Los rascacielos hoy en día son una maravilla que se han normalizado en nuestra cotidianidad, edificios enormes capaces de rozar las nubes y que muestran, con su imponencia, todo lo que es capaz de lograr el ser humano con su dominio de la naturaleza: gigantescas estructuras que se alzan cientos de metros sobre la tierra y que muchas veces son sinónimo tanto de belleza como de soberbia. Pero, ¿cuál fue el primer rascacielos de la historia? ¿Te lo has preguntado? Nosotros en Supercurioso estuvimos haciéndonos esta pregunta hace poco, razón por la cual decidimos investigar al respecto para resolver esa duda, y finalmente decidimos hacer este artículo para presentarte no solo el primer rascacielos de la historia, sino el primer intento fallido y, también, el primer rascacielos moderno. ¿Quieres conocer cuáles son? Échale un ojo a este artículo para que te enteres.

Los primeros rascacielos de la historia

1. La Torre de Babel, el primer rascacielos de la cristiandad

Primer rascacielos
La torre de Babel fue el primer proyecto de rascacielos dentro de la religión cristiana, con el cual los hombres pretendían alcanzar a Dios.

La torre de Babel, si nos guiamos por la teología cristiana, fue el primer rascacielos de la historia, o, cuando menos, el primer proyecto de rascacielos que se conoció. Tiene su aparición en el libro del Génesis, y en él se narra el proyecto de este enorme edificio con el cual los hombres pretendían alcanzar a Dios.

Según se cuenta, este proyecto pretendía construir una torre tan alta que alcanzara los cielos y, por lo tanto, al todo poderoso, al señor de señores, el Dios cristiano. Esta historia representa la primera muestra de gran soberbia, por parte del hombre, en la santa palabra de la religión judeo-cristiana. Sin embargo, esta torre no llegó a construirse en realidad, pues Dios, según narra el texto bíblico, la emprendió contra los hombres castigando su soberbia, y, en medio de la construcción de la torre, los puso a todos a hablar idiomas distintos, de manera que no pudiesen comprenderse entre sí y coperar.

Ajá, sí, sé lo que estás pensando: «Pero, ¿existió de verdad esta torre? ¿Hay alguna prueba de ello?». No, es solo un relato bíblico, probablemente válido para todos aquellos que escojan creer, sí o sí, la mitología cristiana, pero bastante sujeta a dudas para quien decida guiarse por lo comprobado científicamente. En todo caso, es un bonito mito, y el primero en el que se incluye la construcción de una torre capaz de alcanzar los cielos, en esencia, el primer rascacielos de la humanidad, al menos como leyenda.

Como dato curioso, no podemos dejar de mencionar dos cosas adicionales: este mito bíblico intenta explicar la creación de distintas lenguas entre los hombres, pues Dios impuso este castigo ante la soberbia de los hombres al querer alcanzarlo, para que, al no comprenderse, no pudieran coperar, una leyenda que nos hizo preguntarnos qué pasaría si todos habláramos el mismo idioma. Pero hay otra lectura que se le puede dar a este mito, y es la siguiente: que Dios le teme a lo que los hombres, a través de la cooperación mutua, pueden llegar a hacer, pues de no ser así, ¿por qué hubiese sido necesaria la intervención divina?

2. La Torre de Jericó, el primer rascacielos de la historia

Primer rascacielos
La torre de Jericó fue el primer rascacielos con todas las de la ley, y su construcción data de hace unos 11.000 años.

La Torre de Jericó, misteriosa y enigmática, ha sido durante años todo un desafío para historiadores y arqueólogos que, poco a poco, han ido desentrañando las claves de la que se considera el primer rascacielos de nuestra historia. Se cree que esta gran torre fue construida hace unos 11.000 años, siendo así una maravilla del Neolítico que debió alcanzar más o menos los nueve metros de altura. Seguro que no te parece demasiado, ¿verdad? Una tontería, nueve metros, el tamaño de un edificio pequeño en la actualidad, pero hay que ver las cosas en su contexto: hace 11.000 años no se sabía de ningún arquitecto, tampoco de ingenieros civiles ni de ningún instituto que estudiara suelos. Bajo esas condiciones, la Torre de Jericó debe considerarse como toda una maravilla de la humanidad, y también como el primer rascacielos de la historia del hombre.

