Aunque no tanto como los perros, los gatos han sido también unos compañeros maravillosos que en algunas culturas han tenido incluso adoración (hablamos, claro, de los egipcios), y muchos escritores y artistas han confesado ser amantes de los gatos, como Julio Cortázar o Ernest Hemingway.

En esta entrada de Supercurioso, veremos por qué es tan bueno tener un gatito mimoso (o no tanto) en casa.

1. “Tienes un amigo”

Una de las razones por las que accedemos a tener una mascota es, por supuesto, los hijos. Pero también hay quienes deciden adoptar un gatito para tener compañía.

Muy a menudo se cree que los gatos son distantes, gracias a esa independencia que los caracteriza. Pero si alguna vez has tenido un gato cariñoso, no hay nada que derrita más el corazón que los gestos “comprensivos” que ellos tienen hacia nosotros, esas caricias con las que parecen decirnos “tienes un amigo”.

2. Tener a alguien que alimentar

Cada vez más son las personas que humanizan a sus mascotas y las tratan como si fuesen niños. Eso no es necesariamente malo, sobre todo si se toma en cuenta que las familias modernas son más pequeñas, y a veces hasta sin niños.

cachorrito

Tener un gatito al que alimentas y nutres y mimas puede satisfacer una profunda necesidad de dar amor.

3. Pocos cuidados

Aunque te parezca horrible dejar a un gato solo por uno o dos días, la verdad es que saben arreglárselas, al contrario de los perros. Por ejemplo, no tienes que bañarlos, no tienes que sacarlos a pasear, y como comen de a poquito, es suficiente dejarlos con un dosificador de alimentos.

4. Son independientes

No necesitan grandes espacios para correr pues por lo general son criaturas pequeñas. Por ello son perfectos para vivir en apartamentos, pues un pequeño rincón con su caja de arena es suficiente para que hagan sus necesidades.

gato negro

Además, hay gatos que acostumbran salir de casa, y vuelven luego de sus “juergas”. Esa capacidad gatuna es muy práctica, por lo que también a ti te dará más independencia.

5. Reducen el estrés y la ansiedad

Acariciar a un gato, abrazarlo, sentir su ronroneo puede disminuir el estrés, pues desencadenan químicos en el organismo que calman la tensión.

más consuelo

Una sesión de “caricias felinas” suele ser suficiente para conseguir relajación y distraerse de los problemas.

6. Disminuyen el riesgo de accidentes cerebrovasculares

Suena increíble, pero la verdad es que los dueños de gatos son menos propensos a sufrir accidentes cerebrovasculares que los dueños de otras mascotas.

Los científicos piensan que se debe, entre otras cosas, a lo fácil que es mantener a un gato.

7. Fortalecen el sistema inmune

Cuando los niños se exponen a los pelos y a la caspa de estas mascotas, el riesgo de sufrir de alergias y asma se reduce drásticamente.

familia

Ya hablamos en otro artículo sobre la conveniencia de exponer a los más pequeños a los microbios “buenos” de las mascotas, por lo que crecerán más sanos.

8. Reducen la presión arterial

Es increíble lo que puede hacer un gatito por nosotros. Tenerlo en nuestro regazo y sentir su ronroneo es suficiente para bajar la tensión arterial, lo cual redunda en una mejor salud cardiovascular.

gato acostado

De hecho, un estudio hecho en el Instituto Universitario de Stroke, en Minnesota (EE.UU.) demostró que quien no tiene un gato como mascota presenta entre un 30 y un 40% más de probabilidades de morir de infartos al corazón.

Acariciarlo tiene un gran efecto calmante.

9. Disminuye tu huella de carbono

En 2009 se realizó un estudio donde se comprobó que los recursos utilizados para alimentar a un perro producen la misma huella ecológica que un Hummer.

Los gatos, en cambio, comen menos y tienden a comer más pescado que maíz o productos con sabor a carne que se les da a los perros. En general, son mejores para el medio ambiente.

10. Ayudan a enfrentar una pérdida

Perder a alguien querido no es cosa fácil de superar, es una de las cosas más dolorosas que una persona puede sufrir. Sin embargo, quienes son dueños de gatos pueden afrontar más rápido la pérdida, y estos animales sirven de apoyo social en momentos difíciles.

consuelo

Quienes les hablan a sus gatos obtienen grandes beneficios psicológicos, pues la sensación de que se puede decir lo que sea y no ser juzgado ayuda mucho a definir los sentimientos.

Así que ya ves, tener un gatito en casa produce mucho bienestar. Te invitamos a seguir en nuestra página leyendo, por ejemplo, lo saludable que resulta ver vídeos de gatitos por internet.