Cuando hablamos del medioevo tendemos a creer ciertas cosas que nos han llegado a través de las películas de Hollywood, sobre todo. Pero estos mitos sobre la Edad Media los creemos a pies juntillas, sin detenernos a ver si realmente sucedían así o no. Recordemos que la Edad Media ocupa un lapso histórico de 1.000 años, más o menos, desde el siglo V hasta el XV (la caída del Imperio Romano en el 476 y el descubrimiento de América en 1492, respectivamente).

La idea de que fue una época de oscurantismo no nos abandona, pero si estudiamos un poco veremos que no todo fue como nos contaron. Claro que la religión tenía un peso importante en las vidas medievales, pero la gente vivía, y se enamoraba, y comía normalmente, como veremos a continuación. Tal vez esa visión oscurantista la hayamos recibido de los escritores protestantes de la Reforma, que atacaron duramente esta época por su catolicismo.

7 mitos sobre la Edad Media que creímos al pie de la letra

1. La pena de muerte era común en la Edad Media

Como recordarás por un artículo anterior, en la Edad Media se gestó la democracia moderna. No sólo eso, en esta época surgió el sistema de jurados, y los juicios solían ser bastante justos. La pena de muerte sólo era utilizada en los delitos más graves (traición, asesinato e incendio provocado).

Las decapitaciones sólo eran reservadas a los ricos y nobles, y no eran públicas; el método más común para ejecutar una pena de muerte fue la horca.

7 mitos sobre la Edad Media que creímos al pie de la letra

2. Los pobres vivían en un estado casi de inanición

Otro de esos mitos sobre la Edad Media que creíamos cierto. La verdad es que los campesinos, más allá de que no fuesen dueños de la tierra, tenían a su disposición abundante avena fresca y pan, además de cerveza.

7 mitos sobre la Edad Media que creímos al pie de la letra

Tenían un variado menú de carnes secas o curadas, quesos, frutas y verduras locales, además de aves de corral, gansos o patos y palomas. Muchos eran apicultores, por lo que también tenían en su mesa frascos de miel.

Además, si tomamos en cuenta la cantidad de gente que vivía en sitios relativamente pequeños, y que hubo prosperidad, no es descabellado pensar que había suficientes alimentos. Claro que los ricos tenían acceso a otra variedad de carnes, como la de vaca u oveja, y que probablemente sus platos eran condimentados con otras especias, más caras, pero los campesinos no morían de hambre.

3. Las casas medievales tenían techos de paja y animales viviendo en ellos

Pues no. Para empezar, estaban muy bien tejidos y apretados, es decir, no sólo eran atados de paja y palos puestos sobre la estructura, estaban muy bien colocados, de modo que insectos y otros animales no podrían entrar con facilidad.

7 mitos sobre la Edad Media que creímos al pie de la letra

Y no sólo los pobres los tenían, muchos castillos y grandes casas también lucían techos de paja, porque tenían un excelente acabado. De hecho, hoy en día hay muchas viviendas que aún los tienen.

4. Los campesinos tenían una vida dura y agotadora

En parte sí, no hay que dudarlo (el trabajo agrícola siempre es duro), pero también tenían bastantes festividades (tanto religiosas como seculares) que implicaban bailes, bebidas, juegos, torneos, muchos de los cuales se siguen jugando –como el ajedrez, los dados o la gallina ciega–.

campesino

Era una oportunidad que la gente tenía de disfrutar y socializar.

5. La Edad Media fue una época de gran violencia

Sí y no. No olvidemos que durante esta etapa se sucedieron las Cruzadas, las invasiones islámicas, vikingas y cristianas, la Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia (hay historiadores que igualan el siglo XIV con el XX, por lo violentos que ambos fueron), pero ciertamente no todos los 1.000 años que duró fueron iguales.

7 mitos sobre la Edad Media que creímos al pie de la letra

Hubo largos periodos de relativa paz, e inclusive la psicopatía engendradora de asesinos en serie no existía; podríamos decir que hasta ahora sólo se conocen dos asesinos en serie medievales: Elizabeth Bathory, húngara, y Gilles de Rais, francés.

6. Opresión de las mujeres

Las mujeres hemos sufrido la opresión patriarcal casi desde siempre, pero éste es uno de los mitos sobre la Edad Media que no deberíamos creer al pie de la letra. En el medioevo, hubo mujeres que se destacaron por su inteligencia, su astucia o sus habilidades para gobernar.

Así lo demuestra la historia: a Juana de Arco se le dio control total del ejército francés –y su caída habría ocurrido de igual forma, aunque hubiese sido hombre–; Leonor de Aquitania fue reina dos veces y era dueña de un territorio más grande que el reino de Francia e Isabel I de Inglaterra, que gobernó como una reina poderosa por derecho propio.

7 mitos sobre la Edad Media que creímos al pie de la letra

Muchas otras mujeres fueron líderes de otras naciones y, aunque es verdad que el clero les fue negado, mantuvieron en cambio una fuerte influencia en campos y pequeñas ciudades.

Por otra parte, las reglas de caballería influyeron para que la mujer fuese tratada con el mayor respeto (aquí debemos acotar que este respeto era sólo para las mujeres aristócratas, a las campesinas y pobres no se les trataba igual). Ciertamente, no todo el género femenino vio un cambio, pero debemos matizar lo de que la mujer fue oprimida por completo.

7. La gente en la Edad Media creía que la Tierra era plana

Nicolás Copérnico fue quien formuló la teoría heliocéntrica del sistema solar, es decir, de un conjunto de planetas que orbitan alrededor del sol. Si bien, al morir, sus libros fueron incluidos en el Index Librorum Prohibitorum, ése fue su único castigo.

Prácticamente todos los estudiosos medievales sabían de la esfericidad terráquea, expresada primeramente por los antiguos griegos. Desde al menos el siglo XIV, la idea de la Tierra plana era inexistente entre la gente educada (claro, sabemos que no todos podían leer y escribir). Lo importante es que es una mentira histórica extendida desde hace siglos.

7 mitos sobre la Edad Media que creímos al pie de la letra

Este larguísimo periodo de tiempo de la historia occidental tuvo altas y bajas, prosperidad y pobreza, enfermedades y adelantos científicos. Es verdad que una de sus características fue la unión de la Iglesia y el Estado (lo cual siempre es peligroso para el ciudadano común), pero definitivamente fue distinta de como nos lo hemos imaginado.

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