«¡Quién diría que las manchas viven y ayudan a vivir? Tinta, sangre, olor… ¿Qué haría yo sin lo absurdo y lo fugaz?» Las frases de Frida Kahlo se han hecho casi tan legendarias como su arte. Y es comprensible, ante el genio de una mujer que en cada autorretrato dejaba un trozo de alma, como un espejo. La vida de esta artista mexicana estuvo marcada por la tragedia y la gloria en igual medida. Sus padecimientos físicos la acompañaron desde temprano, para nunca abandonarla. Sus amores transgresores y salvajes la llevaron a navegar por los caminos del arte, del feminismo, la rebeldía y el dolor. Todo eso y mucho más se plasma en los cuadros que la convierten en la pintora mexicana no solo más reconocida de esta era, sino también una de las mayores influencias en la historia del arte (como puede notarse en el arte de Olga Costa). Hoy en Supercurioso hemos querido aproximarnos a la verdadera historia de quién fue Frida Kahlo. ¿Nos acompañas? 🙂
Quién fue Frida Kahlo: Breve historia de su vida
Nacida de la unión de una mexicana con ascendencia española y un alemán que escogió a a la ciudad de México como destino, el 6 de julio de 1907 llegó al mundo Frida, bautizada como Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón. Los padres de Frida Kahlo siempre fueron una referencia afectiva en su vida, e incluso se cuenta que fue Guillermo Kahlo, su padre, quien abrió las puertas de su pasión por la pintura. Pero la respuesta a quién fue Frida Kahlo va íntimamente ligada con los conceptos de tragedia y dolor. Y es que ya en su infancia fue diagnosticada con poliomelitis, lo que representó un primer antecedente negativo en su salud.
Pero lo que realmente configuró su destino fue un grave accidente que sufrió en su juventud y que plasmaría en su obra El autobús. Tenía tan solo 18 años cuando el autobús en el que viajaba en compañía de Alejandro Gómez Arias, su novio del momento, fue arrollado por un tranvía. Allí empezó un padecimiento físico que la acompañaría hasta el final de sus días. Su columna vertebral se fracturó en tres partes. Sus costillas, clavícula y hueso pélvico también se fracturaron. Su pierna derecha se partió en once partes, su pie derecho se dislocó y su hombro izquierdo se desconyuntó, entre otros daños. A consecuencia de este terrible accidente, Frida atravesó al menos treinta y dos operaciones a lo largo de su vida, por lo que la enfermedad de Frida Kahlo marcaría toda su vida. También debió acostumbrarse al uso de corsés de yeso y diversos mecanismos de rehabilitación.
Parte de lo que define quién fue Frida Kahlo fue su particular manera de trasladar el dolor y la tristeza vitales al mundo del arte. Ella misma decía que «La tristeza se retrata en toda mi pintura, pero así es mi condición, ya no tengo compostura.» Pero el hecho de que fuese una mujer sufrida, no la transformó nunca en víctima ni en mártir. Muy por el contrario, Frida tenía una personalidad fuerte y arrolladora, y sus actos contribuyeron a luchar contra los paradigmas de una época. Muchas de las curiosidades de Frida Kahlo más destacadas van precisamente de la mano de este carácter: desde su aspecto estético (siendo las cejas de Frida Kahlo las auténticas protagonistas) hasta su peculiar vida amorosa e incluso la polémica de la voz de Frida Kahlo.
Los amores de Frida Kahlo
Uno de los aspectos que definen la respuesta a quién fue Frida Kahlo fue su singular manera de amar. Libre de los convencionalismos de una sociedad en extremo conservadora, la artista se dio el permiso de amar con libertad y sin que existiesen normas. Entre los amantes de Frida se cuentan nombres como el de la leyenda del comunismo ruso León Trotsky o incluso la cantante de música ranchera Chavela Vargas. Pero fue un hombre peculiar, también artista, quien ocuparía por entero el corazón de Frida, llenándolo de dichas y dolores por igual.
La relación entre Frida y Diego Rivera se ha convertido en leyenda. Se cuenta que fue ella quien dio el primer paso en el romance, buscándolo para que evaluara su obra. En aquel entonces, era una pintora principiante, y él, veintiún años mayor, ya era reconocido como el gran muralista mexicano. Naufragaron en un romance lleno de pasión, ternura y admiración mutua, pero también de las más numerosas infidelidades. Este amor inestable estuvo plagado de peleas y reconciliaciones, pero permaneció de alguna u otra manera vivo, hasta el final de los días de Frida. La figura de Diego aparece en buena parte de su obra, tanto de manera directa como simbólica. Sobre él, Frida llegó a decir que “Yo sufrí dos accidentes graves en mi vida: uno en el que un autobús me tumbó al suelo, el otro es Diego. Diego fue de lejos el peor. ”
La esencia de su obra y qué nos dice de su personalidad
La forma más universal de definir quién fue Frida Kahlo, es asomarse a sus lienzos. Sobre su arte, Frida decía que «En realidad no sé si mis cuadros son surrealistas o no, pero sí sé que representan la expresión más franca de mi misma». En efecto, su obra fue catalogada dentro del movimiento surrealista, aunque ella misma nunca quiso encasillar su pintura en un único estilo. Los autorretratos definen la mayor parte de su producción. Decía que pasaba mucho tiempo sola, y se pintaba a sí misma por ser la persona a quien mejor conocía. Si bien Frida logró en vida hacer exposiciones en varios museos importantes, el mayor reconocimiento a su obra vino después de su muerte. Veamos sus pinturas más destacadas.