Lamentablemente no podemos mostrarte ninguna imagen de ella, puesto que a día de hoy, solo disponemos de sus ruinas y las pistas de una estructura que le ha dado a los investigadores alguna idea de la altura que debió tener. Pero vamos a entrar en contexto:

Jericó es una ciudad antigua, tan antigua como la historia de su torre. Estamos en en Cisjordania, muy cerca del río Jordán, en el Estado de Palestina. Aquí, como puedes intuir, el aire huele a historia y destila un pasado bíblico cargado de magnetismo, una zona habitada en el pasado por los cananeos. Jericó aparece en numerosas ocasiones en la Biblia, de ahí que sea habitual las continuas investigaciones por parte de arqueólogos en busca de vestigios del pasado.
 Fue en 1952 cuando un grupo de arqueólogos dieron con los restos del primer rascacielos del mundo, justo en una civilización donde se alzó por primera vez el concepto de «jerarquía». Es por ello que muchos ven en la Torre de Jericó, como un mecanismo de poder y liderazgo. Un modo de imponer el respeto, a la vez que la unión del pueblo hacia una misma creencia. Una misma cosmogonía. Hace muy poco aparecieron de hecho los últimos descubrimientos publicados en la revista arqueológica Antiquity.
Según unos historiadores de la Universidad de Tel Aviv, la torre alcanzaba unos 9 metros y debieron tardar unos 10 años en alzarla. Estaba hecha de piedra, muy integrada en el paisaje y tan impresionante que se cree que su principal finalidad era precisamente asustar. Imponer. Hemos de pensar que esta construcción fue hecha por sociedades anteriores a la propia agricultura, pueblos del Neolítico que deseaban demostrar su poder mediante esta torre. Un imponente monumento con el que sugestionar mediante el miedo a todo aquel que lo viera desde la lejanía. Nunca antes se había visto algo semejante.

Los yacimientos del primer rascacielos del mundo se ubican en las afueras de la propia ciudad de Jericó, casi en sus límites: una zona estratégica que juega mucho a su vez con la posición del sol. De hecho los arqueólogos han hecho simulaciones y deducen, por ejemplo, datos realmente curiosos: la sombra de la colina cuando se pone el sol en el día más largo del año, por ejemplo, cae exactamente sobre la torre de Jericó. Debía ser un espectáculo único, puesto que el astro primero la envolvería, para después cubrir por completo al propio poblado iluminando únicamente esta gran torre. Intenta imaginarlo, intenta ponerte en el contexto de esta época: debió ser asombroso, algo nunca antes visto.

Se cree, pues, que esta estructura, el primer rascacielos de la historia, era un símbolo mágico para imponer respeto y temor. Una torre que unía a la población con las colinas de alrededor, con el misterio de los cielos, y a su vez, con el sol de poniente. Una exquisita cosmogonía con 11.000 años de antigüedad que día a día deberá darnos más respuestas, como quién la construyó y qué actividades podían realizar en su interior, por lo pronto tendremos que esperar un poco más para responder a estas preguntas.

Seguro que no te esperabas que este fuera uno de los edificios más altos del mundo, pero todo es cuestión de perspectiva.

3. El edificio Home Insurance, el primer rascacielos moderno

Primer rascacielos.
En 1885 se inauguró el Home Insurance Building, el primer rascacielos moderno.

Cerramos esta nota sobre los primeros rascacielos del mundo con el primer rascacielos moderno, el edificio Home Insurance, o Home Insurance Building, que fue construido en Chicago, Estados Unidos, a finales del siglo XIX, en 1885, para ser más específicos. Este enorme edificio se alzaba unos 42 metros sobre la tierra, y parecía alcanzar el cielo en una época en la que no había nada que llegara más arriba. Imagínatelo nada más: todavía faltaban casi 20 años para que los hermanos Wright se alzaran en el aire con el primer avión en el vuelo que cambió el mundo, lo que significa que esta torre representaba el punto más alto al que podía aspirar al hombre, al menos en lo que a cosas construidas por el hombre se refiere.

Este fue, propiamente, el primer rascacielos moderno, aunque tras de él vinieran, con los años, unos cuantos edificios a demostrar el verdadero significado del término rascacielos. Sí, desde la perspectiva del ahora es difícil imaginarse estos edificos como una imponente fantasía hecha realidad, pero es que para revisar la historia no podemos estar viendo las cosas desde la perspectiva del ahora: claro que en el presente hay cosas mucho más colosales, pero todo eso viene del pasado y de lo que, alguna vez, fue gigantesco, aunque hoy en día lo veamos chico.

Esperamos que te haya gustado nuevos artículo sobre el primer rascacielos de la historia, desde Supercurioso siempre nos esforzamos por traerte la mejor información y las mejores curiosidades. ¿Tienes algo que agregar a este artículo? ¿Sabes sobre algún otro rascacielos que debiéramos mencionar? Déjanos tu opinión en los comentarios, ¡estaremos deseando leerte!

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