¿Sabes lo qué es una fobia? Estas se sitúan entre los trastornos más frecuentes que padece la sociedad. Así, existen las fobias más raras, como la monofobia (miedo a estar solo) o la querofobia (miedo a ser feliz). Pero, por otro lado, una de las fobias más comunes es el miedo a los espacios cerrados. Seguramente te habrás preguntado: ¿Qué es la Claustrofobia? Pues bien, en Supercurioso te tenemos la respuesta a esto y mucho más.
Si te encontraras confinado en un lugar cerrado, ¿Cómo crees que reaccionarías? Muchas personas simplemente mantendrían la calma, pero seguramente habrá algunas otras que tendrían un ataque de pánico que, cada vez, va tomando más fuerza. ¿Acaso se te aceleraría el pulso o comenzarías a respirar más fuerte? Seguramente, empezarías a sudar y temblar ¡reacciones normales que todos podemos tener! Pero, ¿Y si todo esto te sucediese cuando estás simplemente sentado dentro de un coche?
Si ello es así, seguramente el especialista te diagnosticaría con claustrofobia, un miedo irracional a los espacios cerrados. La claustrofobia, al igual que todas las fobias, está clasificada por los especialistas médicos como un trastorno de ansiedad muy fuerte que no permite llevar una vida normal.
¿Qué es la Claustrofobia y por qué le tenemos miedo a los espacios cerrados?
Aunque no lo creas, el miedo a los espacios cerrados es un trastorno bastante misterioso. No aparece en los anales de la medicina, sino hasta la década de 1870. Un médico francés, que trabajaba en París, escribió acerca de dos personas que reportaron sentirse ansiosos cuando estaban dentro de sus viviendas con las puertas cerradas. Estos casos surgieron cuando París empezó a urbanizarse rápidamente y más personas se reunían en la ciudad.
Los expertos advierten que la claustrofobia representa un miedo irracional, asociado con la evitación de objetos o situaciones de asfixia y restricción de movimientos, que no permite a los claustrofóbicos ejecutar tareas de su vida cotidiana. Aunque esta fobia haya recibido menor atención que otras, ha tomado mayor importancia en tanto se le ha dado paso a la vida moderna.
La claustrofobia tiene múltiples causas, pero los expertos aseguran que este miedo irracional va en aumento por el número de personas que necesitan compartir espacios pequeños como, por ejemplo, ascensores o apartamentos. Y es en este punto donde se demuestra que la vida urbana nos lleva a vivir aglomerados en espacios reducidos.
Las estadísticas asociadas con claustrofobia están lejos de ser sólidas. Algunas estimaciones dicen que casi el 2% de las personas sufren de la enfermedad, mientras que otros suponen un 10% de la población mundial la padece. Sin embargo, es bien sabido que esta fobia puede aquejar a personas en un rango de edad desde los 4 años hasta los 45 en adelante, dando como resultado que el miedo a los espacios cerrados sea una fobia realmente prolongada.
1. ¿Cuáles son los tipos de Claustrofobia?
Generalmente, el miedo a los espacios cerrados o claustrofobia está asociado con fobias catalogadas como ambientales como, por ejemplo, la acrofobia (miedo a las alturas), la nictofobia (miedo a la oscuridad) o la aerofobia (miedo a volar). Es decir, las personas presentan miedo y ansiedad ante un estímulo natural.
La claustrofobia es catalogada en dos tipos de acuerdo con los factores que la puedan generar. En primer lugar, está la claustrofobia por miedo a la restricción de movimiento, que se produce cuando las personas se sienten aprisionadas, sin tener la posibilidad de moverse (aun cuando haya espacio para ello). Y, en segundo lugar, se produce cuando existe un miedo a la asfixia, en este caso la persona siente que puede quedarse sin aire por la reducción del espacio y teme morir.
Como ya sabes, el miedo a los espacios cerrados no es solo estar atrapado en un lugar muy pequeño, es también el intenso temor a lo que pueda ocurrir en un lugar. Subirte a un autobús, a un subterráneo o incluso andar en metro, puede ser un factor fuerte de estrés el cual no permite el control de la ansiedad para aquellos que sufren de claustrofobia.
2. Claustrofobia: causas y síntomas
Parece una obviedad que el estar en un espacio cerrado pueda evocar sentimientos de claustrofobia, pero esta es la principal causa que desencadena el miedo a los espacios cerrados. Mientras algunos creen que el trastorno se transmite genéticamente, otros dicen que es transferido a través del condicionamiento. Un niño con un padre claustrofóbico aprende a temerle a los espacios confinados, después de presenciar al padre sufrir un episodio de ansiedad en un lugar determinado. Otra teoría es que los resultados de claustrofobia se deban a traumas infantiles, como estar atrapado en un armario o ascensor.
Algunos psicólogos afirman que la claustrofobia se basa en el proceso del parto. ¡Salir de la matriz puede ser complicado! Incluso los nacimientos más rutinarios implican pasar a través del estrecho espacio del útero, un evento conocido como trauma del nacimiento. Los teóricos de este trauma sugieren que todos nosotros tenemos la claustrofobia en cierta medida (ya que todos hemos nacido), los nacimientos más difíciles producirían casos más pronunciados de la claustrofobia.
Por otro lado, los síntomas de la claustrofobia son similares a las de muchas fobias que parten del entorno. Primero se encuentra el ejercicio de evitación, donde la persona planea su día a día buscando evitar completamente aquellos espacios que puedan producirle fobia, esta patología está acompañada de altos niveles de estrés, hiperventilación, taquicardia, sudoración, mareos, temblor e incluso desmayos. La primera reacción de una persona claustrofóbica es la necesidad de salir inmediatamente del lugar.
El padecimiento de esta fobia también trae consigo síntomas psicológicos como depresión y ansiedad. En resumen, las personas que le tienen miedo a los espacios cerrados no la tiene fácil. Por ello, es importante que mencionemos que si sufres alguno de estos síntomas, es mejor consultar con un médico especialista en la mayor brevedad posible.
3. ¡Superar la fobia a los espacios cerrados! Tratamientos efectivos
Como en muchos trastornos de ansiedad, la claustrofobia muestra un mayor incremento a medida que va avanzando en edad la persona afectada, esto hace que sea un desafío importante para la ciencia médica poder tratarlo.
Aquellos que sufren claustrofobia pueden escoger entre un gran número de intervenciones, incluyendo (pero no limitando a) terapia cognitiva, modelado, exposición en imágenes o realidad virtual, y por supuesto la exposición en vivo que es la confrontación directa al miedo a los espacios cerrados.
La ciencia no ha encontrado ninguna cura preventiva para la claustrofobia, aunque los episodios pueden ser tratados con terapia y prescripción de medicamentos como los antidepresivos. Mientras que la mayoría de nosotros no sufriremos un ataque en un ascensor, parece que todo el mundo puede mostrar síntomas de claustrofobia en circunstancias extremas. Después de todo ¿Quién no enloquecería por completo, si fuese enterrado vivo en un ataúd o restringido en una camisa de fuerza?
Cuéntanos ¿le tienes fobia a los espacios cerrados? ¡Te leemos! y si quieres leer más te recomendamos: Fobias de famosos ¡algunas son increíblemente extrañas!