Decía Constantin Brancusi, un reconocido pintor y escultor rumano, en una de las más célebres frases sobre el vuelo, que: «No he buscado durante toda mi vida otra cosa que la esencia del vuelo… El vuelo, ¡Qué felicidad!». En efecto, el concepto de volar ha seducido a las mentes más inquietas, por milenios enteros. Sin embargo, el hombre en sus contradicciones fue capaz de diseñar un artefacto que le permite volar y, al tiempo, nació una fobia asociada: el miedo a volar en avión. Aunque para muchos la idea de surcar los aires es seductora, e incluso buscan hacerlo en parapentes y paracaídas, para otros, la idea de despegar sus pies del suelo resulta una verdadera tortura. Acompáñanos en Supercurioso a conocer qué es la Aerofobia.

¿Sabes qué es una fobia? Bien sabemos que se trata de diferentes problemas psicológicos muy comunes de la humanidad. Tanto las fobias más raras como las más comunes no se tratan solo de un rechazo o desagrado, sino de un miedo injustificado, incapacitante y excesivo en relación con alguna situación o cosa que se manifiesta incluso con síntomas orgánicos. Entre las fobias más comunes que se vinculan al espacio físico, nos encontramos con algunas como la acrofobia (miedo a las alturas) o la talasofobia (miedo al océano). Pero, el miedo a volar en avión se destaca por un asunto simple; el método de transporte más efectivo para conectarnos con regiones y países distantes, implica una limitación. Veamos a profundidad qué es la Aerofobia y cómo superarla.

¿Qué es la Aerofobia?

El miedo a volar en avión quizás es una cosa bastante común. Mientras algunos lo disfrutan con total valentía, otros experimentan cierto temor al estar a tantos miles de metros en el aire, nada más que sostenidos por un enjambre de metales y motores. Pero, para definir qué es la Aerofobia, hay que saber distinguir muy bien los simples y muy comunes nervios al tomar un avión, con el temor patológico que define a las fobias. Para los aerofóbicos, la sola idea de abordar un avión implica un nivel de estrés y ansiedad que sale de los límites de lo manejable.

Hablamos de que una persona tiene una fobia a volar en avión cuando se genera en su interior un terror inmediato, intenso y paralizante a permanecer en un avión que esté en el aire o que esté a punto de despegar. Tan intensa puede llegar a ser esta fobia que las personas pueden afectarse por el simple hecho de imaginar esa situación o de verla a través de una película. Cuando la fobia llega a este nivel, la persona evitará a toda costa exponerse a su fuente de miedo, lo que le generará no pocas limitaciones.

1. Lo que dicen las estadísticas

El miedo a volar en avión difiere de otras fobias como la pedofobia (miedo a los niños) o de la aracnofobia (miedo a las arañas) en un asunto puntual: la amenaza implícita en el objeto de temor. Un bebé o una pequeña araña difícilmente tienen el potencial de hacernos daño, pero un accidente aéreo sí puede lastimarnos. Veamos un poco lo que dicen las estadísticas.

Aunque la aerofobia es común entre las personas, lo cierto es que la probabilidad de morir en un accidente aéreo es sumamente baja. De hecho, es 100 veces más probable estar en un accidente de tránsito. Otro ejemplo impactante son las muertes causadas por el cigarrillo, que equivaldrían a 3 aviones jumbo estrellándose diariamente. De cada 10 millones de pasajeros aéreos, solo 3.3 mueren al año. En cambio, de cada 10 millones de pasajeros terrestres, mueren 12.410 al año.

Por otra parte, el Bureau of Aircraft Accidents Archives informó que en el 2014 hubo 120 accidentes aéreos, siendo la cifra más baja desde el 2005. Fueron 21 accidentes aéreos comerciales con 986 víctimas que lamentar, pero también fueron más de 27 millones de vuelos con tres mil millones de pasajeros que llegaron sanos y salvos. En pocas palabras, las probabilidades son de 1 por cada 1,3 millones de vuelos. Es importante destacar que en las estadísticas se cuentan tanto las fatales como los no fatales, así como también aviones comerciales y privados.

Y, aunque las estadísticas demuestren que viajar en avión es realmente muy seguro, para los aerofóbicos la posibilidad de una catástrofe aérea con resultados fatales, nunca deja de dar vueltas en sus pensamientos. Al contrario, se repite como una constante que fortalece su temor.

