Las cábalas sobre un futuro robótico ejercen un poder de atracción que se ha multiplicado a lo largo de los últimos tiempos, por lo que han ido adquiriendo una mayor presencia en artes tales como el cine y la literatura. “Blade Runner”, “Terminator” o “Yo, Robot” son sólo algunos de los muchos títulos con los que nos encontramos ya sumamente familiarizados. Todos ellos englobados en la categoría de ciencia ficción, por supuesto. Pero, ¿se alejan tanto de la realidad o es algo que nos conviene creer?
¿La Inteligencia Artificial aniquilará a la especie humana?
Ateniéndonos a la opinión del neurocientífico y filósofo Sam Harris, el desarrollo de la Inteligencia Artificial terminará escapando de nuestro control y supondrá una amenaza para la raza humana; ya hemos construido una inteligencia limitada en nuestras máquinas y éstas son incluso capaces de desarrollar una inteligencia con la suficiente flexibilidad como para abarcar múltiples campos. Por ello, el experto recalca que no es necesaria una mejora radical en nuestras investigaciones, sino que basta con seguir con los avances habituales para ser conducidos irremediablemente hacia nuestra propia aniquilación.
Hace también especial hincapié en nuestra falta de conciencia. Estamos tan acostumbrados a la ficcionalización del tema que en nuestra imaginación únicamente tiene cabida una guerra de robots gigantescos contra humanos, por lo que tendemos a tildar de inverosímil dicha situación y somos incapaces de reunir una respuesta emocional adecuada a las consecuencias que están por venir y que todavía desconocemos.
Sin embargo, será una guerra muy distinta a la interiorizada en nuestras mentes; las máquinas no se volverán espontáneamente malévolas, sino que acabarán desarrollando una inteligencia general que superará a la nuestra, siendo capaces de continuar su perfeccionamiento por sí mismas y apartándonos de su proceso de mejora. Y es que los circuitos electrónicos funcionan un millón de veces más rápidos que los bioquímicos, por lo que las máquinas piensan un millón de veces más rápido que las mentes que las construyeron; la acción de una máquina a lo largo de una semana equivaldría a 20.000 años de desarrollo humano.
De esta forma, se producirá irremediablemente una divergencia cada vez mayor entre sus objetivos y los nuestros, ocasionando la destrucción de la civilización humana tal como la conocemos en la actualidad. Para que nos hagamos una idea más gráfica y clarificadora, Harris establece una similitud entre el modo en que los seres humanos tratamos a las hormigas y la forma en la que las máquinas acabarán tratándonos a nosotros, siendo capaces de aniquilarnos sin un ápice de remordimiento.
Incluso poniéndonos en el mejor de los casos, si lográramos desarrollar una Inteligencia Artificial segura, esto supondría el final del trabajo humano más soporífero y, a su vez, también del trabajo intelectual. Ante este panorama, el ser humano se rendiría al ocio mientras ve desplomarse su sistema político y económico, siendo testigos de una desigualdad sanitaria y de desempleo nunca antes experimentada.

Ni siquiera estamos hablando un futuro lejano. Según Harris, los investigadores de la Inteligencia Artificial usan el pretexto del tiempo (hablando de unos 50 o 100 años) con una finalidad tranquilizadora, pero el neurocientífico parece tener claro que ni siquiera 50 años son suficiente tiempo como para desarrollar unas condiciones necesarias que nos permitan encarar la supremacía de la Inteligencia Artificial.
¿Qué opinas tú? ¿Crees que realmente pereceremos, superados por una Inteligencia creada por nosotros mismos?
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