¿Te dan miedo las ratas o los ratones? ¿Sabías que puedes padecer musofobia? Este es el miedo irracional a las ratas o a los ratones. También se conoce como suricofobia. La persona que sufre de musofobia puede experimentar ansiedad extrema solo al pensar en ratones o al estar cerca de ellos y puede evitar lugares donde sabe que hay ratones.
Es importante buscar tratamiento para esta afección, puesto que puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona. Ahora, ¿sabes qué es una fobia? En palabras sencillas, es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo intenso e irracional a un objeto o situación.
Así, podemos encontrar fobias raras (y algo graciosas) como la turofobia (miedo al queso) o la pognofobia (miedo a las barbas). Pero, también podemos hallar fobias más comunes, como es el caso que nos concierne en este artículo. De hecho, el mundo de las fobias comunes es tan amplio que casi la mayoría de las personas padecen o han padecido algún tipo de estas patologías durante su vida.
Ahora bien… ¿Cómo puedes saber si padeces de musofobia o no? Simplemente, conociendo más acerca de este tipo de fobia. Acompáñanos en Supercurioso, te ayudaremos a descubrir más sobre la musofobia o suricofobia. ¿Empezamos?
¿Qué es la musofobia y cuál es su origen?
Como bien lo mencionamos, la musofobia o suricofobia es una clase de fobia que experimenta el ser humano ante la presencia de ratones o ratas, provocándole miedo o ansiedad intensa ante los roedores.
Las personas que sufren de este tipo de fobia, temen ante los posibles movimientos de los roedores, su olor, apariencia física, el ruido que emiten, etc. Incluso, algunas personas reportan que suelen soñar con ratas y ratones, algo que les produces un estrés extremo. Más bien, podríamos afirmar que se trata de pesadillas.
Ahora bien, según varios estudios, la emoción que activa el mecanismo de la fobia es el asco, pero siempre antecede una acción desproporcionada de miedo como reacción primaria.
1. Causa del miedo a las ratas y ratones
Varios estudios indican que el miedo a los ratones posiblemente arranque a la edad de siete años (en la infancia), pero teniendo más énfasis a la edad de 9 años.
Las causas son variadas y tienen su fundamento en dos enfoques planteados desde la psicología.
- Enfoque desde el psicoanálisis: la fobia o miedo se produciría inconscientemente durante la infancia y podría tratarse de un mecanismo de defensa que utiliza la mente ante el peligro del acecho de estos roedores.
- Enfoque conductista: los científicos han comprobado que las fobias son causadas al desencadenarse una asociación de estímulos cuando se enfrenta un peligro o situación de desagrado. Por ende, cuando aparece nuevamente tal situación de peligro, el cerebro actúa de manera negativa, provocando ansiedad o miedo.
Se debe tener en cuenta, además, que el entorno puede provocar cierta aversión que empeora aún más el cuadro, por ejemplo, si algún familiar sufrió alguna enfermedad transmitida por estos roedores.
2. Síntomas que pueden asociarse a la musofobia
Sin duda, los diversos síntomas derivados de la musofobia van a aparecer ante el contacto de la persona afectada por la fobia con el roedor.
Según el manual de diagnósticos de trastornos mentales, el DSM-V, se establecen ciertos criterios que se relacionan con la presencia de este miedo a las ratas. Entre ellos:
- La presencia de una ansiedad o miedo absoluto ante un estímulo desencadenante (olor, sonido, presencia del animal, etc.).
- La persona afectada buscará con todos sus esfuerzos resistir o evitar la situación o estímulo desencadenante y la presencia del roedor.
- Una respuesta desproporcionada de la persona afectada ante cualquier estímulo exterior que pueda provocar el peligro.
- La ansiedad y el miedo irracional están presentes en la persona de manera persistente durante alrededor de seis meses.
- Este tipo de fobia o trastorno puede producir ataques de pánico.
- Se genera en la persona afectada un malestar significativo en general, esto abarca su situación social, laboral y otras áreas que son afectadas en gran medida.
- Síntomas psicofisiológicos. El paciente puede experimentar mareos, náuseas, vómitos, palpitaciones, etc.
