¿Conoces la verdadera historia del árbol de Navidad? Su origen puede estar cargado de misterio, pero bajo ese pesado manto de siglos y siglos de tradiciones navideñas en el mundo, parece que ha salido a la luz la historia de San Bonifacio y el árbol de Navidad. Pese a que el origen de la Navidad, es pagano, lo cierto es que el significado del árbol de Navidad y sus adornos es completamente cristiano. ¡Quédate! En Supercurioso sabemos que adorarás esta historia. 😉
San Bonifacio y el árbol de Navidad, lo que debes saber
El árbol de Navidad supone para muchos de nosotros uno de los símbolos representativos de la Navidad. Una vez se viste el árbol de Navidad, sabemos que esta época decembrina ha comenzado. Sin embargo, es curioso que a pesar de que cada año pongamos nuestro arbolito, no sepas que San Bonifacio y el árbol de Navidad tienen mucho que ver.
Para comenzar nuestra historia de Navidad, debemos remontarnos al siglo VI, justo en la Edad Media. En el seno de una familia rica, en Inglaterra, nace un niño llamado Winfrido, es en este punto donde se da inicio a la historia de San Bonifacio y el árbol de Navidad. Normalmente, todos aquellos niños de «buena familia» eran educados para tener una vida militar como caballeros o para formar parte de los altos cargos en el clero. No obstante, Winfrido parecía estar destinado a tener una vida bastante diferente…
1. La vida de San Bonifacio
Winfrido sabía que su destino era el camino de Dios. Por eso, decidió contarles a sus padres la elección que había tomado, eso sí, con tan solo 7 años. Después de esto, Winfrido se va para Alemania en el Monasterio de Nursinling, ubicado a las orillas de Winchester. Allí recibe formación religiosa e intelectual, haciendo aún más grandes sus virtudes.
En este punto te puedes estar preguntando qué tiene que ver este pequeño con la historia de San Bonifacio y el árbol de Navidad; espera, ya llegamos allá. Una vez Winfrido ingresa a la orden, comienza a misionar en los pueblos germánicos. Luego de ello peregrina por Roma, donde el Papa Gregorio II lo recibe con enorme felicidad (había escuchado de sus grandes habilidades para el adoctrinamiento de los paganos). Y es el propio pontífice el que lo nombra como obispo y lo bautiza bajo el nombre de Bonifacio.
2. Los pueblos germanos, San Bonifacio y el origen del árbol de Navidad
Después de su nombramiento, San Bonifacio hace un recorrido por los diversos pueblos germanos, quería conectar con estos pueblos para intentar convertirlos a la fe cristiana. En uno de sus numerosos recorridos, cuenta la historia que observó a un pequeño grupo de hombres adorando a un alto, fuerte y frondoso roble.
Ellos creían que ese roble era el hogar del Dios nórdico Thor, deidad del trueno. Parte de este ritual era entregar una ofrenda a los pies del árbol, se trataba de un sacrificio humano. Al ver esto, San Bonifacio quedó aterrado, no iba a permitir que ninguna vida humana, especialmente la de un niño, fuera sacrificada por adorar a un Dios. Es entonces cuando San Bonifacio y el árbol de Navidad se juntan para conseguir dicho objetivo.
Con gran valentía, San Bonifacio decidió cortar aquel roble para demostrarle a ellos que su Dios no era capaz de impedir que dichoso «hogar» se derrumbara. Es entonces, donde la historia de San Bonifacio y el árbol de Navidad se divide en dos teorías. Por una parte, se dice que el obispo sembró en el mismo lugar donde estaba el roble un pequeño abeto. Por otro lado, hay quienes aseguran que el abeto surgió de forma natural por debajo de las raíces del roble.
Sin importar cuál sea la historia entre San Bonifacio y el árbol de Navidad, lo cierto es que él lo ofreció a los aldeanos como un símbolo real de la existencia de Dios. San Bonifacio argumentaba que el todopoderoso era igual a un abeto, ya que el amor que él sentía hacia los seres humanos jamás se acababa, al igual que el verde de las hojas del abeto.
3. El primer árbol de Navidad
Una vez los pueblos germanos reciben el regalo del árbol de Navidad, comienzan a percibirlo como un objeto muy potente y trascendental, de hecho, tal y como si fuera un altar, comienzan a llenarlo de adornos muchos más naturales de los que ahora contamos. Evidentemente, para esa época utilizaban flores, y ramas de otros arbustos para crear las guirnaldas.
En todo caso, el abeto fue visto como una imagen de Dios y muchos creyeron que su árbol de hoja perenne simbolizaba el amor eterno del creador. Según el mito, al año siguiente todos los paganos de la zona se habían convertido al cristianismo y colgaban adornos del árbol para celebrar lo que ahora llaman Navidad en lugar de Solsticio de Invierno.
Es a partir de la historia de San Bonifacio y el árbol de Navidad, que nosotros contamos con una tradición de casi 15 siglos, la cual hemos explorado la importancia de su significado, su forma y por supuesto, su decoración…
Por si te queda la duda, San Bonifacio continúo su labor misionera y de evangelización por toda Alemania. En esta rigurosa tarea, se encargó de fundar conventos y monasterios. Durante toda su vida se esforzó por evangelizar a la mayor cantidad de gente que podía, desde enfermos, ladrones, pobres, pudientes, mujeres, niños y hombres. Pero con 80 años, de acuerdo a datos históricos, este hombre es asaltado y asesinado en una de las rutas rurales entre los pueblos.
Como gran enseñanza queremos decirte, que la historia de San Bonifacio y el árbol de Navidad, pese a que no es muy conocida, ha logrado calar en nuestro imaginario cultural, a tal punto de pensar que la Navidad está incompleta si no hay árbol. Ten por seguro una cosa, así no sepas cómo se celebra la Navidad en otros países, encontrarás en cada hogar un árbol de Navidad.
Cuéntanos, ¿Conocías esta historia? Recuerda que siempre te estamos leyendo. Y por si fuera poco, y deseas conocer más sobre estas fechas, te invitamos a descubrir, algunos de los cuentos clásicos de Navidad, te encantarán.