Sin duda, Salvador Dalí ha sido, es y será uno de los artistas más representativos e importantes del surrealismo. Sus obras han influido en todos lados: en la poesía, la literatura, el cine, es espectáculo e incluso en esos dibujos animados que mirábamos durante nuestra infancia. Su renombre, bien ganado, se debe a su espectacular trabajo, esas pinturas que nos sacan constantemente de nuestras casillas, que nos alejan de lo cotidiano y nos presentan lo extraordinario, esas pinturas que vivan todos nuestros sentidos y que parecen estar hechas más para nuestra imaginación que nuestros ojos. Es por ello que hoy en Supercurioso hemos decidido emprender una pequeña investigación respecto a la vida de Salvador Dalí, para identificar y traerte algunos puntos claves que marcaron la vida de este afamado pintor y que, sin duda, influyeron enormemente en su obra.

No dejes de conocer estos momentos que marcaron la vida de Salvador Dalí, uno de los artistas con las pinturas más polémicas de la historia. 

5 Hechos que marcaron la vida de Salvador Dalí

La vida de Salvador Dalí
La vida de Salvador Dalí, como la de todos, estuvo marcada por sus traumas.

Antes de comenzar, bien vendría ponernos en contexto, hablar un poco de la vida de Salvador Dalí, concretamente. Salvador Dalí fue un pintor surrealista del siglo XX, y es considerado uno de los máximos representante de esta corriente. Sus obras fueron conocidas y elogiadas en todo el mundo.

Nació en España, en 1904, y murió en el mismo país 85 años después, dejando tras de sí una vastísima obra que incluyó colaboraciones en el mundo del cine y un gran legado para el mundo de la pintura. Durante su vida y después de su muerte, el nombre de Dalí fue asociado con la excentricidad y la locura, cosa que ayudó a su gran renombre en una época de paradigmas que se doblaban como una brizna de paja frente al viento. Sin embargo, la llamada locura de Dalí se puede entender mucho mejor si se tienen en cuenta ciertos episodios de su vida que lo marcaron profundamente. En otras palabras: todo hombre es producto de sus traumas y el gran Dalí no estaba exento de esto, razón suficiente para que le echemos un ojo a estos 5 episodios que marcaron la vida de Salvador Dalí.

1. La Muerte de su hermano

La vida de Salvador Dalí
El primer trauma de Dalí fue la omnipresencia de su hermano.

Antes que el famosísimo Salvador Dalí viese la luz del mundo, antes, siquiera, de que un espermatozoide se juntara con un óvulo y que de esa adición se pensara en la idea de un muchacho que podía llamarse Salvador Dalí, antes incluso del momento de la tan sagrada concepción de esta criatura y de la idea de la criatura propiamente, antes de todo esto, decíamos, ya existía en el mundo otro Salvador Dalí: el hermano que el pintor surrealista no conoció. 

En 1903 fallecía Salvador Dalí, y en 1904 nacía el segundo Salvador Dalí, del mismo padre y de la misma madre, los cuales estaban profundamente obsesionados con la idea de aquel pequeño fallecido, y que extrapolaron todo aquello que recordaban de él en el nuevo muchacho. Si, por ejemplo, Salvador cruzaba la calle, ahí estaba la madre para decirle que aquella misma calle la había cruzado en su momento el otro Salvador, el primogénito; si, en otra ocasión, Salvador se tomaba su sopa, ahí estaba su padre para señalarle que el otro Salvador, el primerísimo dentro del mundo de los Dalí, tomaba su toma con mayor entusiasmo. Sus padres lo convertirían en un reflejo constante del hermano muerto, tanto así que Dalí llegó a sentir en muchas oportunidades que él mismo no existía, que no era nada sino una copia de la copia, la ensoñación de alguien que no es más que otro. O, en el mejor de los casos, una comparación perpetua.

Tanto así que sus padres incluso tenían en su alcoba una fotografía del hermano mayor junto a una reproducción del Cristo de Velázquez. De ahí, diría Dalí, vendrían la mayoría de sus excentricidades, de esa necesidad de que lo vieran y lo reconocieran como él mismo, y no como otro. Una terrible influencia en la vida de Salvador Dalí.

«Todas las excentricidades que he cometido, todas las incoherentes exhibiciones proceden de la trágica obsesión de mi vida. Siempre quise probarme que yo existía y no era mi hermano muerto. Como en el mito de Cástor y Pólux, matando a mi hermano, he ganado mi propia inmortalidad», llegó a decir.

2. El libro de las enfermedades venéreas

La vida de Salvador Dalí
Un libro sobre un piano parece algo bastante inocente, pero fue algo que marcó a Dalí de por vida.

