En el corazón palpitante de la mitología nórdica, el Ragnarök se alza como el capítulo más dramático y cataclísmico. Este antiguo apocalipsis vikingo, envuelto en el misterio de las sagas y los cantos de los skalds, no es solo una historia de destrucción y desolación, sino también una de renacimiento y esperanza. Pero, ¿qué es el Ragnarök? Literalmente traducido como el “Destino de los Dioses”, es una serie de eventos profetizados que delinean el fin de un ciclo de existencia, marcado por batallas épicas y el ineludible destino de figuras divinas como Odin, Thor y Loki.
En ese sentido, el fin de los tiempos ha sido desde siempre un tema recurrente en todas las religiones o creencias de cada cultura de la tierra. Prueba de ello la encontramos en el cristianismo, donde las siete trompetas anuncian el inicio del caos, representado por los cuatro jinetes del Apocalipsis, preceden la llegada del Dragón, 666 o Anticristo. Sin embargo, lo que quizás es menos popular es la espectacular versión de los nórdicos con el mito del Ragnarok. ¡Conozcámosla aquí en Supercurioso!
Entonces, ¿qué es el Ragnarök?
El Ragnarök, una palabra que evoca imágenes de batallas finales y el crepúsculo de los dioses, es un concepto central en la mitología nórdica. Su nombre proviene del antiguo nórdico, donde «ragna» significa «dioses» y «rök» se traduce como «destino» o «crepúsculo». Estos se fusionan en una visión del fin del mundo como lo conocían los vikingos. Este evento no es solo una batalla; es una serie de cataclismos que conducen a la destrucción de la tierra, el cielo y los mismísimos dioses, seguido de un renacimiento prometedor de la naturaleza y la humanidad.
La narrativa del Ragnarök se preserva en dos fuentes literarias primordiales: la Edda poética y la Edda prosaica. La Edda poética, una colección de poemas del siglo XI, es una de las fuentes más antiguas y ricas que tenemos sobre la mitología nórdica. Entre sus versos, el poema «Völuspá» (La Profecía de la Vidente) detalla con lírica intensidad la serie de eventos que conducen al fin del mundo.
Por otro lado, la Edda prosaica, escrita por Snorri Sturluson, en el siglo XIII, ofrece una interpretación en prosa de estas historias, proporcionando una visión más sistemática y detallada de los mitos, incluido el que es Ragnarök. Ambas obras son ventanas invaluables al pensamiento y la cosmovisión de la era vikinga, ofreciendo una perspectiva única sobre el inevitable ciclo de muerte y renacimiento que define la existencia.
Presagios del fin: el inicio del Ragnarök
Antes de que el Ragnarök desgarre el tejido de los nueve mundos de la mitología nórdica, presagios ominosos anuncian su llegada. El más desgarrador de estos es la muerte de Balder, hijo de Odín, el dios de la luz y la pureza, cuya caída a manos de la traición marca un punto de inflexión para los dioses nórdicos.
Balder, amado por todos en Asgard, encuentra su fin por una artimaña de Loki, que conduce a su hermano ciego Höðr a cometer un fratricidio involuntario. Este acto no solo sume a los dioses en el luto, sino que también enciende la mecha del fin de los tiempos. Un evento que ni los mismos dioses pueden detener.
El inicio del Ragnarök comienza con el Fimbulvetr, un gran invierno que dura un año y medio, haciendo despiadados a los hombres cometiendo incesto y homicidio por doquier. Luego los lobos Skoll y Hati, hijos del temido lobo Fenrir sumen la faz de la tierra en una interminable noche oscura, tras engullir al sol, la luna y las estrellas, para poder liberar de las cadenas a su padre, destinado a devorar al mismísimo Odín.
Los dioses de Asgard para combatir el caos deciden encadenar a Loki, el gigante «disfrazado de dios» líder del mal, con las vísceras de sus propios hijos. Además, le colocan una serpiente sobre la cabeza que derrama veneno constantemente. Con esto no solo castigaban a Loki, sino también a su esposa, que queda condenada a recoger eternamente el veneno, para evitar la muerte de su marido.
Los protagonistas del fin de los días
En el escenario final de que es Ragnarök, los protagonistas se alinean en una división cósmica entre el orden y el caos. Los dioses Aesir, guardianes de la humanidad y el orden cósmico, se preparan para la batalla. Odín, el padre de todos, sabio y poderoso, lidera con un conocimiento profundo de su destino inminente. Thor, con su martillo Mjolnir, se erige como el defensor de Asgard y la humanidad, listo para enfrentar a las fuerzas de la anarquía. Freyr, señora de la prosperidad y la fertilidad, Tyr, el dios de la guerra y la justicia, y Heimdall, el vigilante de Bifrost, completan las filas de los dioses, cada uno con su papel crucial en la batalla venidera.
Frente a ellos, las criaturas del caos ansían la destrucción. Fenrir, el lobo gigante, con fauces capaces de engullir dioses; Jörmundgander, la serpiente de Midgard que rodea la tierra; y Loki, el astuto y traicionero, padre de monstruos y arquitecto de la desgracia. Los Jotuns, gigantes de fuerzas primordiales, se unen a esta alianza de caos, ansiosos por deshacer el orden establecido.
En este preludio de la última batalla, las valquirias descienden del Valhalla, majestuosas y temibles. Estas guerreras divinas seleccionan a los más valientes caídos en batalla, llevándolos al salón de los elegidos, donde los guerreros del Valhalla aguardan. Estos héroes, que han luchado y muerto con honor, se levantan una vez más, convocados por el sonido del cuerno de Heimdall, listos para luchar en la última defensa de los mundos junto a los dioses que una vez los honraron.
La batalla final en Vigrid
La llanura de Vigrid sirve como el campo de batalla definitivo. Odin, el señor de Asgard, se encuentra cara a cara con Fenrir. En un duelo que resuena a través de los cielos, el padre de todos lucha con valentía. Sin embargo, la profecía es implacable, y el lobo gigante consume al dios supremo, marcando un giro sombrío en la batalla.
Mientras tanto, Thor se enfrenta a Jörmundgander en un choque titánico. Con cada golpe de su martillo Mjolnir, Thor desata su furia contra la serpiente que amenaza Midgard. Aunque logra vencer a la bestia, Thor cae, vencido por el veneno letal de Jörmundgander, después de dar solo nueve pasos.
En otro frente, Heimdall y Loki se enfrentan en un duelo de destino. Igualados en fuerza y astucia, su lucha termina en mutua aniquilación, un testimonio de la profundidad de su enemistad.
Surtur, el gigante de fuego, emerge con su espada llameante, un agente de pura destrucción. Él incinera el cosmos, quemando los nueve mundos en un acto final de devastación. La llanura de Vigrid y todo lo que contiene se convierte en cenizas bajo su ardiente ira, cerrando el capítulo de la existencia conocida y preparando el escenario para un nuevo comienzo. En este apogeo de la batalla, el fuego y la espada dictan el fin de una era, pero también susurran la promesa de una renovación.
De tanta catástrofe solo sobreviven 6 dioses, uno de los cuales es Vidarr, hijo de Odín, que vengó a su padre acabando con Fenrir. Asimismo, también quedan con vida Líf y Lífbrasir, dos humanos que darán inicio a una nueva era.
Después de todo existía final feliz para los pobres vikingos. ¿No te parece? ¿Qué opinas del Apocalipsis vikingo? Ahora sabes qué es el Ragnarök verdadero, en vez de la película de Marvel. ¡Déjanos saber tus opiniones en los comentarios! A nosotros nos ha resultado fascinante.