Se supone que los objetos no son más que eso: simples cosas, funcionales y sin un atisbo de vida. Pero, aunque no lo creas, se han reportado casos de cosas malditas que te garantizamos que no querrás cerca. Se trata de objetos que parecen estar rodeados de energías oscuras, o al menos de hechos extraños que hacen pensar que están poseídos o dominados por fuerzas malignas. Hoy en Supercurioso nos hemos puesto a investigar en temas tenebrosos, y te contamos la historia de los objetos malditos más temibles de la tierra. ¿Nos acompañas…?

Los objetos malditos que querrás tener siempre lejos

1. La estatua de “Las mujeres de Lemb”

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Iniciamos nuestro recorrido por las peores cosas malditas de la historia con la estatua de “Las mujeres de Lemb”. Fue en 1878, cuando se descubrió una estatua en la isla de Chipre, un ídolo de la fertilidad que podía datar del 3500 a.C.

Posteriormente, la estatua sería apodada como “la Diosa de la Muerte” y quizás la serie de sucesos funestos que vamos a mencionar justifique el nombre.

  • Su primer dueño fue Lord Elphont, y en los seis años a partir de su adquisición murieron él y seis miembros más de su familia, en circunstancias poco claras.
  • Los siguientes poseedores de la estatua sufrieron destinos similares: Ivor Manucci y Lord Thompson-Noel; ambas familias sufrieron un número inusual de muertes, algunas en condiciones sospechosas.
  • El siguiente propietario fue Sir Alan Biverbrook y tanto él como su esposa y dos de sus hijas murieron en extrañas circunstancias, aunque dos de sus hijos lograron sobrevivir y donar la estatua al Museo Real de Edimburgo.
  • Allí tampoco concluyó la serie de hechos funestos que erigen a esta estatua entre los peores objetos malditos. Poco después de su adquisición, uno de los empleados encargados de la sala donde estaba la estatua también falleció de forma misteriosa.

2. Annabelle

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Y entre los objetos malditos, la muñeca Annabelle es de los más famosos, en especial gracias al cine de terror. Ahora, debemos destacar que su historia no es producto de las fantasías del séptimo arte.

En 1970 una mujer regaló a su hija, Donna, una muñeca marca Raggedy Ann. Donna era estudiante de enfermería y compartía su habitación con otra muchacha, Angie, y a los pocos días ambas comenzaron a notar que algo raro pasaba con la muñeca: se movía de lugar, aparecían mensajes de ella pidiendo ayuda y, una vez descartada la posibilidad de que se tratase de bromas de otras estudiantes hizo que acudieran a un psíquico.

Este les dijo que se trataba del espíritu de una muchacha que quería permanecer en la residencia, pero posteriormente otros “especialistas”, los parasicólogos Ed y Lorraine Warren, determinaron que se trataba de un espíritu maligno. La muñeca se encuentra en el Museo de lo Oculto, en Connecticut, apartada como una de las peores cosas malditas de la historia.

3. La silla de la muerte

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Sumamos a las más tenebrosas cosas malditas, la silla de la muerte. A principios del siglo XVIII un asesino confeso y condenado a la horca, Thomas Busby, pidió como último deseo comer y beber en su pub favorito en Thirsk, Inglaterra. Lo que se cuenta es que al levantarse maldijo la silla, deseando que todo aquel que se sentase en ella muriera en las horas siguientes. Desde entonces se han achacado a esta silla numerosas muertes y se dice, por ejemplo, que durante la Segunda Guerra los pilotos que se sentaron en ella no volvieron de sus misiones.

También se cuenta que en 1967 dos pilotos se sentaron en ella y poco después de salir del pub murieron en un accidente automovilístico. Finalmente el dueño del pub donó la silla al Museo de Thirsk, donde se encuentra colgada a cierta altura en la pared, para evitar que se sienten en ella.

4. El espejo embrujado

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Se dice que Myrtles Plantation es una de las casas más embrujadas de los Estados Unidos. Se ubica en una plantación de Luisiana fundada en 1796 y hoy en día funciona como una posada (“Bed and breakfast”). En su interior se encuentra el siguiente de los objetos malditos de nuestra lista: un espejo donde se cree que están atrapadas las almas de Sara Woodruff y sus hijos.

La leyenda cuenta que Sara y sus hijos murieron envenenados y que, cuando estaban velando sus cuerpos, olvidaron tapar los espejos, quedando atrapadas sus almas en uno de ellos. La posada adquirió el espejo en 1980, y algunos huéspedes han comentado haber visto sombras en el fondo, y huellas de manos de niños marcadas en la superficie del espejo.

5. La pintura maldita

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En 1972 el pintor californiano Bill Stoneham pintó un cuadro que tituló “The Hands Resist Him” (“Las manos lo aguantan”), una obra de carácter surrealista en la que un niño, acompañado por una muñeca que es casi de su tamaño, se encuentra parado delante de una puerta de cristal, tras la cual pueden observarse unas manos y una luna.

La leyenda, quizás con cierto apoyo del pintor, se inició con las muertes del galerista y el primer crítico que la evaluó durante el primer año de haber sido expuesta.

La pintura fue adquirida por el actor John Marley. Luego, la adquirió una pareja que, años después, la subastó en eBay, ya con un aura oscura e historias que mencionaban que el niño, a veces, abandonaba el cuadro y que a su alrededor pasaban cosas extrañas.

Se ganó fama como una de las cosas malditas más aterradoras del mundo. Se dice que aun a través de internet el cuadro logra trasmitir malestar e inquietud, aunque esa no fue la intención original del artista.

6. La caja dibbuk

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Y cerramos nuestro listado de los peores objetos malditos de la historia con la caja dibbuk. Este nombre se ha dado a un mueble para guardar vino cuyo interior está habitado por un “Dibbuk”, una especie de espíritu maligno según el folklore judío. El mueble pertenecía a una mujer judía-polaca que logró sobrevivir al holocausto, viajó con algunos muebles a España y de allí a Estados Unidos, donde murió en 2001, a los 103 años.

Fue subastado en Portland y adquirido por un anticuario que empezó a averiguar su historia a través de una nieta de la anciana, que se negó a recibir el mueble de vuelta.

A partir de allí comienzan los sucesos extraños: tanto el anticuario como todos los que tenían algo que ver con el mueble sufrían pesadillas, sentían olores fuertes, como orina de gato, y creían ver sombras cuando estaban cerca de él.

Finalmente, decidieron deshacerse de la caja subastándola y actualmente su dueño es el director de un museo en Misuri, Jason Haxton, quien dice no creer en la historia en torno al mueble, aunque de vez en cuando tiene pesadillas.

Como verás, estas cosas malditas tienen un sinfín de leyendas tejiéndose a su alrededor, y aunque todas son incomprobables, somos muchos los que preferimos mantenernos alejados.

Y tú, ¿Conocías las historias de estos objetos malditos? ¿Sabes de algún otro? Anímate a dejarnos tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte! Y si estos temas llaman tu atención, te dejamos con el artículo en el que te contamos la historia de la maldición de “El exorcista”. Tampoco te pierdas estas historias de maldiciones reales. ¡Hasta la próxima!