La salud es una composición integral, en la que no solo influyen los elementos físicos, sino también los psicológicos y mentales, quizás incluso mucho más delicados o complejos. Dentro de los trastornos mentales extraños, existe uno que es muy difícil detectar y diagnosticar debido a que, aparentemente, el paciente no tiene una psicopatología, sino una enfermedad física de difícil diagnóstico. Se lo conoce como síndrome de Münchhausen, pero también se le reconoce con la vertiente del trastorno facticio por poderes, ya que la palabra «ficticio» significa «artificial». Acompáñanos en Supercurioso a conocer de qué se trata este peculiar síndrome, y las formas en las que se manifiesta en quienes lo padecen.
El origen del trastorno facticio por poderes
Antes de empezar a hablar de qué es el síndrome de Münchhausen o el trastorno facticio por poderes, es importante que tengamos algo de contexto histórico que nos permita una comprensión más cercana.
¿Quién era «Münchhausen»? Karl Friedrich Hieronymus, barón de Münchhausen, fue un aristócrata alemán que vivió en el siglo XVIII. Fue paje del duque de Brunswick-Luneburgo y se alistó en el ejército ruso con el que luchó en dos campañas contra los turcos. De regreso a su hogar narró varias historias increíbles sobre sus aventuras. Entre ellas que había viajado a la luna o que había cabalgado en una bala de cañón.
El escritor Rudolf Erich Raspe creó un personaje ficticio que recogía y exageraba las historias que explicó el aristócrata y al que llamó Barón de Munchausen, sin diéresis ni «h» intercalada. Por el carácter ficticio de las aventuras que explicaba, el apellido se aplicó al trastorno psicopatológico conocido como Síndrome de Munchausen o Síndrome de Münchhausen, que de ambas maneras es correcto, ya que en un caso se hace referencia al apellido del personaje histórico y en el otro al literario.
¿Qué es el síndrome de Munchhausen?
Entre las enfermedades más extrañas del mundo, nos encontramos con padecimientos verdaderamente terribles. Pero pocos tan bizarros y dañinos como el síndrome de Münchhausen.
Se trata de un trastorno mental en el que la persona que lo sufre se autolesiona o autoenferma, de manera real o ficticia, con la finalidad de conseguir atención por parte de terceras personas. Fue diagnosticado y bautizado por primera vez como «Síndrome de Münchhausen» en 1951 por el Dr. Asher en su artículo publicado en The Lancet en febrero de ese año.
No se trata de alguien que finja una enfermedad, ya que esto no implica una patología psiquiátrica, sino de alguien con un trastorno psicopatológico que hace que tenga la necesidad de asumir el papel de enfermo para conseguir atención, sin que con ello, como en el caso de los simuladores, consiga un beneficio propio o se libre de una responsabilidad.
Las personas que padecen el trastorno facticio por poderes suelen ser tratadas por médicos de familia o generalistas que en muy pocos casos los derivan a una unidad psiquiátrica y, en cambio, se convierten en lo que la OMS ha bautizado como «pacientes peregrinos», ya que ante la inexistencia de una patología orgánica o por las sucesivas autolesiones, cuando es rechazado por un centro asistencial acuden a otros donde vuelve a ser objeto de estudio, realizándosele nuevas exploraciones e intervenciones y obteniendo la atención médica y personal que ansían.
1. Tipos del síndrome de Münchhausen
El trastorno facticio por poderes tiene dimensiones bastante complejas. Los especialistas que lo han estudiado lo estructuran con base en tres grandes tipos:
- El predominio de signos y síntomas psicológicos.
- El predominio de signos y síntomas físicos.
- La combinación de signos y síntomas psicológicos y físicos.
Además de ello, también hay una variante de la que ya te hablamos en Supercurioso en una oportunidad. Te referimos sobre los casos de Münchhausen por poder, que es realmente estremecedora. En esta vertiente del trastorno, es el cuidador quien produce, exagera o induce problemas de salud, ya sean físicos o mentales, a aquellas personas que están a su cargo, con la única finalidad de obtener consideración y simpatía de los demás. Es muy común que se presente en la relación de madre e hijo.
