Todos conocemos a alguien con miedo a los payasos, también llamada Coulrofobia… Si nos vamos a la realidad, nos encontramos con que se trata de una de las fobias más comunes, que comparte el mismo nivel con otras como la Glosofobia o miedo a hablar en público, o la Aracnofobia o miedo a las arañas, o la Odontofobia o miedo al odontólogo.

Si bien es un temor que suele nacer en la primera infancia, la fobia a los payasos se hereda a la edad adulta, y hoy son muchos los hombres y mujeres que evitan a toda costa los circos, por el sólo hecho de no tener que encontrarse con los payasos. Estos personajes han sido pensados para fomentar la risa, pero la verdad es que despiertan no pocos temores. Hoy en Supercurioso nos hemos animado a profundizar en qué es la Coulrofobia. ¿Nos acompañas?

Pensemos por un instante en la imagen típica de un payaso: el rostro pintado de blanco absoluto, maquillaje colorido y lleno de brillos, una gigantesca sonrisa roja que abarca el rostro de una oreja a la otra y parece no borrarse con nada, una peluca multicolor, zapatos enormes y trajes igual de variopintos… Sin duda que se trata de una descripción muy poco agradable. La función natural de los payasos es hacer chistes, bromas y piruetas, que den con la risa del auditorio. Y si es así… ¿Por qué hay tantas personas que padecen la fobia a los payasos de una manera tan severa? Pues veamos de qué se trata la Coulrofobia.

Descubre qué es la Coulrofobia

Qué es la Coulrofobia

Así como la extraña fobia al número 13, el miedo a los payasos o coulrofobia es real, y es más terrible de lo que parece. Aunque para algunos pueda parecer un chiste, la verdad es que no lo es. Empecemos por comprender qué es una fobia no son simple desagrado o rechazo, sino un miedo exagerado, incapacitante y atenazante que invade a la persona de una manera extrema. Hablar de qué es la Coulrofobia es justamente referirnos a un terror exacerbado hacia la figura de los payasos.

Pero, ¿Por qué las personas sienten fobia a los payasos? Quienes se han dedicado al estudio de fobias extrañas, no concuerdan en una sólo teoría. Sin embargo, una de las hipótesis más difundida es la que habla de la Coulrofobia como un efecto de la influencia del cine y la literatura.

En efecto, ciertas películas como Poltergeist o la famosísima saga de It, basada en el libro de Stephen King, han cultivado estos temores en las personas. Pero, ¿En verdad ésta es toda la causa de la fobia a los payasos? ¿O será acaso que estas películas nos causan terror por algo más profundo, algo subyacente en el ser humano?

De hecho, hay otras teorías que parecen señalar lo contrario: al parecer, estos maestros del horror sabían muy bien lo que hacían cuando seleccionaron a un payaso como protagonista de sus sagas de terror. Parece que podríamos estar programados para temerle a los payasos, o, al menos, para desconfiar de ellos. ¿Tú qué crees? ¿Fue primero la Coulrofobia y luego las películas de terror? ¿O fueron las películas de terror las que nos causaron la fobia a los payasos? Parece que nos hemos topado otra vez con el viejo dilema del huevo y la gallina, pero vamos a solucionarlo.  

La teoría de que estamos programados para la fobia a los payasos

Al hablar de qué es la Coulrofobia, nos encontramos con una propuesta que expone que, aunque puede haber factores sociales que nos lleven a tenerle miedo a los payasos, estos no son el elemento determinante que cause la patología. Pero, ¿Cómo se comprueba eso? Pues bastaría con mirar a los bebés que, sin haber visto estos filmes o haber tenido una influencia directa que los hiciera asociar a los payasos con temor, pudieran padecer de Coulrofobia o fobia a los payasos.

De hecho, todo lo contrario, para los bebés y niños los payasos suelen aparecer en contextos alegres: fiestas, celebraciones, cumpleaños. Siempre enternecidos o mezclados con los pintacaritas y los trampolines, los inflables y las tortas. Y sin embargo, muchos niños temen a los payasos. De hecho, parece que esta fobia se puede desarrollar incluso antes de aprender a hablar.

Entonces, ¿Qué significa esto? ¿Cómo puede un niño que ni siquiera habla todavía, adquirir Coulrofobia? Pues bien, que un bebé todavía no hable no quiere decir que no piense, o al menos, que no esté programado para pensar. Y es que un bebé es un excelente analista comportamental, pues antes de entender el lenguaje, los bebés aprenden a reconocer e interpretar nuestros gestos, no solo para comunicarse, sino también para predecir nuestros actos. Entonces, al estar el rostro de los payasos tan cubierto de maquillaje, la fisionomía misma se borra. Los bebés no pueden interpretar ningún gesto de esa expresión congelada, y por tanto su reacción defensiva y natural es temer, o al menos ponerse en guardia ante esa situación. Sería una de las teorías sobre qué es la Coulrofobia que mejor justifica su origen.