2. Causas de la aerfobia

Cuando profundizamos en qué es la Aerofobia y cómo se genera, nos encontramos con dos grandes causales. En primer lugar, destaca el hecho de que la persona haya vivido algún suceso traumático relacionado con hecho de volar en avión. Cosas como haber sobrevivido a un accidente aéreo, haberlo visto o que un familiar o persona cercana lo hayan sufrido, son causales para que se desarrolle este tipo de fobia.

En segundo lugar, nos encontramos con un asunto más bien ligado a la personalidad. Las personas que suelen tener un temperamento extremadamente controlador, en el que reducen las variables a su mínima expresión y procuran prever los resultados de todas sus acciones, pueden llegar a desarrollar miedo a volar en avión. La explicación es simple: sobre el aire y a miles de metros de la superficie terrestre, no tienen ningún tipo de control. Esta situación les genera entonces altas dosis de estrés y ansiedad.

3. Síntomas de la aerofobia

Para comprender qué es la Aerofobia y la forma en la que puede llegar a afectar a las personas que la padecen, es necesario mencionar sus síntomas. Desde asuntos actitudinales hasta manifestaciones físicas, el miedo a volar en avión puede llegar a expresarse de las siguientes maneras:

  • Las personas aerofóbicas evitan a toda costa exponerse a volar en avión. Prefieren usar autos, barcos o simplemente no salir de su zona de confort, solo por evitarse el hecho de volar.
  • Cuando están sometidos al estímulo de volar en avión, las personas que padecen de esta fobia pueden experimentar síntomas físicos como la aceleración del ritmo cardíaco y de la respiración, náuseas, dolores de cabeza, sensación de sequedad en la boca y excesiva sudoración.
  • Junto al aumento del estrés y la ansiedad asociados a la idea de volar, las personas que padecen de esta fobia pueden presentar ataques de pánico.
  • Los síntomas del miedo a volar en avión pueden ponerse de manifiesto en dos grandes grupos. En primer lugar, encontramos a las personas que sienten miedo al evento de volar en sí, a subir al avión y a que este despegue. Pero, en los casos más graves, los síntomas se dejan ver ante la aparición de cualquier estímulo vinculado al vuelo, como el sonido de turbinas, la visita a un aeropuerto o la contemplación de una pista de aterrizaje.

4. ¿Cómo superar el miedo a volar en avión?

miedo a volar en avión

Comprender qué es la Aerofobia y las formas en las que se manifiesta, nos permite establecer un mayor grado de comprensión y de empatía con las personas que la sufren. En este sentido, se trata de una fobia que puede ser tratada de múltiples maneras. En primer lugar, destaca la terapia psicológica bajo el enfoque cognitivo-conductual. A través de ella, el profesional irá trabajando con el paciente en el hallazgo de las causas que generan la fobia y en el desmontaje de los pensamientos fatalistas asociados a ella.

En segundo lugar, otra técnica útil para combatir el miedo a volar en avión es la exposición progresiva y gradual al objeto del temor. Puede hacerse uso de herramientas de realidad virtual para que la persona vaya familiarizándose con el hecho de volar. Cuando sienta que ha evolucionado en este sentido, puede dar el siguiente paso hacia un avión real.

De forma individual, puedes incorporar ejercicios como la visualización, meditación y relajación, pues resultan efectivos para tener mayor control sobre nuestra mente y, por ende, sobre nuestros mayores miedos. Además, para algunas personas recurrir al alcohol puede ser una idea fenomenal para tranquilizarse durante el vuelo, pero una hora después, los niveles de ansiedad aumentarán dramáticamente. De igual forma, es recomendable evitar bebidas que nos aceleren como el café, refrescos o cualquier otra bebida energizante.

La realidad es que el miedo a volar en avión es una de las fobias más usuales de la sociedad moderna. Estrellas y figuras públicas como Gabriel García Márquez, Aretha Franklin, Lenny Kravitz y Jennifer Aniston lo sufrieron y lo sufren. Pero, con un poco de voluntad y la terapia adecuada, sin duda que puede dominarse. Y, si te llama la atención conocer sobre otros temores patológicos de las estrellas, no te pierdas este interesante artículo sobre las fobias de los famosos.