2. Causas del trastorno facticio por poderes
La salud mental está sostenida por un equilibrio que puede ser alterado o afectado con bastante facilidad. Es el caso de los trastornos mentales, que a veces aparecen sin previo aviso y trastornan por completo la vida de la persona y quienes le rodean. Sobre las causas que generan el síndrome de Münchhausen no hay claridad. Sin embargo, algunas hipótesis se tejen.
En primer lugar, muchos especialistas sostienen que el trastorno facticio por poderes, puntualmente, evidencia una necesidad de maltrato de una figura de poder, ante otra que le está sometida. En este sentido, se cree que su presencia puede estar relacionada con problemas durante la niñez del maltratador, eventos traumáticos que derivan en una necesidad de control y de reconocimiento del entorno.
3. ¿Cuáles son los síntomas del síndrome de Münchhausen?
Para hablar de este punto, es necesario diferenciar si la persona padece el síndrome de Münchhausen regular o por poderes. En la primera versión, es algo difícil de evaluar. Las personas que simulan estar enfermas solo persiguen una gratificación psicológica ante la atención recibida. En este sentido, suelen ser personas con un perfil psicológico complejo, con escaso apoyo social y familiar, que buscan llamar la atención sin ser conscientes de ello.
Un comportamiento común en estos pacientes es que explican de manera dramática sus síntomas, pero no pueden sostener los argumentos cuando se les hacen preguntas más concretas. También suelen asentir ante cualquier sugerencia de síntoma o signo que pueda hacer el facultativo. Aceptan todas las exploraciones complementarias que les son sugeridas, desde exámenes de sangre hasta biopsias. Cuando se les inicia un tratamiento, pierden el talante colaborativo y empiezan a presentar quejas constantes. Pueden llegar incluso a autoinfligirse lesiones.
Ahora bien, en el caso del trastorno facticio por poderes, lo más común es que sea un progenitor quien padezca la enfermedad y provoque enfermedades en sus hijos. Usualmente, es una madre la que inflige lesiones en su propio hijo, para luego, fingiendo preocupación, llevarlo a revisiones médicas constantes. Estos pacientes suelen presentar lesiones graves o síntomas complejos que el progenitor narra y que nunca aparecen cuando éste no está presente.
4. El tratamiento del trastorno
La realidad es que el síndrome de Münchhausen es bastante difícil de tratar. El primer paso es el más complejo. Se trata de lograr descubrir el engaño por parte del paciente. Llegar a la conclusión de que no está sufriendo de ningún padecimiento real, sino que está buscando llamar la atención.
Si se logra esto, se llega a un nuevo nivel de complejidad: cuando el paciente se siente descubierto, suele huir de la consulta médica, y empezar el periplo en otro centro de salud. Ahora bien, si se logra la continuidad en el tratamiento de este síndrome, el paciente deberá recibir terapia psicológica, atención psiquiátrica, y la medicación que el especialista considere pertinente.
Y tú, ¿Habías escuchado hablar del síndrome de Münchhausen? ¿Y de su terrible y cruel vertiente de trastorno facticio por poderes? Anímate a dejarnos todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte! Si te ha gustado este tema, te invitamos a leer sobre las historias de los famosos con trastornos mentales. Y si lo que quieres es sumar herramientas para potenciar tu mente, no te pierdas este resumen de los mejores alimentos para la salud mental. ¡Hasta un próximo tema super curioso!
Otros síndromes extraños que debes conocer
Además del síndrome de Münchhausen, existen otros trastornos y afecciones que resultan verdaderamente curiosas. Por eso, hemos decidido dejarte esta breve selección con síndromes sorprendentes y asombrosos
- Síndrome de Enclaustramiento, estar atrapado dentro de tu propio cuero.
- Síndrome de Amok, la enfermedad de los asesinos en serie.
- Síndrome de Fregoli, conocer a desconocidos.
- Síndrome de Stendhal, cuando el arte duele.
- Síndrome de Noé, acumular animales.
- Síndrome de Estocolmo, enamorarse de tu secuestrador.
- Síndrome de Cotard, creer que estás muerto.