París es una de las urbes más alucinantes del mundo entero. Muchos la llaman la ciudad de la luz, y otros prefieren identificarla como la ciudad del amor, compitiéndole a Venecia. Pero hay algo que nadie sobre la tierra puede negar, y es que en los predios parisinos se encuentra uno de los mejores museos del mundo: El Louvre. Si bien este museo es famoso por sus salas imponentes y por ser el hogar de obras vitales para la historia de la humanidad, como la Mona Lisa de Leonardo Da Vinci, hoy nos queremos concentrar en otra cosa. En el agregado de un elemento polémico, que desde su construcción y hasta nuestros días, ha llamado la atención de locales y foráneos. Acompáñanos a profundizar en algunos de los elementos más curiosos y polémicos de la pirámide del Louvre.

Y es que hablar de arte es también un poco hablar de cosas polémicas. El arte es por esencia disruptivo y subjetivo, y lo que algunos pueden adorar y admirar, otros pueden detestar. En Supercurioso nos encanta navegar en la polémica. De hecho. ya te contamos una vez sobre la interesante controversia en torno a la Fuente de Marcel Duchamp. Hoy nos animamos a hablarte en torno a la polémica generada por la alucinante y moderna pirámide del Louvre. ¡Acompáñanos!

La llegada de la pirámide al museo

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Desde antes de llegar al museo del Louvre, ya hay un elemento que llama poderosamente la atención. Se trata de una pirámide, tal como las emplazadas en Egipto, pero con un hálito de modernidad que contrasta con todo lo que le rodea. Una estructura que precede a la entrada del museo, y que sorprende, rompiendo con la uniformidad visual del lugar.

Pero para comprender el simbolismo de la pirámide del Louvre, es necesario tener el contexto de su llegada a estos predios. El museo se inauguró como tal, el 10 de agosto del año 1793. En aquel momento contaba con una colección acotada pero muy valiosa. Eran en total 537 cuadros, que procedían de la colección real de Francia, o de propiedades eclesiásticas que habían sido confiscadas.

Fue mucho tiempo después, en 1981, cuando el presidente francés François Mitterrand propuso la renovación de este espacio artístico. Se reubicó el Ministerio de Francia que funcionaba en el edificio, y entre los cambios gestados, se encargó hacer la alucinante pirámide del Louvre que hoy nos recibe. Es tanta la importancia que se le quiso dar a esta estructura, que desde el año 1993, el espacio subterráneo bajo la pirámide funciona como la puerta principal del museo.

La estructura fue realizada por el arquitecto chino norteamericano Ieoh Ming Pei. Se trata de una construcción transparente, de vidrio, con unas dimensiones de 35,42 metros cuadrados por 21,64 de altura; las mismas proporciones que la pirámide de Giza. Según el arquitecto, a través de esta pirámide se buscaba reflejar las tonalidades grises del cielo parisino.

Está construida a base de pequeños triángulos y rombos de silicato fabricados expresamente para esta construcción por Saint Gobain. Con este material se pretendía garantizar los efectos de luces que deseaba el arquitecto. La cálida luz que desprende ilumina la entrada de acceso al Louvre como nunca antes, resolviendo uno de los principales problemas que tenía.

Con relación al arquitecto de la pirámide del Louvre también hay mucho que decir. Ieoh Ming Pei es uno de los mayores arquitectos del siglo XX y es reconocido mundialmente por ser el arquitecto que amplió la National Gallery de Londres. Tal era el prestigio de su trabajo, que fue escogido por Miterrand sin concurso para que realizara la pirámide. El proyecto costó 2 billones de dólares, y la magnitud de los resultados consagraron aún más su ya brillante carrera.

Las polémicas en torno a la Pirámide del Louvre

La construcción de la pirámide del Louvre generó una serie de controversias desde el momento en que se anunció este proyecto arquitectónico. El diseño moderno de la pirámide contrastaba severamente con la arquitectura histórica del Museo del Louvre en París. Muchos críticos argumentaron que la pirámide, con sus líneas limpias y su estructura de vidrio y metal, profanaba la rica historia y el legado arquitectónico del museo.

Además, algunos parisinos y amantes de la tradición se opusieron vehementemente a la idea de cambiar el aspecto del Louvre, considerándolo un acto de irreverencia hacia la herencia cultural de Francia.

Otra de las polémicas fue que en el folleto oficial que describía la pirámide aparecía el número 666, el número de paneles que posee, alegando algunos que era como una especie de regalo o dedicatoria al diablo… pero lo cierto es que no se sabía con exactitud cuál era el número de paneles, que oscila entre 672 y 689. Esta leyenda reapareció en el 2003 con la publicación del Código Da Vinci, a lo que el Louvre contestó que la Pirámide tiene 673 paneles.

Sin embargo, a pesar de la polémica inicial, la pirámide del Louvre se ha convertido en un ícono arquitectónico de París y ha ganado aceptación y admiración a lo largo de los años. En la actualidad, es vista como un ejemplo de cómo la arquitectura moderna puede complementar y enriquecer el patrimonio histórico, y ha contribuido significativamente a la experiencia de los visitantes en el museo.

¿Cómo se limpia la pirámide?

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La limpieza de la pirámide del Louvre es todo un desafío. Lograr que luzca impecable para recibir a los visitantes, es un trabajo de envergadura. Se han probado diferentes sistemas de limpieza, pero se demostró que la única forma de no estropear la pirámide del Louvre era limpiándola a mano. Por eso, un equipo de alpinistas es el encargado escalar con cierta frecuencia la pirámide con una pendiente de 51,7 grados para limpiarla a mano.

Como verás, la pirámide del Louvre está llena de datos fascinantes. Con una imagen que inspira modernidad y avance, logra un equilibrio perfecto con un entorno clásico y antiguo, dando entrada al lugar en el que reposan algunas de las más extraordinarias obras de arte de la historia de la humanidad.

Y tu, ¿Conocías las polémicas que se armaron en torno a la pirámide del Louvre? ¿Has tenido la oportunidad de verla con tus propios ojos? Anímate a dejar todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte! Y si te interesa este tema, no te piernas el artículo en el que te contamos sobre las más interesantes curiosidades del Louvre. ¡Hasta la próxima!