Apolo fue uno de los principales dioses del Olimpo. Sus padres fueron Zeus y la ninfa Leto y su hermana gemela Artemisa. En Supercurioso os hemos hablado de este importantísimo dios en el artículo: El dios Apolo. Casi tan venerado y temido como Zeus. ¿Sabes quién era? En esta ocasión queremos centrarnos en una de sus facetas más curiosa: sus líos amorosos. Acompáñanos a descubrir a los amantes del dios Apolo, hombres y mujeres a los que sedujo y sus mitos.
Los amantes del dios Apolo, tanto masculinos como femeninos fueron muy numerosos y sus historias no suelen tener un final demasiado feliz. Hemos elegidos los mitos más significativos para relatártelos. ¡Esperamos que te gusten!
Los amantes del dios Apolo
Amantes del dios Apolo masculinos
Apolo, lo mismo que la mayoría de dioses griegos tenían tanto amantes masculinos como femeninos. Cipriaso y Jacinto fueron los dos jóvenes varones más importantes en la vida de Apolo.
Mito de Apolo y Cipariso
Cipariso era un joven al que por su belleza e inocencia persiguieron varios dioses, pero él únicamente entregó su amor a Apolo. El dios del sol regaló a su amado Cipariso uno de sus ciervos sagrados y desde aquel momento el animal acompañó al joven continuamente haciéndose inseparables. Apolo también enseñó al chico a disparar el arco y a cazar con jabalina. Desgraciadamente, un día en que se estaba ejercitando, por error la jabalina disparada acertó en el ciervo equivocado y Cipariso mató a su mascota. Cipariso, roto por el dolor, pidió a Apolo que le concediera un deseo: poder llorar para siempre a su difunto amigo. Apolo, que lo amaba profundamente, se lo concedió y lo convirtió en un ciprés. Desde entonces este árbol representa la tristeza y el dolor por la pérdida de los seres queridos y se planta en los cementerios.
Para muchos autores modernos la relación entre Apolo y Cipariso es un reflejo de la aceptación social que tenía en la Grecia clásica la pederastia.
Mito de Apolo y Jacinto
Jacinto era un bellísimo joven hijo del rey de Macedonia y la musa Clío. Como en el caso de Cipariso, varios dioses y seres mitológicos se disputaban su amor, pero él prefirió a Apolo. Una de las actividades que más le gustaban era el lanzamiento de disco. El mito cuenta que Céfiro, el dios del viento del oeste, celoso porque había preferido al dios del sol, desvió el disco que el joven había lanzado e hiriéndolo en la cabeza lo mató. Hades, el dios del inframundo, acudió a llevarse al chico, pero Apolo se lo impidió y de la sangre derramada de su herida hizo brotar una flor: el jacinto.
Amantes del dios Apolo femeninas
Hemos escogido a estas cuatro amantes femenina de Apolo por ser sus historias muy interesantes y diferentes entre sí.
Mito de Apolo y Casandra
Casandra era un joven sacerdotisa de Apolo, hija de los reyes de Troya. La joven, que había hecho voto de castidad, deseaba tener el don de la profecía y Apolo, para seducirla se lo concedió. Cuando el dios quiso mantener relaciones carnales con ella, la joven lo rechazó y él sintiéndose engañado la maldijo. Le escupió en la boca y la condenó a seguir manteniendo el don de la profecía, pero sin que ninguna persona creyera lo que decía sobre el futuro.
Casandra es famosa ya que, entre otros vaticinios, anunció la caída de Troya, aunque nadie la creyó.
Mito de Apolo y Cirene
Cirene era hija del rey de los lapitas y una mujer fuera de lo común. La joven amaba la caza y la libertad de los bosques y rechazó quedarse en su casa realizando las labores a las que estaban destinadas las mujeres de la época. Cuidaba los rebaños de su padre en el monte a los que protegía con su jabalina y su espada. Cuenta el mito que una vez el rebaño fue atacado por un león y Cirene luchó contra él, venciéndolo. Apolo, que en ese momento la estaba observando, quedó rendidamente enamorado de la joven.
El dios del sol secuestró a la chica y la llevó al norte de África, a un lugar cercano a Libia, donde fundó una ciudad en su honor a la que llamó «Cirene». Juntos tuvieron dos hijos: Aristeo e Idmón. El primero fue un semidiós al que se atribuye la invención de la apicultura y el segundo fue uno de los argonautas.
Mito de Apolo y Coronis
Coronis era una joven de Tesalia que fue amante del dios Apolo. La chica lo engañó con un joven tesalio y un cuervo que observó los hechos se lo dijo a Apolo. Este, furioso, cambió el color de los cuervos que hasta entonces eran blancos al negro y los hizo portadores de malos augurios. Sus celos eran tan grandes que, a pesar de que ella estaba embarazada, le disparó una flecha matándola. Extrajo a su hijo del vientre de Coronis y se lo entregó al centauro Quirón para que lo educase. El bebé, al que llamó Asclepio, fue el dios de la medicina y la curación, venerado en toda Grecia.
Mito de Apolo y Dafne
Muchos consideran que otra de los amantes del dios Apolo fue Dafne, aunque realmente nunca lo fue y prefirió convertirse en laurel antes que claudicar.
El mito cuenta que Apolo se estaba burlando de Eros cuando éste, en venganza, le clavó una de sus flechas de oro y el dios quedó perdidamente enamorado de la ninfa Dafne. Al mismo tiempo, Eros clavó a la ninfa una flecha de plomo que le produjo una inmediata repulsión hacia Apolo. El dios no dejaba de perseguirla y ella suplicó a la madre tierra que la ayuda y la convirtió en un laurel.
Apolo, entristecido, le prometió amor eterno e hizo del laurel su árbol, dictaminando que desde ese momento las coronas de los héroes se tejieran con sus ramas.
¿Conocías a estos amantes del dios Apolo? ¿Qué te han parecido estos mitos? Si conoces alguno más, ¡Compártelo con nosotros!