empleó métodos atroces para conseguirlo. Las masacres, crueldades y otras atrocidades, forman parte de la guerra psicológica desde el inicio de la historia de la humanidad, aunque no recibiera este nombre hasta finalizada la Primera Guerra Mundial.
Batalla de Pelusium
En el año 525 a.C. tuvo lugar la Batalla de Pelusium. Pelusium o Pelusio era una ciudad del Bajo Egipto a cuyas puertas se enfrentaron persas y egipcios. Cambises II, sabedor de que en esa zona de Egipto reinaba un joven e inexperto faraón, decidió conquistar el país. Las tropas del rey persa vencían con facilidad cuando un numeroso grupo de soldados egipcios se refugió en la fortaleza de Pelusio.
Cambises no estaba dispuesto a enfrentarse a un largo asedio y cambió de táctica, optando por la guerra psicológica. Sabedor de que los gatos eran sagrados en la ciudad y que en ella se reverenciaba a la diosa Bastet (representada por una mujer con cabeza de gato), ordenó a sus soldados capturar todos los felinos que pudieran. Los colocaron en las catapultas y los lanzaron al interior de la ciudad. Los egipcios, horrorizados ante la muerte de los gatos al ser catapultados, se rindieron sin presentar batalla.
Alejandro Magno
La guerra psicológica que llevó a cabo Alejandro Magno en los territorios conquistados fue mucho más sutil. Para perpetuarse como conquistador utilizó la integración y la asimilación cultural. Convenció a las élites locales para que asumieran la cultura griega y participaran en la administración y a la vez dejó en cada ciudad conquistada un grupo de sus hombres para que acabasen con los disidentes y a cambio de cuantiosas dotes se casaran con mujeres del lugar. De esta manera, en muchos lugares se llegó a una asimilación cultural y no fue necesario el uso de la fuerza para dominar a la población.
Gengis Khan
Gengis Khan en el siglo XIII utilizó métodos más drásticos de guerra psicológica. El emperador mongol intentaba derrotar al enemigo sin batallar con él. Pensaba que era mejor un acuerdo que la lucha. Sus generales exponían las condiciones a los enemigos capturados antes de la derrota final, si se rendían se respetaban los acuerdos, si persistían en la lucha, los supervivientes eran masacrados.
Las noticias llegaban a los lugares antes que sus tropas y en muy pocos lugares encontraban resistencia. Además Gengis Khan utilizó otros métodos curiosos para aumentar el terror psicológico en el enemigo: en las operaciones nocturnas cada uno de sus soldados llevaba una antorcha encendidas por lo que el ejército parecía mucho mayor. También ataba ramas a las colas de los caballos en las zonas secas para que se levantara una gran polvareda que parecía predecir la llegada de un gran ejército, cuando no lo era realmente, o fabricaban las flechas de tal manera que silbaban de una manera terrorífica cuando eran disparadas.
Lady Carcas
Los cercos de ciudades era algo muy común en las guerras de la antigüedad y estas podían quedar sitiadas durante años. Una de las tácticas utilizadas para desmoralizar al atacante era dejar salir por las puertas de la villa algunos animales bien cebados, para que pensasen que tenían alimentos suficientes para resistir mucho tiempo más y abandonasen el sitio.
En el siglo VIII, Lady Carcas, una princesa sarracena, lanzó un cerdo alimentado con trigo por encima de las murallas de su ciudad para demostrar que tenían abundantes provisiones. Los francos abandonaron el sitio que ya duraba más de 5 años. Dice la leyenda que en honor de esta valiente mujer, la ciudad que salvó se llamó Carcasona.
Primera Guerra Mundial
A partir de la Primera Guerra Mundial empezó a utilizarse la guerra psicológica tal como la entendemos hoy. La propaganda fue fundamental en la victoria. Los británicos fueron maestros en ese arte y entre otras cosas dejaron caer en las trincheras alemanas miles de panfletos que contenían escritos de prisioneros germanos hablando de las buenas condiciones en las que estaban, críticas al káiser y a sus generales o falsos avisos de rendición.
Hitler atribuyó parte de la derrota alemana en la Primera Guerra al uso de la guerra psicológica por parte de los británicos y utilizó el mismo sistema de propaganda masiva para influir en las mentes de sus conciudadanos y llevarlos convencidos hacia sus ideas.
Guerra del vietnam y Guerra de Irak
En la Segunda Guerra Mundial, la guerra psicológica se desarrolló por completo y posteriormente fue utilizada en otros conflictos. En la Guerra del Vietnam, por ejemplo, sabiendo que las tropas del Vietcong solían ser supersticiosas, emitían durante la noche cintas grabadas con sonidos humanos distorsionados para que los soldados vietnamitas pensaran que eran los enemigos muertos que volvían para vengarse.
En la Guerra de Irak, los estadounidenses utilizaron un sistema de guerra psicológica llamada «Shock y pavor» que consistía en unas demostraciones espectaculares de fuerza y medios de manera que el adversario pensara que no tenía nada que hacer frente a tal cantidad de recursos y abandonara la lucha.
¿Sabías que la guerra psicológica, aunque no recibiera este nombre, era tan antigua? ¿Conoces más casos? ¡Compártelos con nosotros!