Si tienes una mascota en casa, seguro entenderás que el amor que despierta hace que lo consideres un miembro más de tu familia. Pero, ¿hasta qué punto el amor por los animales podría transformarse en una patología? La acumulación de animales sin ningún orden y sin poder satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, salud e higiene, es lo que conocemos como síndrome de Noé. Acompáñanos en Supercurioso a descubrir de qué se trata este trastorno tan poco conocido.

El Síndrome de Noé: la excesiva acumulación de animales

A pesar de que en una primera impresión pueda parecer inofensivo e incluso gracioso, el síndrome de Noé merece ser tomado seriamente. En psiquiatría es denominado Trastorno de Acumulación de Animales y consiste, básicamente, en la acumulación de un gran número de animales en casa, principalmente perros y gatos. El síndrome de Noé es una enfermedad y constituye un problema de salud pública poco conocido.

Esta patología ha sido comparada en sus características con el trastorno de acumulación de objetos, conocido como síndrome de Diógenes. En este caso, la persona almacena objetos de forma ilimitada, bajo la creencia de que en algún momento puede necesitarlos. El síndrome de Noé, en cambio, se sustenta en una idea de necesidad mutua. La persona siente que los animales le necesitan para sobrevivir (son mayoritariamente animales recogidos en la calle) y, a su vez, siente una enorme dependencia emocional. Generalmente, una persona que sufre el síndrome de Noé también presenta comportamientos propios del síndrome de Diógenes.

1.Estudios sobre el síndrome de Noé

Síndrome de Noé. El trastorno por acumulación de animales

Los primeros hallazgos relacionados con la acumulación de animales data del año 1981. Otros estudios realizados por la Universidad Católica de Rio Grande do Sul, en Brasil, reflejaron un resultado alarmante: Los sujetos en estudio acumularon en sus hogares a 915 perros, 382 gatos y 50 patos en la ciudad de Porto Alegre. La media de animales por casa era de 41. Sin embargo, se registró el caso atroz de un hombre que convivía con 170 perros y 30 gatos.

Otra investigación, publicada en Psychiatry Research, explora una población de sujetos de estudio en el sur de Brasil. 33 personas de ambos sexos llegaron a recolectar 1.400 animales. También en España hubo un caso destacado: un estudio hecho en el año 2012, en el que se analizaban las situaciones de 24 personas, que habían acumulado un total de 1.218 perros y gatos.

2. ¿Cómo es el perfil de las personas que lo sufren?

El síndrome de Noé es una patología psiquiátrica que genera múltiples problemas, tanto a la persona que la padece y los animales que acumula, como al entorno social que le rodea. La persona que sufre este trastorno presenta ciertas características o comportamientos típicos:

  • Según datos obtenidos por investigadores brasileños, aproximadamente el 73% de los individuos con síndrome de Noé son mujeres, con una media de 61 años de edad. También se tiene referencia de que los inicios del trastorno se dan al menos veinte años antes de que se manifieste su punto máximo.
  • El 90% de las personas con síndrome de Noé viven solas y tienen relaciones familiares conflictivas, esporádicas o inexistentes. También es común que hayan desarrollado el trastorno luego de un evento traumático, como la muerte de un ser querido, o un accidente que le haya generado alguna discapacidad.
  • La falta de higiene es otra de las características recurrentes de las personas con síndrome de Noé. Como esta patología viene generalmente asociada al trastorno de acumulación de objetos (síndrome de Diógenes), generalmente sus casas están llenas de objetos y animales de forma anárquica. Los animales están desnutridos y en malas condiciones de aseo. Es común ver casos de peleas, canibalismo, animales enfermos e incluso muertos, sin que los dueños lleguen a enterarse.
  • Cuando se aborda a una persona con el trastorno de acumulación de animales, generalmente expone una necesidad mutua como justificación a su comportamiento. Los animales necesitan de su presencia y resguardo para sobrevivir, y por su parte, el cuidado de las criaturas es expuesto como una misión de vida para la persona afectada por el síndrome. Es una condición psicológica que necesita tratarse profesionalmente, pues las personas rara vez son conscientes del estado de salud real de los animales, y rechazan la ayuda.

3. ¿Cómo afecta a la salud pública?

Síndrome de Noé. El trastorno por acumulación de animales.

El síndrome de Noé no solo representa un problema para la persona que lo padece. También el entorno sufre directamente las consecuencias. La salud es el primer aspecto que puede verse afectado. Existen riesgos de incendios a causa del exceso de objetos que generalmente se amontonan junto a los animales. Este mismo exceso daña las redes eléctricas y puede provocar inundaciones.

Otra de las consecuencias directas de la acumulación de animales es la infestación por insectos o plagas de roedores. Esto contribuye al peligro de zoonosis (enfermedades transmitidas de los animales a las personas). Por otra parte, la acumulación de heces y orina genera terribles olores, y supone la liberación de bioaerosoles tóxicos, que pueden desembocar en enfermedades respiratorias.

4. ¿Cómo reconocer a una persona con síndrome de Noé?

Para reconocer a una persona que padece el síndrome de Noé, es importante prestar a atención a algunas señales de alarma:

  • Tiene un número atípico y excesivo de animales de compañía, e insiste en seguir recogiendo otros animales de la calle, aún cuando la situación sea insostenible.
  • Negligencia en la tenencia de los animales, lo que se expone en una incapacidad de ofrecerles alimentación, cuidados sanitarios y cobijo adecuado, cuestiones básicas para el bienestar de las criaturas.
  • Negación constante, tanto de su incapacidad para mantener a los animales en buen estado, como de las consecuencias que el impacto de la acumulación tiene en el entorno social.

Nuestras mascotas son parte importante de las familias, y les ofrecemos amor incondicional. Pero cuando el afecto toma dimensiones patológicas, ya no hablamos de amor a los animales, sino de una enfermedad que sólo redunda en el perjuicio extremo de las criaturas víctimas y del entorno social.

El síndrome de Noé es un trastorno que requiere de tratamiento para ser superado, pues tiene aristas psicológicas de complejidad elevada, y su principal y más cruel consecuencia, es el deterioro en la salud, e incluso la muerte de los más inocentes, los animales. Si eres también de los amantes de las mascotas, te invitamos a descubrir las mejores Frases de animales, para recordar cuánto los amamos.

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