El origen del Año Nuevo
Todos sabemos los motivos por los que se celebra la Navidad, pero… ¿Alguna vez te has preguntado por qué se celebra el Año Nuevo? Se trata de una época donde las reflexiones sobre nuestros propósitos y metas, alcanzadas o no, se ponen a flor de piel. Aún más en un año particularmente difícil a escala global, como el que acaba de transcurrir. Para muchos, el origen del Año Nuevo representa un nuevo nacimiento, una ventana a las posibilidades de crear y construir la vida tal como la soñamos.
Pero esta celebración tiene un origen concreto y remoto, además de un sinfín de curiosidades interesantes. Tiene lugar en el mundo occidental todos los 1 de enero, aunque lo que se acostumbra es festejar desde la noche anterior. El origen del Año Nuevo tal como lo conocemos, se remonta hasta el lejano año de 1582. Fue en ese entonces cuando el calendario juliano, vigente hasta el momento, se sustituyó por el calendario gregoriano. El 1 de enero quedó fijado como el primer día de este calendario y, desde entonces, es también una de las más importantes fiestas del año.
¿Por qué se celebra el Año Nuevo?
Ya hemos aprendido que el origen del Año Nuevo es quizás menos antiguo de lo que imaginábamos. Son algunos siglos los que nos separan de aquella primera vez en la que se celebró el nuevo año un primero de enero, tal y como acostumbramos en la modernidad. Pero al hablar de por qué se celebra el Año Nuevo en esta fecha nos encontramos con una curiosa leyenda. Acompáñanos a conocerla.
1. La leyenda del Año Nuevo
El origen del Año Nuevo parece venir acompañado de una curiosa leyenda. Cuenta la historia que según el calendario gregoriano, el 1 de enero comenzó el año 2017. Pero aquello habría obedecido a un error de cálculo cuya responsabilidad se le atribuye al monje Dionisio el Exiguo. Al parecer, este personaje se encontraba realmente harto de que los años se contaran a partir de la asunción al trono del emperador Diocleciano. Recordemos que este personaje se había encargado de perseguir de manera despiadada a los cristianos.
Sería este rechazo el que marcaría la leyenda del origen del Año Nuevo. Dionisio el Exiguo aprovechó la coyuntura de un nuevo calendario, para fijar la fecha de su inicio a partir del nacimiento de Jesús. De hecho, estableció que Jesús había nacido el día 25 de diciembre del año 753 Ab Urbe condita (AUC) —es decir, desde la fundación de Roma—. Entonces, decidió que el año uno de nuestra era coincidiera con el 754 AUC, sin darse cuenta de un pequeño error que marcaría el origen del Año Nuevo moderno: para aquella fecha, ya Herodes había fallecido, exactamente hacía cuatro años.
Entonces Dionisio el Exiguo se topó con una incongruencia al tratar de explicarse por qué se celebra el Año Nuevo y darle forma en estos lejanísimos tiempos. Las historias y parábolas de La Biblia cuentan que Herodes dio la orden de matar al Mesías, en aquella espantosa matanza de inocentes nacidos aquella noche. Pero aquello era literalmente imposible, pues el malvado ya estaba muerto. El recálculo denunció el error, pero el calendario gregoriano siguió tal cual.
2. Los estudios actuales sobre el origen del Año Nuevo
El origen del Año Nuevo sigue dando de que hablar. De hecho, se han realizado estudios recientes en base a los hallazgos obtenidos en el siglo XVI por el astrónomo Johann Kepler, en función de la aparición de la estrella de Belén, que realmente representa una conjunción de Marte, Júpiter y Saturno en el signo de Piscis. La conclusión en aquel momento, avalada ahora por un segmento de la comunidad científica, es que Jesús habría nacido realmente a mediados de septiembre del año 7, y no en diciembre del año 1.
Ahora bien, ¿Cuáles son las consecuencias de este planteamiento? Pues simplemente que el venidero 31 de diciembre no deberíamos brindar por el año 2022 sino por el año 2029. ¡Insólito! ¿No? Ahora bien, si nos detenemos a evaluar los aspectos culturales, encontramos que la respuesta a por qué se celebra el Año Nuevo tiene muchos matices.
Por ejemplo, hay pueblos que en lo civil se manejan con el calendario gregoriano, pero que, en lo relativo a sus fiestas y tradiciones, tienen otros parámetros. Es el caso de la cultura china. Pues, el Año Nuevo Chino comienza entre enero y febrero con la primera Luna nueva de Acuario; o del Rosh Hashaná (cabeza de año) judío, que empieza en el mes de Tisri del calendario hebreo, que equivale a septiembre u octubre del gregoriano. También destaca el Año Nuevo musulmán en el mes de Muharram que, como obedece a un calendario lunar, puede caer en cualquier mes gregoriano.
Y tú, ¿Conocías el origen del Año Nuevo? Si eres de los que adoran esta fiesta, te dejaremos con un artículo en el que te contamos sobre las mejores tradiciones de Año Nuevo, y también con una linda selección de frases para despedir el año e inspirarte.