En Supercurioso te contamos una vez que el gusto por el picante define tu personalidad. Esta vez queremos hablarte del picante que cambió el mundo. ¿Te intriga? Sigue leyendo.

El picante que cambió el mundo

Hablamos del ají o guindilla. De origen americano, el ají puede comerse fresco y también como ingrediente principal en la preparación de “ajiceros” y de diversos platos. Existen más de 150 tipos, y sus colores varían del verde al rojo y al amarillo.

guindilla

Colón lo llamó “pimienta en vainas, muy fuerte…”, tal vez por asociación del sabor picante con la pimienta. En España se mantuvo el error de llamar pimiento a las variedades de este fruto, hasta hoy en día. En América se le conoce como ají o chile (del náhuatl chili). El pimiento se refiere a una especie no picante, mientras que la guindilla sí lo es.

Fernando de Magallanes lo trasladó a África y Asia.

Una vida con sabor

Hay mucha confusión cuando se habla de pimienta roja o pimienta de cayena (que llaman así por la ciudad del mismo nombre en la Guyana Francesa), pues de hecho es guindilla en polvo, que resulta cuando se muelen los frutos de una o varias especies de capsicum (designación científica) secados previamente. El pimiento rojo secado y molido es el que se conoce en Hungría como páprika.

papryka

A diferencia de otras plantas americanas comestibles que no fueron aceptadas enseguida, con la guindilla ocurrió todo lo contrario: su uso se difundió rápidamente por Europa luego de 1493.

En este continente se acostumbraron a secarlo y molerlo para usarlo como condimento o dar color a los platillos. A mediados del siglo XVI se cultivaba en Italia, Inglaterra, España y Prusia (Alemania), siendo ingrediente fundamental para el plato húngaro gulash, o especiar salchichas. Así de tradicional ha llegado a ser.

Una revolución muy picante

Y calladita. Este pequeño fruto puso de cabeza la gastronomía mediterránea durante los siguientes doscientos años.

Y en otras latitudes podemos mencionar, así por encima, que la cocina de India, Indonesia y China, por ejemplo, utiliza la guindilla como ingrediente básico para sus platillos tradicionales. Y la de Pakistán, la de Malasia, la de Camboya, Irán, Tailandia, Filipinas… ¿queréis más?

En África y la India se dio tan bien, se aclimató tan correctamente, que en muchos sitios se cree que el ají es originario de allí. Pero no, viene de América.

capsaicina

Y sus usos son tan variados como sus colores y sabores. Por ejemplo, la capsaicina, que es el compuesto de la guindilla, estimula los receptores de calor y dolor de la epidermis, por lo que se utiliza como tópico analgésico. Y en las dietas para adelgazar: este componente acelera la termogénesis del cuerpo (la capacidad para quemar grasas), ayudando a perder centímetros.

Y otro uso muy importante: la comida preparada con ají se conserva mucho más y mejor, y  es una de las razones por las cuales es tan popular en el trópico, donde el calor y el sol aceleran el proceso de descomposición de los alimentos.

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