Aunque es conocido mundialmente como el mejor amigo del ser humano, no todas las personas ven a los perros como criaturas amistosas, tiernas e inofensivas. Incluso, hay quienes llegan a tenerle miedo a los perros, sin importar su raza. Se trata de un temor extremo, al punto de considerarse una fobia. A esta se le denomina cinofobia y es una de las fobias más comunes, aunque no lo parezca. Si quieres saber todo sobre la fobia a los perros y sobre cómo poder superarla, no dejes de leer. Lo descubriremos en Supercurioso.

¿Le tienes miedo a los perros?

fobia a los perros

Antes de que veamos lo que es la cinofobia, revisemos lo que es una fobia. Una fobia, en pocas palabras, es un trastorno de la ansiedad que surge como respuesta ante un estímulo que se interpreta como una amenaza, aunque objetivamente no lo sea. Entonces, una fobia es un miedo irracional frente a objetos o situaciones que no presentan un verdadero peligro, pero que la persona interpreta como tal.

Dentro de los tipos de fobias, encontramos la fobia animal que, evidentemente, es el miedo irracional hacia cualquier animal, sin importar clase o especie. Entre las más comunes de este tipo de fobia están: la aracnofobia (miedo a las arañas), la ofidiofobia (miedo a las serpientes) y la cinofobia (miedo a los perros).

El término cinofobia deriva de dos palabras griegas: kýōn,»perro» y phóbos,»miedo». Por lo que hay una gran diferencia entre aquellas personas que sienten un simple desagrado o rechazo hacia los perros, ya sea por razones higiénicas o por falta de empatía, y aquellas personas con fobia a los perros.

La cinofobia puede ser hacia determinadas razas o a todos los perros en general, sin importar si son grandes, medianos o pequeños o por la forma, y tiende a agrandar el peligro y a disminuir la capacidad para defenderse del individuo afectado.

1. Síntomas de la fobia o miedo a los perros

fobia a los perros cinofobiaEl síntoma más evidente de la cinofobia es el miedo excesivo y desproporcionado cuando se ve, se siente o se está cerca de algún perro. Este síntoma también aparece sin necesidad de la presencia física del canino. Es decir, el temor y rechazo por el animal aparecen por solo pensar en él. Ahora bien, ya en concreto, podemos encontrar tanto síntomas físicos como emocionales. En este punto, cabe aclarar que, aunque la fobia a los perros en niños es más común, también es muy frecuente en adultos, ambos presentan los mismos síntomas.

En cuanto a los síntomas físicos, podemos encontrar los propios de un ataque de ansiedad. Entre ellos encontramos:

  • alteración del ritmo cardíaco y de la respiración
  • sudoración excesiva
  • náuseas
  • contracciones estomacales
  • Y, en casos muy agudos, diarrea y desmayo, aunque pueden presentarse otros más.

Además de estos síntomas físicos, la persona que padece de cinofobia puede presentar respuestas comportamentales y emocionales cuando está enfrente de un perro. En primer lugar, adopta una conducta de evitación, por lo que hará todo lo posible por evitar el contacto con el animal.

A esto se añaden otros comportamientos como la ira y el llanto, causados por el mismo temor y la frustración.

2. Causas de la cinofobia

Socialmente, la gente suele ser más comprensiva con ciertos miedos irracionales o fobias,  como es en el caso de la cinofobia y de la talasofobia (miedo al mar), ya que parecen seguir cierta lógica y representan un posible peligro. Si bien es cierto que entre las fobias más raras, encontramos algunas que pueden ser graciosas y absurdas, cada una de ellas es un trastorno serio y merece ser tratado como tal.

Determinar las razones de por qué algunos le tienen miedo a los perros es complejo, pues como bien sabes una fobia es un miedo irracional; no es objetivo. Tanto en la cinofobia, como con cualquier otro trastorno de la ansiedad, estas son diferentes y particulares.

Aunque es difícil determinar las causas de la fobia a los perros, los expertos afirman que la cinofobia en niños es más común, ya que esta suele ser aprendida. Los niños aprenden del comportamiento de los padres, conocidos o simplemente de personas desconocidas, por lo que si perciben que alguien más le tiene miedo a los perros, adoptarán esta fobia. Además de esto, hay indicadores de que la cinofobia puede ser hereditaria.

A pesar de lo anterior, hay informes del desarrollo de esta fobia en personas de 20 años y más, por lo que la cinofobia en niños no es exclusiva. Generalmente, en adultos se desarrolla por experiencias traumáticas o negativas, especialmente surgen por el ataque de un perro.

3. ¿Cómo superar la cinofobia?

como superar el miedo a los perros que es la cinofiba

Lo primordial que debes hacer para superar la fobia o miedo a los perros es acudir con un profesional. Existen diversas terapias para superar la fobia a los perros, que van desde sesiones de psicoanálisis hasta el uso de fármacos para controlar los síntomas físicos y psicológicos del ataque de pánico. Específicamente, dos técnicas han mostrado gran eficacia cuando se trata de animales: la terapia de exposición y la terapia cognitiva.

La terapia de exposición o de desensibilización sistemática consiste en una exposición gradual al objeto de la fobia; en este caso a los perros. Se puede comenzar con encuentros breves, sin acercarse demasiado al perro y aprendiendo a controlar la respiración para así reducir la ansiedad.

Las sesiones irán incrementando el tiempo de exposición hasta que la persona logre superar el miedo a los perros o hasta que pueda controlar los ataques de pánico y los síntomas más graves de la cinofobia. Naturalmente, esta técnica debe aplicarse con el acompañamiento de un profesional.

Además, esta terapia puede ser complementada con la terapia cognitiva, esta consiste en la aplicación de técnicas de relajación para controlar la ansiedad. Entre ellas, las más usadas y efectivas son: el autoconocimiento y el conocimiento del adversario. Hablamos de autoconocimiento porque en la curación un paso clave es entender que la fobia a los perros es un problema que puede afectar nuestra vida. Además, indagar en los orígenes del miedo nos ayudará a conocernos y evolucionar.

El conocimiento del adversario, que en este caso sería un perro, puede contribuir en buena medida a reducir la ansiedad. Si conoces las características, comportamientos y cualidades del adversario, podrás ver de manera objetiva el nivel de peligro y así reducirás el nivel de ansiedad cuando te enfrentes a él. Cuando tengas un encuentro con el perro, intenta usar la lógica. Por ejemplo, puedes pensar y repetirte a ti mismo que: si los perros fueran tan peligrosos como tu cuerpo y mente parecen creer, no habría tantas personas conviviendo con ellos, incluso en el interior de sus casas.

Quizás tú no sufras de cinofobia, pero es muy probable que algún amigo, pariente o conocido sí sea víctima de esta perturbación. La próxima vez que alguien a tu lado se paralice ante un pequeño animal, ofrécele tu comprensión y apoyo.

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Otras fobias que debes conocer

Ahora que concluimos con nuestro artículo sobre la cinofobia, queremos dejarte con esta selección de fobias. ¿Tienes alguna de ellas?