1. Las dos Fridas (1939)
Si navegamos en los misterios de quién fue Frida Kahlo, sus lienzos arrojan claras luces. En Las dos Fridas, una de sus obras más emblemáticas, hallamos dos representaciones de la artista. Ambas están sentadas en un banco, tomadas de la mano. La Frida al lado derecho tiene un vestuario muy sencillo, mexicano de estilo tehuano, y la Frida del lado izquierdo viste un traje blanco más acorde con el estilo europeo.
Ambas tienen el corazón expuesto, clara referencia a la personalidad y sensibilidad de la autora. La arteria del corazón de la Frida mexicana acaba en un pequeño retrato de Diego Rivera, y la arteria del corazón de la Frida europea derrama sangre en la zona púbica, cortada intencionalmente con una tijera quirúrgica. Aquí Frida nos conmueve con temas transversales a su vida como los matices de su origen mestizo, la represión y el machismo de la época en que vivió y el auténtico móvil de su corazón, su amor por Diego.
2. Autorretrato con el collar de espinas y colibrí (1940)
Este es uno de los autorretratos más famosos de la pintora mexicana, plagado de simbología animal. La artista pintó esta obra durante la época de mayor crisis de su matrimonio con Diego, y refleja muy bien la esencia de quién fue Frida Kahlo. El mono doméstico simboliza el amor que no recibió de su marido. Sus mascotas eran la clara representación de los hijos que no podía tener. Y una de estas mascotas era un mono. El colibrí, que representa la suerte en el amor dentro de las tradiciones mexicanas, cuelga muerto. Quizás lo más inquietante dentro de la composición, es el gato negro, que simboliza en el argot popular la mala suerte y el mal presagio. El animal aparece en su hombro izquierdo, mirando amenazadoramente al colibrí que yace en el pecho, sobre su corazón.
3. El venado herido (1946)
En esta pintura, Frida se pintó con el cuerpo de un venadito cachorro, con su cabeza luciendo imponente la cornamenta del animal. La figura luce atravesada por flechas y sangrando. La artista expresa en esta obra su decepción, luego de una operación de su columna vertebral hecha en Nueva York en 1946, en la que había puesto todas sus esperanzas de curarse de sus fuertes dolores. De regreso a México, no sólo siguió sufriendo de sus acostumbrados y tenaces dolores, sino de una profunda depresión. En la parte inferior izquierda del lienzo aparece la palabra carma, simbolizando un destino de dolor.
4. Diego y yo (1949)
Es imposible aproximarse a una idea real sobre quién fue Frida Kahlo, sin que aparezca, incisiva, la imagen de Diego Rivera. Tal como en sus frases, en sus pinturas también asume un papel protagónico. El lienzo Diego y yo fue pintado por Frida en un período en el que Diego, ya su marido, tenía una de sus tantas aventuras. Esta vez era con la estrella de cine María Félix, quien también era amiga de la artista. El escándalo público tomó dimensiones, y Frida quiso bromear sobre el romance. Sin embargo, en este cuadro se revelan sus verdaderas emociones. La pintura muestra una mirada llena de tristeza y embargada en llanto. Su pelo largo, quizás es lo más simbólico y crudo de la composición, pues está envuelto alrededor de su cuello, lo que sugiere que se siente estrangulada o atrapada. Finalmente se revela su obsesión por Diego, pintándolo sobre su frente.
La verdad sobre quién fue Frida Kahlo es revelada en las obras de esta mexicana universal, en su personalidad transgresora, en su lucha feminista y en su corazón atravesado por el amor. Pero también puede rastrearse su esencia en cada una de las fotografías más íntimas de Frida Kahlo. Los sufrimientos emocionales acompañaron siempre a Frida, quien soportó las incontables infidelidades de Diego, que llegó a traicionarla incluso con su propia hermana. Pero fueron los padecimientos físicos los que terminaron por llevarla a la tumba.
Una semana después de cumplir 47 años, Frida amaneció muerta en su Casa Azul de México. Era un 13 de julio de 1954. La intuición era parte de los aspectos que definieron siempre quién fue Frida Kahlo. En su última fiesta de cumpleaños celebró por todo lo alto, e incluso regaló a Diego un anillo por su aniversario, aunque aún faltaban muchos días para la fecha. Fue justo por esos días cuando la artista hizo las últimas intervenciones a su diario. En ellas plasmó pensamientos sobre la muerte y dibujos de ángeles negros. En una de las últimas páginas, Frida escribió «Espero alegre la salida, y espero no volver jamás».