Como si lo anterior fuera una simple tontería, otro trauma de la niñez lo persiguió por siempre: el padre de Dalí nunca llegó a sacarse de la cabeza la idea de que su primer hijo pudo haber muerto debido a una enfermedad de transmisión sexual que él (el padre) había contraído en alguna aventurilla, de manera que, quizá como una cruz que tenía que cargar, no se le ocurrió otra cosa que dejar encima del piano un libro de patología médica con unas terroríficas fotografías sobre las consecuencias de algunas enfermedades venéreas. Aquel libro sería una terrible influencia dentro de la vida de Salvador Dalí. De hecho, él mismo llegó a afirmar que su impotencia y su práctica habitual del onanismo influirían enormemente en su obra, como las formas flácidas, las muletas y el cuadro «El Gran Masturbador», que es un autorretrato de sí mismo. Este fue uno de los traumas que marcó mucho al Dalí desconocido. 

3. El encuentro de Gala

Dalí llegó a afirmar: «No me he vuelto loco porque ella ha asumido toda mi locura». Sí, este genio empedernido del surrealismo fue también un gran amante y, para colmo, hombre de una sola mujer. Cuando se conocieron Salvador Dalí y Gala, este no era más que un chiquillo confundido, un joven de unos 25 años que quería revolucionar el mundo sin saber exactamente cómo. Esta mujer, sin duda, marcó la vida de Salvador Dalí. 

Gala tenía 35 y Dalí, que aún era virgen y que no estaba seguro de ser o no homosexual, se estrenó con Gala y 5 años después se casaron. Con una personalidad fuerte Gala le aportaría todo lo que le faltaba a Dalí: le daba equilibrio emocional y llevaba la parte financiera de su obra, algo que a Dalí no le gustaba nada hacer.

Gala alguna vez declaró: «Me importa poco si Dalí me ama o no. Personalmente yo no amo a nadie». Ella tuvo muchos amantes mientras estuvo con el pintor.

4. La muerte de Lorca

La vida de Salvador Dalí.
Una enorme pasión marcó la vida de Salvador Dalí, y fue esa que dedicó al gran poeta Federico García Lorca.

Pero, incluso antes que Gala, otro amor había llegado a la vida de Lorca, un amor que, pese a no llegarse a consumar en una cama, causaba incluso las iras de las mismísima Gala, y despertaba los mejores sentimientos del pintor. Dalí y Lorca se conocieron en las Escuela de Bellas Artes y fueron amigos inseparables durante muchos años. De esta relación, incluso, se generaron libros epistolares y películas, pues no solo fue una relación entre dos muchachos, sino la más grande pasión entre los artistas españoles de la época.

Por eso, cuando Lorca fue asesinado, Dalí se vio enormemente afectado, afectación que supo traducir en arte luego.

5. La idea de la muerte

Todas las cosas que hemos mencionado marcaron la vida de Salvador Dalí, pero sin duda, la idea que trastocó la vida de este pintor surrealista más que cualquier otra fue el miedo constante a la muerte: una enorme omnipresencia de la cual no podía escapar nunca. Tanto así que Dalí llegó a declarar: «Lo que me gustaría es la inmortalidad de verdad, no morirme, porque la idea de la muerte es lo único que me angustia», y también: «Prefiero hacer cuadros malos y vivir más tiempo». Esta angustia, sin duda, está presente en toda su obra.

De cierta manera, se podría decir que Dalí llego a superar la muerte, porque de cierta manera él sigue vivo, no solo en la memoria colectiva que no se atreve, ni debiera atreverse, a soltarlo, sino, sobre todo, vivo en su gran obra, ese legado que la vida de Salvador Dalí nos dejó y que hoy en día seguimos apreciando. Pero, por otro lado, la muerte también lo atrapó, como nos atrapa a todos en algún punto, por ser ese el ciclo de la vida y por ser, también, el trauma al que nadie puede escapar. En esto, al menos, Dalí tuvo una angustia completamente humana, pues desde que el mundo es mundo, o, al menos, desde que el hombre es hombre, el miedo a la muerte ha sido una constante de la vida.

Hasta aquí llegamos con estos eventos que marcaron la vida de Salvador Dalí. Esperamos que te haya gustado este artículo, en supercurioso siempre nos esforzamos por traerte la mejor información sobre esas curiosidades que a todos nos interesan. ¿Conoces alguna otra cosa que haya marcado la vida de Dalí? ¿Tienes algo que agregar a este artículo? No dejes de decírnoslo en los comentarios, ¡estaremos deseando leerte!

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