Aunque pueda parecer contradictorio, el síndrome de la máscara sonriente es un trastorno muy presente en la sociedad actual, donde se intenta prolongadamente lucir una falsa actitud positiva ante los demás. Si bien sonreír para que el mundo nos sonría de vuelta es un mensaje fresco y motivador, al repasarlo nos encontramos sonriendo sin darnos cuenta. En todo caso, la reflexión ha calado perfectamente dentro de nosotros.
Sonreímos para parecer cálidos, para mostrarnos fuertes y confiados. Sonreímos para ganarnos la simpatía del jefe o de los compañeros de trabajo y así conservar el empleo. Lo hacemos todo el tiempo. ¿Hasta dónde nos lleva fingir las emociones? Acompáñanos en Supercurioso a conocer más del síndrome de la máscara sonriente, cuando sonreír nos deprime.
¿Qué es el síndrome de la máscara sonriente?
El síndrome de la máscara sonriente es un trastorno psicológico con poca mención, incluso nos atrevemos a decir que quizás esta sea la primera vez que te enteras sobre él. Pero, en países asiáticos, el término se vuelve cada vez más popular, debido a que su sociedad se ve obligada por cuestiones laborales a sonreír en todo momento y ha sido la más perjudicada.
El profesor Makoto Natsume de la Universidad de Mujeres Osaka Shoin, fue el primero en sospechar que algo raro estaba ocurriendo en la psique de los trabajadores.
Observaba cómo los empleados de tiendas, instituciones bancarias y de cualquier empresa exhibían sonrisas que se alejan de lo natural. Le resultaba inquietante que sus muecas tensas se prolongaran minutos, a veces horas, en cumplimiento de las rigurosas políticas laborales niponas pensadas en aumentar la satisfacción del cliente, a toda costa.
Natsume propuso el síndrome de la máscara sonriente después de realizar un experimento social con sus propias alumnas. Les pidió lo mismo que cualquier jefe de un departamento de ventas en Japón exigiría a sus empleados: mostrar su mejor rostro cuanto fuera necesario.
En cuestión de meses, las estudiantes habían pasado tanto tiempo mostrando sonrisas vacías y falsas que ni siquiera en situaciones estresantes fueron capaces de dejar de hacerlo. Esto validó lo que el profesor había detectado en un comienzo y le permitió estudiar más a fondo lo que acontecía en cuanto al tema.
¿Qué consecuencias tiene para la persona?
Según Natsume, las mujeres japonesas dedicadas a la industria de servicios son las más presionadas a sonreír por el efecto que esta mueca ejerce sobre los clientes. En consecuencia, terminan reprimiendo sus emociones reales, con el riesgo de sufrir de depresión y otros problemas físicos asociados al trastorno de la máscara sonriente.
Natsume llegó a la conclusión de que esta sonrisa forzada provocaba afecciones psicológicas, a tal punto de que las personas llegaban a prolongarla mucho más allá de su jornada laboral. A la larga, además de sufrir secuelas psicológicas como depresión, también sentían efectos físicos. Entre ellos, dolores musculares, calambres y cefaleas, síntomas muy parecidos a las lesiones causadas por movimientos repetitivos.
Por otro lado, genera una falsa sensación de que todo está bien tanto para la persona que lo demuestra como para el que la recibe. Además, se crea una idea de que hay que estar «felices» en todo momento, esbozando una sonrisa de oreja a oreja sin importar cuáles sean las circunstancias. Todo esto genera que las personas vean la tristeza como algo verdaderamente malo, cuando en realidad es algo necesario para crecer emocionalmente. Es decir, sentirse mal está bien.
¿Qué hay detrás del síndrome de la máscara sonriente?
La gran mayoría de las empresas que se relacionan con servicio al cliente en Japón tienen como requerimiento que su personal femenino mantener una sonrisa durante toda su jornada laboral. Natsume comenta que sus pacientes femeninas relataban la importancia que tenía sonreír cuando conversaban en su lugar de trabajo.
También muchos de los pacientes comentaban el efecto que tenía la sonrisa durante una entrevista de trabajo, influyendo en la decisión de ser contratados o no.
En China, Japón y Corea, sonreír es un factor tan elemental como llevar la vestimenta de punta en blanco y hacer el trabajo con la excelencia posible. De acuerdo con el autor japonés Tomomi Fujiwara, desde inicios de los 80 esta práctica adquirió carácter obligatorio en cualquier puesto de trabajo, y hasta ahora no hay indicios de que llegue a detenerse pronto, en algún momento.
Fujiwara señaló que la exigencia de una sonrisa en los espacios de trabajo fue originada por los cambios culturales provocados por la apertura de Tokyo Disneyland. En ese sentido, las empresas demandaban que sus empleados se mantuvieran sonriendo en todo momento para ofrecer un buen servicio a todos sus visitantes.
El síndrome de la máscara sonriente también estuvo presente en Corea. Al respecto, el escritor Bae Woo-ri señaló que el hecho de sonreír representa una ventaja competitiva sobre la competencia. Por ende, se posicionó como un factor obligatorio y un aspecto influyente en la contratación de empleados para cualquier empresa, acompañado de un uniforme pulcro.
Yoon-Do-rahm, un consejero psicológico, atribuyó que este trastorno está muy presente en la sociedad actual, donde las personas llevan muchas máscaras de sonrisa para demostrar que todo está bien. Incluso, lo ha llegado a comparar con un espectáculo de payasos, un espectáculo lleno de sonrisas prolongadas, pero totalmente vacías y sin sentimientos reales.
Todo esto va más allá de los intereses de la persona, dado que pesan más las exigencias de los jefes en ofrecer el mejor servicio entre la competencia. Incluso si esto significa causar depresión en gran parte de sus empleados.
Por otro lado, el síndrome de la máscara sonriente representa un obstáculo verdaderamente gigante para las personas que apenas ingresan en el mundo laboral. En efecto, se ven obligadas a cumplir con este tipo de requisitos con el objetivo de empezar a ganar experiencia y crecer profesionalmente.
¿Qué te ha parecido este trastorno? Si bien no forma parte de las enfermedades mentales extrañas, no cabe duda que es un síndrome bastante curioso. Déjanos saber en los comentarios si conoces a alguien que sufra de esta afección psicológica.
Otros síndromes extraños que debes conocer
Así como el síndrome de la máscara sonriente se encuentra presente en la sociedad, existen otros trastornos y afecciones que son parecidas. Por eso, aquí tienes esta breve selección con síndromes sorprendentes y asombrosos
- Síndrome de Enclaustramiento, estar atrapado dentro de tu propio cuerpo.
- Síndrome de Amok, la enfermedad de los asesinos en serie.
- Síndrome de Fregoli, conocer a desconocidos.
- Síndrome de Stendhal, cuando el arte duele.
- Síndrome de Noé, acumular animales.
- Síndrome de Estocolmo, enamorarse de tu secuestrador.
- Síndrome de Münchhausen, provocarse enfermedades.