De Marilyn Monroe y Albert Einstein hemos conocido, escuchado y visto mucho. Y es que pocas personas han sido tan relevantes en la historia moderna como estos dos personajes. Geniales en su arte y sus disciplinas, configuran por sí mismos dos auténticos iconos occidentales capaces de perdurar en los años con el mismo brillo de las estrellas eternas.
Pero más allá de ser genios en sus propio campos, ¿qué tenían en común Marilyn Monroe y Einstein? Te preguntarás. Ambos fueron contemporáneos, Monroe nació en el 1 de junio de 1926 en Los Ángeles, California, mientras que Einstein nació 14 de marzo de 1879, en Ulm, Alemania. Aunque tenían cierta diferencia de edad, solían encontrarse en eventos de sociedad. De ahí que haya distintos rumores sobre la relación entre Einstein y Monroe.
Por lo demás, parecían ser muy distintos. Uno era (y sigue siendo) referente en el mundo de la ciencia y la otra, era una mujer de sinuosas formas y afilada sensualidad cinematográfica, fue esa actriz que todo director de cine deseaba para sus películas en los años 50 y 60. Einstein pasaba su tiempo entre fórmulas matemáticas, y Marilyn en los platos de rodaje. Pero, la casualidad quiso que un día coincidieran. ¿Quieres saber lo que ocurrió? Acompáñanos a descubrirlo en Supercurioso.
Marilyn Monroe y Albert Einstein: Poder, inteligencia y atractivo
1. Monroe, una mujer que superó los estereotipos
A pesar de llevar una vida rodeada de estereotipos y falsas creencias, Monroe demostró ser mucho más que una mujer de hermosas curvas e irremediable belleza. Entre sus curiosidades, podemos contar que Marilyn era una mujer de elevada inteligencia, a un nivel sorprendente en verdad. De hecho, se ha afirmado que superaba al genio alemán.
Pero, más allá de cualquier dato estadístico, el símbolo erótico de la época era, además, una gran lectora. La biblioteca de Marilyn Monroe era enorme, tenía un particular interés por los análisis de Freud y en las grandes enseñanzas que se escondían tras las letras de Homero o de Joyce.
Además de esto, se dice que, entre las habilidades de Marilyn Monroe, estaba que llegó a crear su propio personaje, que estudió cómo entonar un tipo de voz que, aún no siendo el suyo, sonaba más dulce y seductor de cara a formar esa imagen que le dio el éxito. De ahí que se hable de poder intelectual y creativo de la actriz.
Sin embargo, volviendo a los datos que han quedado registrados, se cree que Monroe tenía un coeficiente intelectual (IQ) de 165. Lo anterior significaría una inteligencia superior a la de Einstein por cinco puntos.
Puede que te preguntes cómo pudo llegar a saberse tal dato. Lo cierto es que en esta época ya eran habituales los test de inteligencia. Estos fueron creados y empleados desde 1912 por el psicólogo alemán William Stern. Pero, no fue sino hasta los años 40 y 50 que se volvieron habituales, se solían aplicarse con relativa normalidad. No sabemos qué profesional fue el que le aplicó a la actriz la prueba, pero fue, sin duda, un dato muy extendido hasta ahora. Marilyn Monroe tenía una inteligencia notablemente alta, al igual que Einstein.
Ahora bien, la inteligencia no siempre está correlacionada con la felicidad, tampoco con la estabilidad emocional, ni con conseguir un doctorado en una prestigiosa universidad. La inteligencia está formada por muchas áreas y, hoy en día, se sabe que aquellas personas más inteligentes, con CI (IQ) más alto, suelen ser, de hecho, las más infelices al ser incapaces de gestionar sus emociones, aspiraciones y necesidades.
De allí que se hablen sobre otros datos de la vida y muerte de Marilyn Monroe. Pues, se dice que ella tuvo de superar una infancia difícil y una adolescencia rota, de la que pudo escapar hasta llegar a esa reluciente alfombra roja de Hollywood. Ahí donde nunca es fácil mantenerse. Pero ella lo logró. Sin embargo, todos sabemos cuál fue su final, y que, seguramente, no llegó a ser muy feliz en su vida.
De todas maneras vale la pena recalcar que, a pesar de su sorprendente inteligencia, en la fama de Monroe siempre ganó su belleza física y sensualidad. La inteligencia, aunque pudo, nunca fue la protagonista de su éxito, reflejando el notable impacto de una sociedad machista y prejuiciosa.
Ahora bien, la inteligencia fue protagonista de una de las conversaciones entre Marilyn Monroe y Einstein. De esta anécdota te hablaremos en la siguiente sección del artículo, así que continúa leyendo.
2. ¡Ahora sí! El día que Marilyn se encontró a Albert Einstein
Por su parte, cabe mencionar que, entre las curiosidades de Einstein, está que era amigo de grandes celebridades como Charles Chaplin (de quien Einstein era un gran admirador). De las relaciones de Einstein hizo que fuera muy popular y asistiera a reuniones con celebridades del mundo de Hollywood.
Así, el encuentro entre Marilyn Monroe y Einstein se dio. Fue a finales de los años 40, en una fiesta donde las obligaciones sociales de cada uno, hicieron que ambos coincidieran. Se cuenta que Marilyn tenía un especial interés en hablar con Einstein, que había leído sobre él y que deseaba ser presentada ante tal eminente hombre de ciencia.
De esta manera, al ver al genio, no lo dudó. Ella misma fue quien se acercó al genio y, para romper el hielo, dijo aquello que sencillamente le vino primero a la cabeza:
«Qué dice profesor, deberíamos casarnos y tener un hijo juntos. ¿Se imagina un bebé con mi belleza y su inteligencia?»
Según los rumores, luego de esto, Albert Einstein esbozó una pequeña sonrisa al ver ante sí a Marilyn. Después, adoptó una expresión seria ante la propuesta de la actriz. No tardó en responderle:
«Desafortunadamente, temo que el experimento salga a la inversa y terminemos con un hijo con mi belleza y su inteligencia»
Ambos rieron, intercambiaron alguna palabra más y ahí quedó la fantástica proposición de Marilyn y la apurada respuesta del gran genio.
Pero, lo más curioso de esta anécdota es que había algo que no era del todo cierto en esta conversación. Marilyn Monroe tenía un coeficiente intelectual de 165, superando a Einstein en 5 puntos. Es más, de hecho, el coeficiente de Marilyn Monroe es incluso superior al de Stephen Hawking, que dispone de un CI (IQ) de 152.
Pero su inteligencia era tan notable como la de cualquier genio. Así pues, si hubiera tenido un hijo de Albert Einstein, no sabemos si hubiera sido agraciado físicamente o no, pero lo que es probable, es que hubiera tenido la brillantez intelectual de dos genios en sus respectivas artes. ¿Por qué no?
Antes de despedirnos, quisiéramos conocer tus opiniones sobre esta divertida anécdota, así que no dudes en hacérnosla saber en la sección de comentarios, ¡nos encantaría leerte! Nos vemos en otro artículo supercurioso. No te pierdas frases de Marilyn Monroe.