Y es que precisamente esa imagen antinatural, caracterizada por la exageración de los rasgos: boca grande, con sonrisa permanente dibujada en un fondo de maquillaje completamente blanco, pelucas y trajes estridentes y pies descomunalmente grandes, lo que desorienta a los pequeños por completo, haciendo imposible cualquier tipo de predicción. De una persona así de extraña ¿Qué comportamiento nos debemos esperar? ¿Bueno o malo? Instintivamente, o salimos corriendo o por lo menos, nos ponemos en guardia. Y esto se aplica también a quien no tiene ideas preconcebidas sobre los payasos. Pero, todavía no hemos terminado, falta más. 

Otros elementos que desencadenan la fobia a los payasos

fobia a los payasos

Cuando profundizamos en qué es la Coulrofobia, nos encontramos con el aspecto físico de los payasos como la primera fuente de miedo. Y el análisis es bastante profundo. No se trata tan solo de que no podamos ver los gestos de una persona que cubre todo su rostro con maquillaje, y que a partir de ahí no sepamos qué esperar de ella. Más bien es que toda su actitud está hecha para no saber qué esperar de ellos: los payasos son un embrollo, y eso nos genera un rechazo instintivo que en algunas personas llega a manifestarse como fobia.

Incluso para quienes sólo conocen a los payasos en su versión más benévola, la circense, no es que las cosas cambien demasiado. Pues el rol del payaso en sí, se basa en la sorpresa, lo inesperado y a la vez torpe y en ocasiones anti-social. No más basta recordar los clásicos actos en los que se golpean entre ellos con enormes martillos de goma, se salpican de agua o asustan con las escandalosas bocinas de sus trompetas y autos.

Y hay otro aspecto que sumamos a los desencadenantes de la fobia a los payasos. Se trata de su maquillaje, y en particular, de su sonrisa perpetua e inamovible. Esa enorme mueca pintada de rojo que no se borra nunca. Y es que los niños, desde muy pequeños aprenden a identificar la sonrisa, van conociendo su significado, saben transmitirlo e incluso, saben fingir sonrisas. Niños y adultos podemos distinguir muy bien una sonrisa falsa. Y si además es enorme y perpetua, ¡Se vuelve aterradora! Esa persona que siempre sonríe esconde algo, interpretamos. O algo anda mal con ella. En esencia, el maquillaje siempre feliz del payaso puede resultarnos una gran fuente de miedo.

Los efectos del cine en el desarrollo de la Coulrofobia

Tal como comentábamos al inicio del artículo, cuando profundizamos en qué es la Coulrofobia, nos encontramos con una enorme producción literaria y cinematográfica que se ocupa de alimentar este temor. En efecto, películas como It y personajes como el célebre Guasón, pueden despertar la animadversión hacia estas figuras. Incluso pueden decantar en la generación de trastornos de ansiedad asociados a la fobia a los payasos. Pero, más allá de ser un potente estímulo del que los coulrofóbicos prefieren mantenerse muy lejos, no se cree que sean la fuente del origen de la fobia a los payasos.

¿Cómo superar la Coulrofobia?

miedo a los payasos o coulrofobia

 

Y bien, tal como ocurre con el tratamiento de otras fobias, comprender qué es la Coulrofobia a profundidad es el primer paso para superarla. Si bien es factible el hecho de estemos programados para temer a los payasos, la realidad es que no todas las personas se ven afectadas por estos temores. En líneas generales, la fobia a los payasos se genera o se dispara gracias a algún episodio traumático o desagradable asociado a estas figuras, usualmente vivido en la niñez.

Entonces, el tratamiento más común para dejar atrás la fobia a los payasos, o al menos controlarla a un punto en el que no nos genere incomodidad, es la terapia psicológica. A través del enfoque cognitivo-conductual, se profundiza en el origen del miedo y se desmontan las causas que lo mantienen vigente. Se trabaja con el paciente para que comprenda que los payasos no tienen el potencial real de dañarle. Que se trata de simples y comunes personas, maquilladas para representar un papel. Luego de esta comprensión, el paciente será capaz de redimensionar sus emociones y pensamientos, e ir superando de a poco su miedo a los payasos.

Y tu, ¿Sabías qué es la Coulrofobia? ¿Padeces tu mismo de la fobia a los payasos, o conoces de alguien que la sufra? ¿Evitas el circo a toda costa y pasas de las fiestas infantiles? Déjanos todas tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos deseando leerte! Ahora, si no sufres de Coulrofobia y buscas algo de diversión, no te pierdas esta selección de los payasos más terroríficos de la historia. Además, si quieres averiguar qué famoso tiene coulrofobia, te invitamos a leer: fobias de famosos

Otras fobias que debes conocer

Ahora que concluimos con nuestro artículo sobre la cinofobia, queremos dejarte con esta selección de fobias. ¿Tienes alguna de ellas?