Una Sinfonía es una composición musical concebida para ser interpretada por una orquesta. Normalmente, consta de tres o cuatro movimientos que se diferencian entre sí por la estructura y el tiempo, son de larga duración y tienen cierta unidad de tono y desarrollo. En nuestro blog de curiosidades, Supecurioso, nos hemos acercado ya anteriormente a los que consideramos algunos de los mejores músicos clásicos de la historia. Y, entre ellos, no podía faltar Beethoven; el genial músico que compuso nueve sinfonías y falleció antes de completar la décima. Tiempo después, la muerte de otros músicos tras haber compuesto su novena sinfonía, dio lugar a la leyenda de la maldición de La Novena Sinfonía.
Parece que los seres humanos tenemos una tendencia innegable a encontrar apofenias o patrones en informaciones aleatorias, uno de los motivos por los que la tradición popular presenta un enorme surtido de leyendas en que las protagonistas son las maldiciones. ¿Te atreves a descubrir la maldición de la Novena Sinfonía? Acompáñanos a conocerla y, después, dinos si eres de los que cree en ella.
La Novena Sinfonía y su maldición
Ludwig van Beethoven nació en la ciudad alemana Bonn un 16 de diciembre del año 1702, y murió en Viena el 26 de marzo de 1827. Provenía de una familia de músicos por lo que su pasión afloró desde muy chico. Este famoso artista fue conocido por ser un gran compositor, director de orquesta, pianista y profesor de piano. Lo que más ha maravillado de su historia es que este músico progresivamente se fue quedando sordo, por lo que habilidad musical es sorprendente. Solo con 12 años hizo su primera composición, por lo que demostró ser un verdadero prodigio. Por otra parte, su última obra fue la novena sinfonía compuesta en 1824.
1. Beethoven y la Novena Sinfonía
La última sinfonía de Beethoven fue la Sinfonía nº 9 en re menor, op. 125, que se conoce también como «Coral». Es, sin ninguna duda, una de las obras más importantes y transcendentales de la historia de la música y el arte. Teniendo la virtud de ser, además, una de las más populares. Quizá creas que no la has oído nunca, pero si te hablamos del «Himno a la Alegría», que es el himno de la Unión Europea y un símbolo de libertad, seguro que lo reconoces. Es el último movimiento de la Novena Sinfonía. Un sorprendente final coral poco habitual en la época en que fue escrito. Aquí te dejamos un vídeo donde puedes escucharla y de seguro la recordarás:
Encargada por la Sociedad Filarmónica de Londres, Beethoven empezó a componerla en 1818 y la acabó en 1824. El cuarto movimiento incluye una adaptación del poema de Friedrich Schiller, escrito en 1785 «An die Freude» (A la alegría) que desde hacía años Beethoven quería musicalizar. Se estrenó el 7 de mayo de 1824 en el Kärntnertortheater de Viena. Fue un éxito absoluto, el compositor, aquejado de sordera siguió la composición en una partitura gracias a su oído absoluto. Cuando acabó, vio como cientos de manos le aplaudían. Fue su última aparición en público. Aquejado por diversas enfermedades, murió tres años después sin haber acabado la décima de sus sinfonías.
2. La maldición y los músicos que aparentemente la sufrieron
La maldición de la novena sinfonía es una superstición relacionada con la música clásica. Según la leyenda, cualquier compositor de sinfonías posterior a Beethoven morirá tras su novena sinfonía. Puede estar escribiéndola, dejarla finalizada o trabajando en la décima. La novena sinfonía marca un hito en la historia de cualquier músico. Si decide componer una décima, estará desafinado al destino.
Al parecer fue Alma, la esposa de Gustav Mahler quien dio inicio a esta creencia. La mujer era muy supersticiosa y llevaba la cuenta de los músicos que habían muerto tras su novena sinfonía. Además de Beethoven, citaba a Schubert, Dvořák, Spohr i Bruckner. Estaba muy asustada debido a que su marido había finalizado la octava sinfonía y había empezado una nueva obra. Le transmitió a Mahler su pesar y este llegó a decir que «Parece que la Novena es el límite. No se sabe que ocurrirá si se va más allá. Parece como si hubiera algo que no hemos de saber y que nos impide una Décima…, algo para lo que no estamos preparados. Los que escribieron una novena ja estaban cerca del más allá.»
Malher tras su Octava Sinfonía escribió «Das Lied von der Erde» que, aunque tenía la estructura de una sinfonía, se dio a conocer como un ciclo de canciones para no caer en la maldición de la novena sinfonía. Su siguiente obra sí fue la Novena Sinfonía, pero como interiormente sabía que era la décima, creyó haber vencido la maldición. Sin embargo, falleció dejándola incompleta. ¿Víctima de la maldición? Su esposa Alma estaba convencida de que sí. Tras él aún fallecerían otros músicos, al parecer, al acabar su Novena Sinfonía: Kurt Atterberg , Elie Siegmeister,Egon Wellesz , Ralph Vaughan Williams, Alfred Schnittke, Roger Sessions, Peter Mennin, Malcolm Arnold o David Maslanka.
3. Refutando la maldición de la Novena Sinfonía.
Los musicólogos y críticos serios, se ríen de la Maldición de la Novena Sinfonía. Es cierto que hay músicos que fallecieron tras escribir nueve sinfonías, pero son muchos más los que superaron este número. No se cuentan los anteriores a Beethoven como Mozart o Haydn, pero sí los posteriores, entre los que podemos citar con 10 sinfonías a Andrzej Panufnik, Peter Maxwell Davies, Hans Werner Henze, Eduard Tubin o William Schuman.
Incluso en el caso de los músicos que se dice cayeron víctimas de la maldición de la novena sinfonía, es muy dudoso que la obra que bautizaron como número nueve fuese realmente la que hacía ese número. Algunos de ellos tienen Sinfonías con el número 0 y otros vivieron muchos años tras acabar su sinfonía número nueve, dedicados a otros tipos de composiciones musicales. A pesar de las explicaciones, han pasado más de dos siglos y se sigue hablando de la maldición de la Novena Sinfonía. ¿Conocías esta curiosa creencia? ¿Piensas que puede ser verdad o simplemente una leyenda? ¡Comparte con nosotros tu opinión! Y si quieres profundizar en el pensamiento de músicos famosos, no dejes de leer estas Frases de músicos clásicos. ¡Seguro que te encantarán!