- Otros síntomas de origen cognitivo. La persona tiene miedo a volverse loco, a perder el control e incluso miedo a morir.
3. ¿Es posible superar la musofobia?
Está comprobado que el miedo a las ratas y ratones, como el resto de las fobias, puede tratarse y obtenerse un buen diagnóstico si se acude a profesionales o especialistas: psicólogos, psiquiatras, etc.
Sin embargo, también existen otras alternativas, siempre y cuando exista un acompañamiento psicológico y sean utilizados como tratamientos complementarios.
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Terapia por exposición
Es la terapia más eficaz y la primera que se aconseja realizar al paciente con musofobia, exponiéndolo de manera directa ante la fobia específica.
Consiste en exponer al paciente de forma progresiva ante el estímulo fóbico. Luego es implementado un par de acercamientos hacia el roedor, de tal manera que al final desaparezca el estímulo (miedo, ansiedad), causante de la fobia en la persona afectada.
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Programas Conductuales- Cognitivos
Como segunda etapa, podía atacarse el miedo a las ratas y ratones desde una perspectiva conductual, con un abordaje que trabaje con múltiples programas el estímulo cognitivo de la persona afectada.
Como ejemplos de este tipo de programas tenemos la psicoeducación, la reestructuración cognitiva, el entrenamiento de la relajación y técnicas para controlar el estrés o ansiedad.
- Terapias de Exposición con Realidad Virtual
Este tipo de terapia, que expone a la persona afectada ante el estímulo que le provoca miedo o ansiedad mediante la tecnología, está en proceso de prueba aún.
Se trata del mismo tratamiento que en la primera instancia, pero con el uso de la realidad virtual, lo cual resulta más flexible y con un menor coste.
El paciente con musofobia puede realizar la terapia desde la comodidad de su hogar y con un acompañamiento virtual. Si bien aún se está estudiando, los resultados son prometedores.
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Hipnosis o Regresiones
Este tipo de terapias alternativas, si bien no están reconocidas como terapias médicas, ofrecen otro panorama desde el enfoque espiritual y muchas veces son recomendadas por psicólogos.
El profesional realizará una hipnosis o regresión en el paciente para comprobar cuál es el origen que desencadenó la fobia, ayudando a la persona a conocerse mejor.
En este caso, el paciente puede comprender mejor su miedo y aprender a superarlo desde la espiritualidad.
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Utilización de fármacos
Los fármacos nunca son recomendados en caso de fobias, puesto que se intenta atacar el problema desde la raíz y no ofrecer soluciones “temporales”.
Sin embargo, hay pacientes con musofobia que requieren tratamientos puntuales con fármacos como las benzodeacepinas y los betabloqueantes porque complementan de manera eficiente a la terapia de exposición.
Otros estudios recientes han comprobado la eficacia de la d- cicloserina, el antibiótico utilizado para el tratamiento de la tuberculosis.
De todas maneras, los especialistas recomiendan un abordaje multidisciplinar para combatir este tipo de fobias, siempre con el respaldo psicológico o psiquiátrico correspondiente.
¿Te ha resultado interesante conocer sobre la musofobia? Si es así, nuestra entrada sobre el rey de las ratas. Aunque, si has descubierto que tu miedo hacia las ratas y ratones es real, no te recomendamos entrar. Gracias por leernos y nos vemos en un próximo artículo.
Otras fobias que debes conocer
Además de la musofobia existen otras fobias que sí o sí debes conocer…
- Qué es la turofobia, miedo al queso
- Qué es la Eisoptrofobia, miedo a los espejos
- Qué es la aracnofobia, miedo a las arañas
- Qué es la glosofobia, miedo a hablar en público
- Qué es la acrofobia, miedo a las alturas
- Qué es la hafefobia, miedo a que te toquen
- Qué es la decidofobia, miedo a tomar decisiones
- Qué es la tanotofobia, miedo a la muerte
- Qué es la aerofobia, miedo a volar en avión
- Qué es la ofidiofobia, miedo a las serpientes
- Qué es la hemofobia, miedo a la sangre
- Qué es la clautrofobia, miedo a los espacios cerrados