Bien decía Federico II, El Grande, en una de las mejores frases de la realeza, que «una corona es tan solo un sombrero que deja pasar la lluvia». Sin embargo, para aquellos que han sido miembros de alguna monarquía, los lujos, los excesos y la abundancia muchas veces han venido acompañados de persecuciones, de instigaciones, de altas cuotas de estrés y de una permanente despedida a la vida privada. Ya en Supercurioso te hablamos una vez sobre las reinas malditas de la historia. Mujeres perseguidas por la tragedia, las injusticias y un destino desdichado. Pues caso similar ocurre con las princesas malditas de las que te hablaremos en este artículo, para quienes los reconocimientos, lujos y honores, no fueron más que una autopista directa a la desgracia.

4 princesas malditas con trágicos finales

Astrid, Grace, Alejandra y Diana son los nombres de una reina y tres princesas, altezas reales, que vieron sus glamourosas vidas truncadas por un accidente. Mujeres bellas, admiradas por su elegancia, implicadas en labores benéficas, madres y mujeres de familia que llegaron a ser amadas por su pueblos. Sus trayectorias vitales, y especialmente sus dramáticos finales, hace que a menudo sean comparadas por las similitudes y paralelismos de sus vidas. En este artículo te invitamos a conocer detalles y curiosidades de las vidas de estas cuatro mujeres inolvidables, las princesas malditas de la historia.

1. La Princesa Astrid de Suecia

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Iniciamos nuestro recorrido por las vidas de estas princesas malditas, con la princesa Astrid de Suecia, luego reina de Bélgica. Fue una de las reinas más bellas de comienzos del siglo XX. Nacida el 17 de noviembre de 1905, Astrid era la tercera hija del príncipe Carlos de Suecia y Noruega (1861-1951) y la princesa Ingeborg de Dinamarca (1878-1958). Espontánea, solidaria, deportista, elegante y bella, Astrid se ganó el corazón del príncipe Leopoldo de Bélgica, con quién contrajo matrimonio en el año 1926. Los príncipes, que se habían conocido en un baile del palacio Amalienborg en Copenhague, estaban profundamente enamorados y en siete años tuvieron tres hijos: Josefina, Balduino y Alberto.

Su trayectoria solidaria arranca de su juventud, años en los que trabajó en un orfanato de Estocolmo y continuó durante sus años como reina al organizar colectas y repartir ella misma alimentos y ropas entre los mineros belgas afectados por la crisis económica de 1929. En ese mismo año de la colecta, en 1935, hace ahora 80 años, la bella Astrid murió en los brazos de su esposo tras chocar el coche que él conducía con un árbol. La pareja iba de excursión al lago Lucerna, en Suiza, y la joven Astrid, con solo 29 años, dejaba desconsolado al rey Leopoldo y a toda Bélgica. Un joven monarca que no dejaba de exclamar «¿Por qué me la has quitado Dios mío?». La conmoción y el enorme interés que el accidente despertó en la prensa. 

2. Alejandra Romanov

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Otra de las princesas malditas de más trágico final fue Alejandra Romanov. Ella no pereció en un accidente, pero fue tan terrible su muerte que no podemos pasarla por alto. Alejandra Romanov fue la última zarina de Rusia y acompañó a su familia en un destino de espanto. Su historia de amor con Nicolás II fue de ensueño. Pero el pueblo la percibía como extranjera y dura. Hizo amistad con el peculiar personaje Rasputín, lo que terminó por alimentar el odio del pueblo, que luego de la Primera Guerra Mundial se alzó en rebelión, ejecutando con frialdad a toda la familia real.

3. Grace de Mónaco

grace de monaco

La siguiente de nuestras hermosas princesas malditas es Grace de Mónaco (1929-1982). Ella no provenía de la realeza europea, pero si de esa realeza, de ese firmamento de estrellas hollywoodense en el que era una auténtica princesa. Al igual que Astrid, Grace vivió una historia de amor romántica, casi de cuento, con el príncipe Rainiero. También tuvo tres hijos y, como toda consorte real, se volcó en la realización de obras sociales y de beneficencia. Grace falleció en un accidente de tráfico en el principado de Mónaco, en una carretera cercana a Mónaco y que casualmente había sido escenario de una de sus películas más conocidas, Atrapa a un ladrón, de Alfred Hitchcock (1955) y en la que tuvo como compañero al actor Cary Grant.

El accidente, acaecido el 14 de septiembre de 1982, despertó muchas conjeturas al ir acompañada de su hija Estefanía de Mónaco, especulándose incluso con la posibilidad de que no condujese Grace y sí su hija, entonces menor de edad. La trágica muerte de Grace de Mónaco conmocionó a la opinión pública, quedando como uno de los grandes iconos del glamour y la elegancia.

4. Diana de Gales

Pocas mujeres han marcado de tal forma a la realeza como la hermosa Diana de Gales, la última de nuestras princesas malditas. Popularmente conocida como Lady Di,  es la tercera de las princesas fallecidas en un accidente automovilístico, siendo también la más mediática y conocida de las tres. Diana de Gales, nacida en 1961 en el Reino Unido, vivió también su particular cuento de hadas al casarse con tan sólo 20 años con el príncipe Carlos de Inglaterra, 13 años mayor que ella y uno de los solteros de oro de aquel momento. Su desengaño amoroso, así como los escarceos habidos fuera del matrimonio por ambos cónyuges, fueron ampliamente seguidos y aireados por la prensa del corazón.

Una prensa en la que fue personaje habitual y que reflejó al detalle la transformación de una princesa apocada y callada en una mujer glamourosa, elegante e implicada en labores solidarias y de denuncia como su campaña contra las minas antipersona. El 31 de agosto de 1997 el mundo quedó enmudecido al conocerse su fallecimiento en un terrible accidente automovilístico ocurrido en el Tunel del Alma en la ciudad de París. Diana fallecía en compañía de su entonces novio Dodi Al-Fayed, dejando tras de sí toda una vorágine de teorías sobre conspiraciones y maldiciones sobre su muerte que no han conseguido ensombrecer la dimensión humana de su figura.

En definitiva, estas princesas malditas nos demuestran que en no pocas ocasiones, el peso de la corona deja de ser apetecible, para convertirse en una verdadera condena. Y tu, ¿Conocías la historia de estas mujeres? Anímate a dejarnos tu opinión en un comentario. ¡Estaremos deseando leerte!