El fin de octubre y el principio de noviembre son fechas cargadas de simbolismo. Mientras que las tradiciones de Halloween nos llevan a disfrazarnos de espectros y salir con los más pequeños del hogar a la voz del dulce o truco, el día siguiente es completamente distinto. La historia del día de todos los santos es tan antigua como la noche de brujas y, en general, representa un momento de recogimiento, en el que las familias se reúnen a recordar y honrar a aquellos que ya no están. La celebración de este día adquiere quizás su expresión más elevada en México, país en el que pueblos y ciudades se llenan de color para recibir a los muertos. Hoy en Supercurioso hemos querido investigar y contarte todo sobre el origen del día de todos los santos, que nada tiene que ver con la tradición católica. ¡Acompáñanos!

El origen del día de todos los santos

Origen del Día de Todos los Santos

Hablar de la historia del Día de Todos los Santos es hacer un profundo viaje al pasado y a tradiciones paganas que han sido tomadas y transformadas por el cristianismo. Desde el principio de los tiempos, el hombre ha tenido una concepción de lo metafísico o mágico. La razón es que le da una connotación mágico-religiosa a aquellas situaciones que no sabía bien por qué ocurrían. La religión explicaba muchas situaciones de la vida cotidiana que el hombre que no podía entender (algo que nos ha dado la ciencia tiempo después). Es justamente esta necesidad de explicar nuestro entorno lo que da pie al origen del día de todos los santos.

Los cambios estacionales fueron sacralizados y, con ello, aparecieron los rituales. En el mundo celta, como en tantas otras culturas, el llamado festival del Samhain era la celebración de un nuevo cambio estacional —de hecho, “Sahmhain”, en galés, significa “fin del verano”—.  En esta festividad los druidas tenían un papel importante, pues los muertos podían acceder al mundo de los vivos y ellos servían de “mediums” o intérpretes de los difuntos. Había que mantener a los espíritus contentos, por lo que se dejaban comida fuera de las casas (un rasgo que ha evolucionado con la fiesta de Halloween). La antigua tradición celta se considera el origen de la fiesta que permanece hasta la modernidad, pues incluso se disfrazaban como fantasmas, espectros o demonios, para pasar desapercibidos entre los espíritus.

1. La Influencia romana en la festividad del Samhain

El origen del Día de Todos los Santos está marcado por la intervención de varias culturas o doctrinas religiosas. Más allá del origen celta, con la conquista romana se “romanizó” el ritual, haciendo culto a la diosa Pomona, pues era ella la que traía la cosecha que se recoge al final del verano. En el rito romano se les ofrecía leche, miel y harina a los espíritus de los difuntos y se encendían velas para guiarlos en su viaje al más allá. En el último día se hacía un sacrificio en honor a Mania Tácita, señora de la Muerte. Hay que tener en cuenta que los romanos no concebían el tránsito al más allá como algo tétrico y temerario, sino como parte de la naturalidad del ciclo de la existencia.

2. La Cristianización de la historia del Día de Todos los Santos

historia del día de todos los santos

El hito que marca la historia del día de todos los santos y lo define tal como lo conocemos hoy, lo marca la llegada de la Iglesia Católica y su inclusión en esta festividad. La primera referencia en este sentido la encontramos en el siglo IV, época en la que el emperador Diocleciano inició una dantesca persecución de cristianos. Muchos murieron, al punto de que se hizo imposible rememorar en una ceremonia el nombre de cada uno. Fue así como se estableció el origen del día de todos los santos en la tradición católica, como una fecha en la que se conmemoraran todas aquellas muertes, rindiendo honor a los difuntos. Sin embargo aquello fue una medida informal. No sería sino hasta el 13 de mayo del año 610 cuando el entonces Papa Bonifacio IV instauró esa fecha para homenajear a los mártires católicos.

En la evolución del origen del Día de Todos los Santos en el terreno católico también aparece el nombre del papa Gregorio IV, quien a mediados del siglo IX trasladó la fiesta de Todos los Santos al 1 de noviembre. Con el cambio de fecha y debido a su condición de festividad importante, requería de una preparación que se hacía el día antes, es decir, el 31 de octubre. Este día, dentro de la cultura inglesa, se denominaba “All Hallow’s Eve” o “Vigilia de todos los Santos”, nombre cuya pronunciación evolucionó con el paso del tiempo y cambió a “All Hallowed Eve” , luego a “All Hallow Een” y finalmente a “Halloween”.

En algunas zonas del orbe católico, como España, Portugal o América del Sur era festivo también el 2 de noviembre, pues era la “Conmemoración de los fieles difuntos”. Día en el que se recuerda a aquellos que están en el Purgatorio, pero con la revolución industrial del siglo XIX dejó de ser un día festivo, salvo en Mesoamérica, pues ellos mantienen allí una tradición de los antiguos mexicas, también cristianizada y llamada “Día de los Muertos”.

Una explicación plausible sobre el origen del Día de Todos los Santos y el hecho de que se trasladara precisamente a esta fecha en concreto, fue para vincular el cambio de estación del fin del verano con el principio del otoño y el invierno. Es una época lúgubre en la que la Naturaleza “muere” para volver a renacer en primavera, con un renacimiento, las nuevas siembras y sus consiguientes celebraciones.

Y tú, ¿Conocías la historia del día de todos los santos? ¿Sabías que su origen nada tiene que ver con el Catolicismo, y la Iglesia Católica se apropió de esta festividad mucho después de su aparición? Déjanos todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos deseando leerte! Ahora, si lo que quieres es despertar tus fantasías más aterradoras, inspírate con estos geniales libros de terror. ¡Para ponerte a temblar!